Uno de los grandes retos que enfrentamos las mujeres mes con mes, es el periodo menstrual. Y digo reto porque cada día de ese periodo es una constante preocupación sobre lo que utilizamos para controlar el sangrado, los cólicos, los cambios hormonales etc.

Para la mayoría de las mujeres, la preocupación más grande es sobre el uso de productos para contener el flujo y que se adapten a nuestras actividades y nuestra forma de vida, sin riesgo a mancharnos. Por eso, cada vez más salen nuevos productos más sofisticados y tecnológicos que ayudan al control menstrual.

(Foto: Tomada de Instagram @rupikaur_)

Pero tuvieron que pasar muchos años para esto, pasando por tampones hechos con plantas, hasta cinturones de seda que se ataba a una toalla, tampones desechables, etc. 

Entre estos inventos se desarrolló la Copa Menstrual.

En 1956 Leona Chalmers actualizó la primera copa menstrual, usando materiales más suaves para hacer un producto más parecido al que usamos en la actualidad, hechas de silicona. Pues antes de ese año, las primeras copas menstruales estaban hechas de aluminio y caucho.

La actual copa menstrual puede tener más beneficios de los que parece y La Cadera de Eva, te enumera algunos de ellos:

Son amigables con el medio ambiente

La copa menstrual revolucionó también con la idea de ser amigable con el medio ambiente, evitando el consumo masivo de toallas desechables. 

Esto beneficia a largo plazo, pues en promedio, una mujer consume dos paquetes de toallas sanitarias durante el periodo menstrual. En promedio unas 15 toallas al mes. 

Se volvió una gran alternativa para las personas que mantienen una conciencia ecológica.

Más prácticas

La practicidad de su uso también ha encantado a cientos de jóvenes que optaron por la copa.

Mientras una toalla tiene que cambiarse, entre tres y cuatro veces al día, la copa menstrual puede durar hasta 12 horas sin cambiarse.

Esto es porque la copa puede soportar todo el flujo de un día, pues contrario a lo que se puede ver en la toalla, la cantidad de flujo que suelta una mujer no es tanto. 

Más higiénicas

La copa tiene una función similar al tampón, pues se introduce en la vagina para que el flujo no se esté en el exterior, sin embargo, la diferencia es que el tampón no ha sido muy recomendable, pues al absorber la sangre genera acumulación y humedad dentro de la vagina, siendo así, más propensas a una infección.

Además, como la toalla sanitaria, el tampón debe cambiarse en menos de ocho horas, es recomendable cada 3 o 4 horas.

Al dejar un tampón un largo tiempo dentro del cuerpo, aumenta el riesgo de infección debido a la cantidad de sangre acumulada.

Además, por su material de producción, la copa menstrual no absorbe la humedad vaginal, por lo que no resecan la vagina. 

También evita que se desarrolle el síndrome de choque tóxico, asociado principalmente a los tampones.

Más discretas

Sin duda, es un artefacto más discreto, que se mantiene dentro del cuerpo, y que sólo necesita salir de él, por lo menos, cada 12 horas.

Además, el plástico que conserva el flujo ayuda a no exponer olores que muchas veces pueden ser un poco incómodos.

¿Cómo utilizarse?

La copa menstrual se utiliza de forma similar a un tampón, ya que se inserta en la entrada vaginal. Sin embargo, para hacerlo esta se debe doblar, ya que sería imposible insertarla abierta.

Paso 1. Debes doblar la parte ancha, mientras la sostienes por la parte inferior.

Paso 2. Introducela en la vagina manteniéndola doblada y una vez dentro, suéltala para que sola retome su forma.

Paso 3. Asegurate que la Copa este bien puesta. Puedes asegurarte dando unos pequeños jalones para verificar que no saldrá.

Paso 4. De esta forma la copa actuará a lo largo del día, recolectando el flujo menstrual, alrededor de 8 y 12 horas.

Paso 5. Cuando sea necesario, deberás extraerla jalando suavemente del extremo de la copa hasta que alcances su base. Una vez que lo logres debes presionarla e inclinarla de lado para liberar el aire y poder sacarla.

Paso 6. Cuando lo hayas hecho deberás vaciar tu copita menstrual en el excusado para luego limpiarla con papel o con agua, aunque lo recomendable es que sea con agua.

Paso 5. Cuando la copa esté limpia y seca podrás insertarla de nuevo en la vagina. Y tras finalizar el ciclo menstrual deberás esterilizarla para utilizarla el próximo mes. También debes esterilizarla antes de usarla por primera vez (no más de 3 minutos en ebullición).