PACHUCA.-Sara Abigail Sabina Sandoval hacía deporte y disfrutaba de salir a rodar con grupos de ciclistas para recorrer largas distancias en carreteras. Sus planes de poner un negocio y terminar sus estudios universitarios se apagaron: el 26 de agosto de 2019 fue encontrada sin vida en su cama, su familia señala que fue un feminicidio.
Este viernes, durante la presentación del informe de Muertes violentas, posibles feminicidios de 2019, realizado por la organización Servicios de inclusión integral y derechos humanos AC (Seiinac), una joven dio a conocer el caso de Sabina Sandoval.
Narró que la madre de Sara, Claudia Sandoval, encontró a su hija sin vida y con una bolsa de plástico en la cara. Los hechos ocurrieron en Zempoala, Hidalgo.
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“La autopsia reveló que la causa de muerte fue asfixia por sofocación, tenía el tórax sumido. Los factores externos de lesión en su cuerpo apuntan con total claridad que fue asesinada.
Ella quería dejar atrás a una persona que le hizo mucho daño, un hombre que la dominó desde que tenía 16 años de edad, siendo una menor de edad. Este sujeto comenzó una relación sentimental con Sara y nunca aceptó que ella ya no quisiera estar con él”, señaló la mujer que hizo público el caso.
Aseguró que las autoridades "pusieron trabas” en la investigación, pero, tras la presión de activistas y de los familiares, quienes obtuvieron videos donde —dijo— vieron a la expareja de Sara entrar a su casa antes de la muerte, lograron que el caso se investigue como asesinato; sin embargo, señaló que no hay avances en las investigaciones. Por lo que pidió justicia.
61 MUERTES VIOLENTAS DE MUJERES
Durante el año pasado, cuando Sara Abigail fue encontrada sin vida, Seiinac registró 61 casos de mujeres que murieron de forma violenta, 59 de ellas fueron halladas en el estado, mientras que en el mismo año la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) solo inició 20 carpetas de investigación, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Las víctimas, según el recuento de noticias periodísticas de la organización, tenían entre 11 meses de edad (el caso de un bebé en Tezontepec) y 92 (una adulta mayor que fue golpeada y violada en su casa). Asimismo, siete fueron niñas y adolescentes, 17 jóvenes entre 18 y 29 años y 17 de 30 años, del resto no encontraron datos sobre su edad.
Los cuerpos de las féminas fueron encontrados en 29 municipios hidalguenses: Acatlán, Acaxochitlán, Actopan, Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Atotonilco El Grande, Cuautepec, El Cardonal, Huejutla, Ixmiquilpan, Jacala, Mineral de la Reforma, Mineral del Chico, Mixquiahuala, Nopala, Pachuca, San Agustín Tlaxiaca, Santiago de Anaya, Tasquillo, Tepeapulco, Tezontepec de Aldama, Tizayuca, Tlaxcoapan, Tolcayuca, Tula, Tulancingo, Villa de Tezontepec, Zempoala y Huichapan, este último con mayor incidencia, con seis casos.
También encontraron que 12 asesinatos fueron con arma de fuego, 11 anunciados por los medios de comunicación como “supuestos” suicidios, el resto son casos de víctimas cuyos cuerpos estaban en descomposición, atados, calcinados o con huellas de violencia. Además, 23 casos fueron en escenarios privados, principalmente casas; 29 en lugares públicos como carreteras, terrenos baldíos, bajo puentes o en canales de agua; y en el resto no encontraron información.
Las integrantes de Seiinac, integrante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) desde 2013, subrayaron que todas las muertes violentas de mujeres deben ser investigadas bajo el protocolo de feminicidio e indicaron que es el deber de las autoridades determinar la situación de cada una de estas muertes, por lo que consideraron importante incorporar los elementos de la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso Mariana Lima Buendía —asesinada por su esposo, un policía ministerial, que fabricó toda una escena para intentar aparentar que su expareja se había suicidado— al protocolo de investigación del delito en Hidalgo.
“Es necesario mencionar que lo que aquí se describe son más que cifras, las niñas, adolescentes y mujeres que mueren o son asesinadas de forma violenta en el país y en Hidalgo, no son números, son personas, son sueños truncados, son hijas, son hermanas, son madres, son vidas que nos han sido arrebatadas”, leyeron las activistas, en la explanada de el Reloj Monumental de Pachuca.
Por lo que pidieron a las autoridades mayor presupuesto para las instancias que atienden a las mujeres; visibilidad sobre los casos de violencias en contra de las niñas, adolescentes y mujeres que suceden en la entidad; estrategias de reeducación para las autoridades y para la sociedad en general, pues señalaron que es inaceptable que se siga revictimizando a las mujeres y a sus familiares; que las notas de los medios de comunicación analicen sus discursos y que eviten difundir fotografías con contenido explícito de las víctimas para salvaguardar su dignidad.
Asimismo, que todos los presuntos suicidios se investiguen como probables feminicidios, con base en la sentencia de Mariana Lima Buendía; acciones dirigidas a la reeducación de varones para reducir las violencias en contra de las niñas, adolescentes y mujeres; que se garanticen investigaciones con perspectiva de género que permitan que cada niña, adolescente o mujer víctima de este delito accedan a la justicia, su familia a la reparación del daño y el feminicida a las sanciones correspondientes; y justicia para las víctimas de feminicidio de todo el país, enfatizando las de Hidalgo.
emh