Main logo

Aflorismos Disidentes: Mujeres cisgénero, y el brutal discurso TERFS

El ser humano tiene una imperiosa necesidad de poner nombre a todas las cosas, prácticas, naturaleza, animales etc

Por
Escrito en ESTADOS el

Es justamente el nombre que se le da alguna persona u objeto que nos hace más fácil referirnos a él ,ella,cualquier objeto o ser vivo. Cuando abordamos el tema de la violencia de género, discriminación derechos humanos debemos tener muy en claro que cada región y contexto circunstancial hacen cada caso distinto y merecen una lectura más adaptada a la realidad social que se vive en esa región o esa persona en específico.

En temas de violencia de género y machismo existe una coincidencia común en estas prácticas cometidas hacia mujeres y niñas, Un aspecto fundamental de la violencia de género contra las mujeres y las niñas es que la violencia se utiliza en las culturas de todo el mundo como una forma de preservar y mantener la subordinación de la mujer con respecto al hombre. En otras palabras, los actos de violencia contra las mujeres y las niñas son a la vez una expresión machista y una manera de reforzar la dominación masculina (patriarcado), no sólo sobre las mujeres y las niñas individuales, sino las mujeres como una clase entera de personas. La violencia tiene sus raíces en los desequilibrios de poder, roles, estereotipos y desigualdad estructural del machismo entre hombres y mujeres.

Entonces cuando las violencias machistas hacia mujeres y niñas están focalizadas y detectadas en donde se originan y quienes las ejercen eso da paso a poder liberarse de ese yugo, sin embargo no siempre es así ya que muchas mujeres y niñas aún al ser violentadas dicen amar o querer a sus agresores,dando paso al síndrome de estocolmo. La palabra Cisgénero proviene del latín “cis” “de este lado y género del latín genus, generis “ y del griego antiguo genos, género. (abreviado cis) es un neologismo y tecnicismo de origen alemán propio del campo interdisciplinario de los estudios de género, término que es utilizado para hacer referencia a aquellos individuos cuya identidad de género coincide con su fenotiposexual. Lo opuesto a cisgénero es denominado transgénero. También el prestigioso diccionario de Oxford define esta palabra como «Cuyo sentido de identidad personal coincide con su género asignado al nacimiento.» https://en.oxforddictionaries.com/definition/cisgender.

Bueno prosiguiendo por que en esta ocasión decidí que mi aportación de opinión en aflorismos disidentes sea hablar sobre el significado de Cisgénero es por que desde hace un par de semanas he leído un sin fin de comentarios provenientes dentro del movimiento feminista nombrado Terf Trans-Exclusionary Radical Feminist» que por su traducción literal al español «Feminista Radical Trans-Excluyente», donde afirman que esa palabra no existe, pero donde peor aún quieren legitimar sus discursos de odio hacia un grupo poblacional históricamente excluido, discriminado y atacado, donde según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos nuestra vida promedio en la región latinoamericana es - 35 años de edad http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/violenciapersonaslgbti.pdf , donde la violencia machista las experimentamos al iniciar nuestra transición e incluso desde antes, negar que existe un privilegio al tener concordancia entre la identidad psicológica y la genitalidad donde el estado te reconoce y puedes acceder a servicios de salud, trabajo,no enfrentar a tu familia o ser echada a la calle por tu identidad de género, eso es negar las miles de vidas de mujeres y niñas trans asesinadas, discriminadas, abusadas sexualmente e incluso utilizadas como esclavas sexual en al menos 4 zonas de nuestro país donde se han detectado grupos delincuenciales que lo hacen.

Mi opinión no va hacia la dirección de quienes sufren más, y poner algún indicador de medición para hacernos las mártir pero vale mucho la pena analizar que eso que nombran feminismo RadFem Terf tiene sus orígenes en los años 70 con Janice Raymond y Sandy Stone a continuación les compartiré un texto de la revista Transadvocate, por Cristian Williams.

Sandy Stone era un problema del cual Janice Raymond, autora de «El Imperio Transexual: La Construcción del Maricón con Tetas» («The Transsexual Empire:

The Making of the She-Male»), decidió hacerse cargo. Raymond sentía que Stone – una mujer abiertamente trans que fue parte del colectivo musical feminista radical lesbiano y separatista, «Olivia Records» – no pertenecía allí. Raymond diseñó una campaña de desprestigio que casi destruyó el Colectivo y puso en peligro la vida de Stone y culminó en el asalto de un grupo armado de TERfs manifestando su intención de asesinar a Stone.

«Olivia Records» era un exitoso colectivo musical feminista lesbiano radical separatista ubicado en California. El Colectivo era ampliamente visto como el motor impulsor detrás del movimiento de música de mujeres en los años 1970. También era un espacio trans-inclusivo. No sólo este espacio RadFem le dio la bienvenida a Stone como la mujer que era, sino que el Colectivo ayudó a Stone acceder a la atención médica que necesitaba como mujer trans.

Lo que sigue es un recuento detallado de lo que Stone – y esta comunidad de mujeres feministas radicales – tuvieron que padecer a manos del movimiento TERf. Cristian Williams: ¿Me puedes decir cómo fue que tuviste conocimiento del movimiento TERf? Sandy Stone: Eso habría sido el incidente de Janice Raymond. Esto ocurrió en el contexto de mi trabajo con «Olivia Records». Cuando fui abordada por primera vez por representantes de «Olivia Records», que creo fue en 1974, inmediatamente les dije que yo era trans y de hecho, ellas ya había oído que yo era trans de parte de Leslie Ann Jones, quien era ingeniera asistente de grabación en San Francisco. Así que, ya estábamos en el entendido claro sobre el hecho de que yo era una mujer trans y ellas fueron muy abiertas y se mostraron dispuestas a trabajar conmigo. Lo que más les interesaba saber era si nuestras posiciones políticas coincidían y si estoy estaría o no dispuesta a trabajar con un colectivo de lesbianas separatistas.

Necesitaban urgentemente a alguien con habilidades de ingeniería de sonido. El colectivo fue muy claro en que me consideraban como una mujer. Habíamos pasado mucho tiempo juntas – alrededor de un año, tal vez más – tiempo en el que habíamos llegamos a conocernos bastante bien y para el momento en que finalmenteme me uní al colectivo, sentimos que ya sabíamos todo lo que necesitábamos saber acerca de cómo íbamos a conseguir llevarnos viviendo y trabajando juntas. Y así, me uní al colectivo y me fui a vivir con ellas en el Distrito Wilshire de Los Ángeles, donde tuvimos tres casas: dos una al lado de la otra y otra enfrente al cruzar la calle. Después de un tiempo eramos 13 miembros en el colectivo. Creo que cuando me uní habían 11.

Esos son los antecedentes. Quería mostrar estos antecedentes porque lo que pasó después con Raymond está tan lleno de mentiras traicioneras y es algo tan extraño y tan completamente inesperado. Recibimos un sobre de 11 x 14 que contenía partes del capítulo del libro de Raymond, lo que ella más tarde publicaría bajo el título de «Safo hecho por la Cirugía.» La copia que recibimos para reseñar no me llamaba por mi nombre, pero estaba claramente dirigida contra mí.

El Colectivo hizo circular la pieza entre nosotras, con nuestra hoja habitual de comentarios adjunta y para cuando llegó a mí habían ocho tal vez ocho o nueve comentarios ya anotados. Los comentarios eran: «Esto es basura!» Y «Santo cielo, ¿qué le pasa a la persona que escribió esto!» Y «Esto no tiene nada que ver con la realidad.» Y «¿De dónde se inventa estas cosas?» Siendo la única mujer trans en el Colectivo, que yo supiera, sentí que mi obligación era adoptar una posición moderada respecto al escrito, aunque me pareció que era asqueroso y completamente fuera de la realidad – Quiero decir, ninguna de nosotras nos dábamos cuenta de que a lo que nos estábamos efrentando era al odio, parecía otro bicho raro escribiendo un artículo pseudocientífico – así que, mi comentario fue: «El mundo realmente necesita un libro sobre este tema, pero este material no es ese libro.» Eso fue todo lo que dije y se lo pasé a Judy y se lo enviamos de vuelta a Raymond con la hoja de comentarios pegados y pensamos que ese era el final de la historia. Simplemente no entendimos el grado de profundidad del odio.

Entonces, comenzamos a recibir cartas de odio. Antes de todo eso, sencillamente nos dedicábamos a trabajar todo el tiempo – teníamos un montón de material en nuestros estantes – teníamos una red de distribución, estábamos haciendo álbumes, estábamos haciendo relaciones públicas, pero sobre todo, todas estábamos concentradas en producir música creada por mujeres para mujeres como un acto político de amor y con suerte, ganar dinero suficiente como para mantener el colectivo funcionando.

De repente vino esta cosa de donde no nos la esperábamos. Estábamos siendo bombardeadas con cartas de odio. El correo de odio inicialmente tomó una forma que era tan reconocible que Ginny Bergson hizo un diagrama del mismo. Llegaba una carta y la carta atacaba a uno de nuestros álbumes, debido a la forma en que fue producido y mezclado por la ingeniera de sonido. Había ideas muy claras acerca de lo que constituía una mezcla «de hombres» y una mezcla «de mujeres», algo de lo que nadie había oído hablar antes. Lo que entendimos era que las mezclas «masculinas» tenían tambores, que se vinculaban directamente a la «espasmódica energía masculina.»

Cristian: [Risas] Lo siento. Eso es ridículo! Sandy Stone en «Olivia Records»

Sandy: Créeme, me alegra encontrar alguin con quien puedo reirme de todo esto porque en ese momento me causó mucha gracia, sin embargo para las personas que lo escribían se trataba de algo muy serio y al final resultó ser catastrófico para nosotras como colectivo, a pesar de que no nos dimos cuenta en ese momento.

Yo estaba en el proceso de asimilar el nivel del odio [anti-trans]. En este momento, dentro del colectivo, yo pensaba convertir la sala de la casa de al lado en una escuela para que pudiéramos enseñar a las mujeres a grabar, para que hubiera un montón de mujeres con habilidades de ingeniería de sonido. Mientras tanto, seguíamos recibiendo mensajes de odio dirigidos a mí. Después de un tiempo las cartas de odio se pusieron tan viciosas que Sandy, que trabajaba en la sala de correo, tomó la decisión de no permitir que me pasaran el correo. Esos correos fueron un acto vil. Muchos de ellos incluían amenazas de muerte. Las chicas me contaron sobre las amenazas de muerte hasta después de un tiempo.

Las amenazas de muerte se dirigían a mí, pero había amenazas de que habrían violentas consecuencias para el colectivo si no se deshacían de mí. Mientras más correo de odio llegaba, más podíamos darnos cuenta de lo que estaba sucediendo fuera del Colectivo, que tenía que ver con la transfobia y con el aislar a las personas trans dondequiera que encontraran una. Me dí cuenta que no estaba sola, que no era la única. Este patrón se fue intensificando. Estábamos organizando lo que nosotras considerábamos sería una gran gira. Queríamos recorrer el país y ofrecer música de mujeres para mujeres en las principales ciudades a lo largo de nuestra ruta. Era la primera vez que algo así se había intentado. Teníamos toda la intención y era algo extremadamente absorbente que requería de todas nuestras energías. Requirió de toda nuestra energía poder ponerlo en marcha. Contábamos con toda una red de productoras lesbianas separatistas, personas que podían organizar el apoyo logístico local, personas que podrían promocionar los eventos y manejar la venta y queríamos que fuera algo completamente hecho por mujeres.

De todos modos, habíamos organizado este viaje y de repente recibimos una carta diciéndonos que cuando llegáramos a Seattle habría un grupo paramilitar separatista llamado «Las Gorgonas.» «Las Gorgonas» era un grupo de mujeres que vestían ropa de camuflaje, tenían las cabezas afeitadas y llevaban armas de verdad. Se nos dijo que cuando llegáramos a la ciudad, me iban a matar. Cristan: Espera, dijeron que te iban a MATAR si ibas a Seattle?

Sandy: Sí, pero era el tipo de cosas de las que solíamos reirnos. Pensamos que eran simplemente exageraciones, pero luego escuchamos que realmente era cierto. Así que comenzamos a averiguar y las mujeres que habían organizado el evento para nosotras, dijeron, «Sí! estas personas son reales y ustedes chicas mejor si hacen algo al respecto porque van en serio! »

De hecho, sí fuimos a Seattle, pero lo hicimos como probablemente la única gira musical de mujeres que alguna vez tuvo que utilizar revisiones personales de seguridad por lo grave de la situación. Estaban alerta buscando a ver si alguien venía armada, y de hecho, «Las Gorgonas» llegaron y traían armas que les fueron retiradas. Yo estaba que me orinaba de miedo en los pantalones en ese evento. Estaba aterrorizada. Durante una pausa entre un número musical y otro alguien gritó

«GORGONAS!» Y yo salté de mi asiento para arrojarme debajo de la mesa de la consola algo así como a la velocidad superluminal. Me quedé allí debajo hasta que quedó claro que no me iban a disparar.. No es que me gustara estar allí agazapada.

Cristian: El peso de la opresión pura de esta violencia inminente que se cierne sobre tu cabeza, que está a punto de caer sobre ti y las personas con las que trabajas y que te importan, y que ronda y puede ocurrir en cualquier momento.. Eso tenía que sentirse como el terrorismo; es la inducción del terror. ¿Cómo lidiaste con ese tipo de presión, día tras día, cuando se hizo evidente que habían TERFs que estaban dispuestas a matarte por ser trans?

Sandy: [Larga pausa] tuve que lidiar con esto por etapas. Al principio, me sentí muy protegida por las otras mujeres del Colectivo. Sentí que nosotras, como una unidad colectiva, nos enfrentaríamos a todo esto desde la solidaridad. De hecho, el Colectivo le envió una carta a ... Tendría que ir a buscar el nombre de la publicación. No puedo recordar en este momento.

Cristan: ¿Fue «Sister»?

Sandy: ¡Sí!

Publicado en junio de 1977 en la revista «Sister» («Hermana»), lo que sigue son extractos de la respuesta de nuestro Colectivo al odio TERf: «Debido a que Sandy decidió abandonar por completo y de forma permanente su identidad masculina y vivir como mujer y lesbiana, ella se enfrenta ahora a los mismos tipos de opresión que enfrentan otras mujeres y lesbianas. Ella también tiene que hacer frente al ostracismo que toda la sociedad impone a una transexual.

Al evaluar en quien confiamos como un aliada cercana, tomamos la historia de una persona en consideración, pero nuestro enfoque como lesbianas políticas es que lo que cuenta son sus acciones de ahora. Si ella es una persona que viene del privilegio, ¿ha renunciado a aquello que es opresivo de su privilegio y está compartiendo con otras mujeres aquello que pueda ayudarles? ¿Es consciente de su propia opresión? ¿Está abierta a la lucha en torno a la clase, la raza, y otros aspectos de la política feminista lesbiana? Estas han sido nuestras varas de medir a la hora de tomar la decisión de trabajar con una mujer que creció con el privilegio masculino. Sentimos que Sandy reúne esos mismos criterios que aplicamos a cualquier otra mujer con la que tenemos la intención de trabajar en estrecha colaboración.

«En cuanto a por qué no trajimos inmediatamente esta cuestión a la atención de la comunidad nacional de la mujer, tenemos que decir que para nosotras, Sandy Stone es una persona, no un problema. «Todas nosotras estamos deseando que llegue el día en que pueda reiniciarse el trabajo en nuestro estudio y Sandy pueda comenzar a entrenar a otras mujeres. Como lo hacemos con nosotras mismas, todo el tiempo le pedimos a Sandy que de lo mejor de sí, y ella lo da. Ella ha elegido hacer su vida con nosotras y esperamos envejecer juntas trabajando y compartiendo.»

Sandy: Así fue como el colectivo respondió al debate público. Luego tuvimos un debate muy sucio, en el cual, cuando vimos a nuestro alrededor, las personas afiliadas a nuestro colectivo y que vivían en Oakland, inmediatamente dijeron, «Espera, esas mujeres no son de aquí. Hay un grupo aquí que son de Chicago y son conocidas por ser ‘rompehuesos’!» Creo que quería decir que ellas estaban allí para causar problemas.