Piensen rápido en una empresa divertida para trabajar. Apuesto mi fondo de ahorro a que alguna de las siguientes está entre las que pensaron: Amazon, Google, Disney, Lego, Cartoon Network y… apuesto mi aguinaldo a que nadie pensó en una pescadería. Cáiganle con los pesos, muchachos.
La pescadería a la que me refiero está en el Pike Place Fish Market en Seattle, Estados Unidos, y es considerada como una de las empresas más divertidas para trabajar del lugar y quienes orgullosamente reciben alrededor de 10 mil visitantes en temporada alta, sólo para verlos lanzar pescados y despachar a los clientes (les recomiendo buscar el video en YouTube, es bastante bueno).
Pero bueno, la pescadería tiene otra función en esta columna aparte de subir el número de visitas a la mayor plataforma de videos y ser una idea en su inconsciente de comer más pescado, y es introducir la filosofía FISH a nuestros queridos lectores Godínez.
Filosofía FISH
Esta filosofía está enfocada sobre todo a la cultura y clima laboral de las empresas, y se basa en 4 principios muy sencillos, y generalmente es lo sencillo lo que más nos cuesta trabajo laboralmente:
1. Jugar: no solamente se refiere a tener una sala de juegos, mesas de ping pong o futbolito. Se puede empezar por cosas tan sencillas como los colores decorativos en la oficina, dinámicas al iniciar el día, y juntas por logros importantes, no sólo para ver en qué la estamos regando.
2. Alegrar el día: como cliente, no hay nada mejor que nos hagan sentir especiales, y como proveedores, eso lo logramos atendiendo a un cliente a la vez. También podemos enviar mensajes o detalles por fechas importantes, y premiarlos por su preferencia.
3. Estar ahí: desde escuchar atentamente las expectativas y necesidades, no sólo de los clientes, sino también de nuestro equipo de trabajo. Realizar encuestas que indiquen los niveles de satisfacción, llevar registros o bitácoras de qué les gusta a nuestros clientes y tratar de replicarlo.
4. Actitud: es de lo más importante, porque sin actitud y motivación, las cosas difícilmente salen adelante. Hay que fomentar la participación y la toma de decisiones de nuestros equipos, así como delegar responsabilidades para poder crear un sentido de compromiso y empoderamiento.
Se escucha fácil, ¿no?
Vamos a ver si lo podemos aplicar así de sencillo, y si no, siempre podemos intentarlo poco a poco, mientras sigamos avanzando y mejorando.