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Recobrar la importancia del derecho al voto

Es imprescindible que las fuerzas políticas hagan un balance sobre el alto costo de influir de manera desleal en el electorado. | Areli Cano Guadiana

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Escrito en OPINIÓN el

En el actual proceso electoral se dedican ríos de tinta al análisis de la oferta política, enfocándose en la trayectoria de los candidatos y sus propuestas de gobierno, los escándalos en los que se han visto inmiscuidos, el lugar que van ocupando los contendientes en las encuestas, así como en los probables escenarios y la correlación de fuerzas que se podrían registrar después del 1º de julio. Sin embargo, poco se dice de la importancia del voto y de su significado intrínseco.

El voto

En principio, el sufragio se encuentra inscrito en nuestro marco jurídico y en los instrumentos internacionales de derechos humanos de los que México es parte; en torno al cual se ha desarrollado un entramado legal  e institucional robusto para garantizar su libre emisión a lo largo del territorio nacional, y al que se dedica un cuantioso presupuesto público, que en esta ocasión es superior a los 28 mil millones de pesos a nivel federal, según consta en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018. Asimismo, a través del ejercicio del voto los ciudadanos renuevan periódicamente a sus gobernantes y representantes populares, como un medio para acotar el poder público y reorientar sus directrices.

El voto también involucra la potestad de las personas de reconfigurar la posición de los partidos dentro del espectro político. Los electores tienen en sus manos la decisión de brindar apoyo o, en su caso, mostrar su rechazo a los contendientes, ya sea por las propuestas expuestas y los compromisos adquiridos en campaña, o por la trayectoria de actuación en facetas anteriores como representantes populares o dirigentes partidistas.

Confianza en el orden democrático

En tal perspectiva, lo que subyace detrás del sufragio no sólo es el respaldo ciudadano a un proyecto de nación y a quienes lo encabezarían, sino la confianza en el orden democrático al que aspiramos legítimamente para procurar bienestar a la población y salvaguardar sus derechos. Por lo tanto, la búsqueda del apoyo electoral debe sustentarse en estrategias y acciones que reconozcan el valor auténtico del voto, y se traduzcan en una competencia leal y respetuosa de las normas, las instituciones, los contendientes, la concordia social, pero principalmente de la autodeterminación política de los individuos. Ello es posible a través de candidatos y campañas cercanos a los distintos sectores de la sociedad, empezando por las bases de militantes y simpatizantes, seguido de los electores que se muestran escépticos e inconformes, hasta con aquellos con los que se disiente. De la comunicación, la interacción y el diálogo permanente y directo, puede surgir el reconocimiento y la consideración mutua.

Transgresión en la decisión de los ciudadanos

En la presente contienda electoral se han registrado diversos actos en sentido contrario al enfoque descrito. A través de la mentira, el engaño, la compra, la coacción, el condicionamiento y la violencia, se busca incidir de manera indebida en la decisión de los ciudadanos y en los resultados de la elección. Para los promotores de estas acciones, que suelen actuar al margen de la ley, la voluntad del elector es una esfera que puede ser transgredida, manipulada y puesta al servicio de intereses ajenos al ciudadano, lo que implica desvirtuar la equidad y la autenticidad de los comicios.

Un claro ejemplo de lo anterior, son las llamadas telefónicas de carácter anónimo hechas de manera masiva en recientes fechas para desprestigiar a una de las opciones electorales; o los promocionales publicados en redes sociales para difamar a otro de los contendientes, de cuyos autores intelectuales se desconoce su identidad. De igual forma, lo son los operativos desplegados por diversos partidos políticos, que han sido documentados por el colectivo de organizaciones como Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, entre los que se encuentran la compra del voto; el reparto de bienes, como despensas y tinacos; los ofrecimientos o amenazas de dar o retirar los beneficios de programas sociales; y el reparto de tarjetas electrónicas con la promesa de depósitos en efectivo posteriores a la jornada comicial.

Los programas sociales

Por su parte, el Comité Conciudadano para la Observación Electoral ha llamado la atención sobre el incremento de programas sociales sin la regulación adecuada, sin padrones de beneficiarios, ni reglas de operación, permitiendo su uso discrecional en contextos electorales; así como el aumento presupuestal destinado a la atención de sectores de escasos recursos en las nueve entidades donde hay elecciones para gobernador. Aun más preocupante, es la violencia registrada en contra de candidatos, dirigentes partidistas y ex servidores públicos, que van desde advertencias, actos de intimidación y agresiones, hasta los asesinatos, que hasta el día de hoy han sumado 113, de acuerdo a datos publicados por la consultora privada Etellekt.

Acudir a las urnas

El sufragio enfrenta riesgos que comprometen su libre ejercicio en nuestro país; los cuales deben ser afrontados tanto por las instituciones como por la sociedad. En vista de la magnitud de los comicios y la cercanía de la jornada electoral, cabe hacer todos los llamados posibles a los electores a fin de que acudan a las urnas a emitir su voto de manera libre y conscientes del potencial de este derecho en la definición del rumbo del país.

En los últimos tres lustros, diversos actores han sustentado su actuar en la creencia de que se vale recurrir a cualquier táctica para acceder al poder y mantenerse en él, sin importar las consecuencias negativas al interés general. Para evitar que esta bola de nieve se convierta en una avalancha que destruya todo en su camino, es imprescindible que en el futuro inmediato las fuerzas políticas hagan un balance sobre el alto costo, los múltiples daños y lo pernicioso que resulta pretender influir de manera desleal en el electorado. Los ciudadanos tienen que hacer lo propio y trabajar para reconocerse como agentes clave en la erradicación de las prácticas que buscan desvirtuar la voluntad popular, y restar poder a quienes las promueven, al elegir sin dejarse presionar. De esta manera, junto con el fortalecimiento de las instituciones, será posible continuar con la construcción del régimen democrático mexicano.

Oferta electoral generadora de reflexión y diálogo

areli.cano09@gmail.com

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