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Preocupa la realidad del país, no la popularidad de AMLO

La caída de AMLO en las encuestas es muy preocupante porque es el reflejo de la situación del país que nos concierne y afecta a todos. | Agustín Castilla

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Escrito en OPINIÓN el

Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador es uno de los políticos más populares en la historia reciente de nuestro país y, al inicio de su administración registraba niveles de aprobación que incluso llegaron a estar por arriba de los 80 puntos. Sin embargo, a 15 meses de gestión los resultados de diversas encuestas muestran una disminución significativa en los índices de aceptación presidencial.

La encuesta publicada por el periódico Reforma arrojó un nivel de aprobación de 59%, lo que representa una diferencia negativa de 19 puntos respecto a febrero del 2019, y que guarda similitud con la de Buendía&Laredo que hace un año le daba 85% de aprobación contra 62% sufriendo una disminución de 23 puntos porcentuales.

Por su parte, el estudio del Gabinete de Comunicación Estratégica señala que en enero de 2019 AMLO contaba con una opinión positiva de 80% y para el pasado mes de febrero registró una caída de casi 39 puntos para quedar en 41.4%. La encuesta más reciente publicada por El Financiero, que apenas hace un mes le daba 71% de aprobación, reportó una baja de 8 puntos quedando actualmente en 63%. También el tracking poll de Mitofsky que se publica todos los días en El Economista es coincidente -aunque en distinta proporción- ya que al 3 de marzo el presidente registró 54% de aceptación, mientras que el pasado mes de abril superaba los 64 puntos.

De acuerdo con Oraculus, que promedia los resultados de las principales encuestas, la diferencia entre positivos y negativos de López Obrador se redujo en 38 puntos al pasar de +67 en febrero de 2019 a +29 en febrero de este año. Es claro que la imagen del presidente ha sufrido un desgaste importante -aunque sigue manteniendo niveles de aprobación nada desdeñables-, pero lo que nos debe preocupar no es su popularidad, sino la situación por la que atraviesa el país que también se refleja en la opinión de las personas encuestadas, y la falta de capacidad para reconocer los problemas y rectificar ante la falta de resultados en varios rubros.

El desgaste que el mismo presidente ha tenido que aceptar, no es provocado por los ataques de los conservadores ante su enojo por la perdida de privilegios y el combate a la corrupción que les impide seguir robando como ha pretendido hacerlo creer en su estrategia de polarización que también se ha ido desgastando. La caída en las encuestas, -que es mayor cuando se pregunta sobre el desempeño gubernamental-, se debe principalmente a la insatisfacción creciente con la inseguridad, la violencia contra las mujeres y niños, el desabasto de medicamentos o el nulo crecimiento de la economía con la consecuente pérdida de empleos.

Parece que no se han dado cuenta que no basta con la narrativa gubernamental -que hasta ahora había sido exitosa-, pues en algún momento se tiene que encontrar con la realidad. Por ejemplo, siguiendo con la encuesta de Reforma el 67% considera que el gobierno de López Obrador no ha dado resultados para reducir la violencia, 57% opina que la violencia ha aumentado y sube a 74% en el caso de la violencia contra las mujeres, mientras que el 62% desaprueba el combate contra el crimen organizado, y el 74% está de acuerdo en que hay escasez de medicamentos en hospitales y clínicas del país. De igual forma, el estudio de El Financiero arroja una opinión negativa de 61% respecto a la forma en que el gobierno está tratando a la corrupción, 57% a la pobreza, 53% en materia de salud, y sólo el 44% tiene una percepción positiva de las conferencias mañaneras que hace un año era de 72%.

Otro dato importante es que según la encuesta de Buendía&Laredo, el 60% de los entrevistados percibe que los problemas están rebasando al gobierno, pero no se trata tan sólo de un asunto de percepción, ya que todos los datos apuntan en el mismo sentido. La caída en las encuestas no es algo para celebrar, por el contrario es muy preocupante pues no es más que el reflejo de la situación del país que nos concierne y afecta a todas y todos.