Hace un par de semanas se cerró el periodo de sesiones en el Legislativo y con ello baja bastante el volumen de los temas políticos, pero iniciaron formalmente los temas electorales y entre la conformación de las alianzas, los registros de precandidatos, la reelección (por primera vez en la Cámara de Diputados), los que anticipan cada vez más sus campañas y la tremenda politización y promoción de la llegada de unas cuantas vacunas contra el covid-19, el ritmo no se ha detenido, pero vale hacer una breve reflexión sobre el año que se extingue y los que nos deja:
• Para empezar sin duda estamos por terminar el peor año del que yo tenga registro en mi memoria. No dudo que las crisis económicas de otras épocas hayan dejado más secuelas, no dudo que aquél 1994 que marcó a México de principio a fin haya sido mucho más trascendente pero el 2020, entre el mal gobierno federal y el covid-19 realmente acabaron con años de trabajo y con las esperanzas de millones.
• No tenemos ni siquiera números fidedignos de cuántas muertes van, pero entre el crecimiento de los homicidios y feminicidios, y las al menos 120,000 muertes que ha dejado el coronavirus se puede deducir fácilmente que durante el 2020 ha muerto prematuramente al menos uno de cada mil mexicanos.
• Además de lo anterior que es atribuible en buena parte al mal gobierno, el 2020 dejó al menos: 70 millones de mexicanos a los no les alcanza para la canasta básica, se han perdido 15 millones de empleos, han cerrado medio millón de empresas, ha habido 45 masacres, somos el primer lugar de personal de sector salud fallecido, ha crecido la corrupción y más del 77% de los contratos del gobierno se han otorgado por adjudicación directa, recortaron presupuestos para atender muchas enfermedades y le quitaron presupuesto a todo lo que no es clientelar y obras absurdas como la inundada refinería de Dos Bocas.
• Para cerrar el año, después de decir que sería monopolio la compra y distribución de la vacuna contra el covid-19, la puntada del gobierno de traer 3 mil vacunas y hacer tremendo alboroto por ello es francamente indignante… a ese paso ni en 100 años se vacunaría a todos.
• El año completo fue marcado por desgracias y ocurrencias del gobierno; ahora sí que tenemos el peor gobierno en el peor momento, y cada vez es más notorio.
En resumidas cuentas, lo único bueno del año es que ya se va a terminar y con un poco de suerte el que entra será mucho mejor… al menos hay varias oportunidades latentes de mejora:
• Está la oportunidad de que regrese el equilibrio de poderes y se limiten las tonterías de López Obrador por vía de la Cámara de Diputados.
• Está la oportunidad de que la vacuna cambie la extraña realidad que hoy se vive… y aunque ciertos aspectos, como la aparición de nuevas cepas del virus son desesperanzadores, la capacidad que ha demostrado la humanidad para levantarse y modificar las condiciones es alentadora.
A quienes me leen les deseo un gran inicio de año… que ya se acabe el 2020 y que el 2021 sea mucho mejor para todos.