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Pensar pobre

Pensar que la única forma en la que unos tengan más es buscando que otros tengan menos es una política Robin Hoodesca, y a la vez pensar pobre. | Pamela Cerdeira

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Escrito en OPINIÓN el

Tenemos que hablar de dinero. Tenemos que hablar de todas las ideas y emociones que hemos construido alrededor del concepto dinero. Debemos analizar y entender que muchas de las cualidades que le damos son falsas.

El gobierno construye una narrativa importantísima alrededor del dinero que es indispensable no perder de vista. Han nombrado a los funcionarios con más altos sueldos Burocracia Dorada. Incluso el presidente calificó los altos sueldos como un acto de deshonestidad.

A su vez, sobre la pobreza se generan otro tipo de conceptos. Para López Obrador el origen de la violencia está en la pobreza.

No podemos ni debemos bajo ninguna circunstancia ignorar la desigualdad que se vive en el país. El azar que determina en donde naces, decide qué tantas oportunidades tendrás para alcanzar el bienestar. Tampoco está bien que se construyan inmensas fortunas con el dinero de los contribuyentes y a merced de estos: quimioterapias de agua, escuelas públicas maquilladas, compra de servicios o productos inexistentes, etc… Pero, pensar que la única forma en la que unos tengan más es buscando que otros tengan menos es una política Robin Hoodesca, y a la vez pensar pobre. Las inmensas desigualdades no se generaron con los altos sueldos de los funcionarios públicos, sino con los inmensos contratos a sobre precios, plagados de moches u obras que no se llevarán a cabo.

Asumir que la pobreza genera criminales nos obligaría a asumir que los ricos no lo son, argumento que por cierto le escuché a algunas personas que votaron por Cuauhtémoc Blanco, bajo el concepto de: “como él ya tiene dinero no necesita robar”, como si quienes tienen mucho dinero no quisieran más. Tan equivocado como asumir que si eres pobre seguramente eres delincuente. De la misma forma resulta errado pensar que tener dinero es inmoral. Bajo un argumento tan simplista, serían igualmente inmorales los relojes de César Camacho, que el Cartier de Irma Sandoval. El dinero no es moral ni inmoral, pero darle esa cualidad resulta altamente rentable. Basta con voltear a ver el discurso tradicional de la iglesia sobre este tema.

Asumir que alguien debe ganar menos como un acto de justicia social es echar por la borda la preparación, el conocimiento y la experiencia. De cierta forma es también negarle a quien está hasta abajo la oportunidad de ganar más basado en su preparación, conocimiento y experiencia.

No hay duda de que deben desparecer del gobierno aviadores y amiguismos de su plantilla laboral, sin embargo los despidos recientes parecen estar lejos de este ideal. Los aviadores se esconden bajo las alas de los sindicatos, y los amiguismos generalmente se van con el cambio de administración para dejar espacio a los cuates de los nuevos jefes.

Tenemos que hablar de dinero, despojándolo de todos sus prejuicios.

Miedo

@PamCerdeira | @OpinionLSR | @lasillarota