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Pensamientos

Las personas no suelen dar importancia a los derechos humanos, pero justamente la capacitación pudo y aún puede evitar injusticias | Alejandra Landa

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Escrito en HIDALGO el

El mes pasado transitó con dos nombres resonando en las calles de Pachuca, dos nombres que, por falta de capacitación, de sensibilización por parte del personal policiaco, dejaron de tener vida, dos vidas que, por negligencia, abuso de poder e incapacidad ante casos de violencia de género no procedieron de manera correcta.

Leobardo Hernández Regino, habitante de Xuchitlán, herido en la cabeza por un proyectil de gas que disparó un policía estatal durante una manifestación. Beatriz Hernández Ruiz, mujer de 29 años localizada sin vida el 9 de junio dentro de las galeras de Progreso de Obregón tras ser detenida por un accidente automovilismo.

A mi alrededor escuche comentarios revoloteando como: “Para qué van, ellos se lo buscaron” o, “estaba bajo sustancias para aguantar la carga de trabajo”, “se les pasó la mano, sembraron evidencia”.

Siempre he pensado que la verdad depende de la perspectiva en que se mire, así como que cada uno tenemos un cachito de verdad, pero en éstos casos, la verdad puede ser alterada. Lo que si cala y es verídico es la frialdad y la indiferencia ante las muertes injustas, a las vidas arrebatadas, porque ambas muertes fueron arrancadas

Desde octubre del 2018, la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo (CDHEH) les solicitó a los 84 ayuntamientos capacitar a sus policías y jueces calificadores y a dos años 58 alcaldías no reportaron cumplimiento. Bien pudieron ser evitadas ambas muertes, al capacitar a la policía en materia de derechos humanos y de violencia de género. Bien pudo ser manejada la información de manera más sensible al comunicar los hechos en boletines. Bien pudimos ser más en las marchas y manifestaciones.

El movimiento feminista se activó en el mes, acompañó a familiares, se manifestó en las calles, prendieron fuego a la barandilla de Progreso de Obregón y volvieron a dañar El Reloj con pintura rosa. De igual forma colectivos feministas exigieron que los policías estatales y municipales sean capacitados en derechos humanos y perspectiva de género, a quienes acusaron de cometer abuso de poder y actos de represión.

Las personas no suelen dar importancia a los derechos humanos, pero justamente la capacitación en la materia pudo y aún puede evitar injusticias. La policía debe de mantenerse firme en los lineamientos del ejercicio de su labor, recordando que también son humanos, ciudadanos, que también tienen hermanos y hermanas, familias. Qué vale más proteger y salvar una vida que cualquier mala práctica adquirida por el tiempo.

Por otra parte, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo le dice a sus alumnas que "la violencia como respuesta a la violencia no hace justicia a las víctimas”, cuando ellas se manifiestan pintando inmuebles pertenecientes a la UAEH, uno de los motivos de dichos actos es porque hay abusos de poder por parte de sus maestros, tema del que no se menciona nada en el boletín que publicó.

Finalmente, la muerte de Beatriz le recordó al ombudsperson, Alejandro Habib, que en diciembre de 2020 emitió un informe especial que contiene información acerca del mal estado de las barandillas de Hidalgo. ¿En qué condiciones creen que estaban las galeras donde fue detenida Beatriz?

Al parecer la violencia que se presenta hoy en día rebasa nuestras manos, por eso es fundamental el ejercicio y capacitación y el compromiso de la implementación de los derechos humanos, de todos ser valientes, reconocer nuestro cachito de terreno que tenemos para que éste tipo de historias no terminen como terminaron Beatriz y Leobardo.

Junio me dejó pensando: ¿Qué resulta socialmente ser más violento hoy en día? ¿Qué es lo que realmente nos indigna? ¿Qué vivió Beatriz para decidir quitarse la vida? ¿Qué pensamientos surgieron en su mente? Espero que éstas vidas arrebatadas nos dejen lecciones para accionar de manera más responsable y mirar con mayor urgencia la implementación de los derechos humanos.