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Niñez y campañas políticas, hacía una ética política

El INE prohíbe a los partidos políticos y personas candidatas, exhibir a niñas, niños y adolescentes de manera intencional en sus campañas | Rafael Castelán

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Escrito en HIDALGO el

El próximo 6 de junio habrá elecciones en México. Se renovarán 21 mil 383 cargos entre diputaciones federales, locales, titulares de los ejecutivos estatales y de ayuntamientos; 10 partidos nacionales, tres de ellos a prueba; además de 58 partidos locales en 26 estados, invadirán televisores, estaciones de radio, calles, esquinas, mensajería, llamadas telefónicas, redes sociales, páginas de búsqueda y hasta donde la imaginación de los equipos de mercadotecnia electoral les permita. Violentando no sólo el ambiente, en ocasiones a las personas.

Lamentablemente en nuestra sociedad existe una limitada “ética política”, porque una cantidad significativa de estas personas, priorizan los intereses de grupos pequeños que han estado o que aspiran únicamente al poder para favorecerse del mismo, sin un compromiso democrático, dejando de lado los intereses y en algunos los derechos de las minorías; por el contrario, las “usan” para ganar adeptos y votos; no faltarán las personalidades políticas dando la mano a vendedoras de las calles, al lado de personas que se asumen indígenas, estando aparentemente del lado de las mujeres y hasta asumiéndose feministas de época electoral.

Uno de los grupos que se “usa” por esta clase política son las niñas y niños; en cada elección se observan anuncios espectaculares de las personas candidatas con niñas y niños a su alrededor, pero en sus propuestas de campaña, la presencia de esta población es prácticamente nula. Por esto y a raíz de una discusión sostenida en las elecciones federales de 2018, donde un niño cantaba una canción para un partido político, el Instituto Nacional Electoral (INE) tuvo que actuar por mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

En el mejor de los casos, el uso de la niñez es para mejorar campañas, pero en otros es para desacreditar políticamente a candidatas o candidatos; sucedió en su momento con Jesús Ernesto, el hijo menor del ahora presidente; en ese momento se evidenció el clasismo y racismo en que aún vive una parte de la población mexicana.

El caso más reciente es el de un precandidato en Puebla, que en sus redes sociales exhibe a su hija con poses y frases hipersexualizadas que generan impacto para quien las lee, interpretándose incluso como pederastia; en este caso los partidos de oposición y la sociedad hicieron viral las imágenes que datan desde 2016 y se centraban en la destitución de ese sujeto como candidato, sin mirar por la integridad y el daño que podrían causar con la difusión de las imágenes a la niña que aparece en las fotos.

Me detengo un poco para recordar que la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en su artículo 80 establece que: ni los medios de comunicación, ni la sociedad, podrá difundir imágenes o noticias que pongan en peligro, estigmaticen o motiven a la discriminación, de forma individual o colectiva, la vida, integridad, la dignidad o vulneren el ejercicio de derechos de niñas, niños y adolescentes, aun cuando se modifiquen, se difuminen o no se especifiquen sus identidades. Dicho sea de paso, esperamos que a este sujeto se le investigue y se le sancione en caso de encontrarse culpable de algún delito.

Siguiendo con el mandato del Tribunal Electoral, el pasado 6 de noviembre de 2019, el Consejo General del INE modificó los lineamientos y anexos para la protección de niñas, niños y adolescentes en la propaganda y mensajes electorales, además creó un manual para ello. Los lineamientos establecen, entre otras cosas, la prohibición a los partidos políticos, sus candidatas o candidatos o en fase previa de serlo, de que exhiban a niñas, niños y adolescentes de manera intencional en sus campañas, a menos de que sus familiares firmen una autorización y que los mensajes no inciten a la violencia, discriminación o motiven a la estigmatización de las niñas y los niños.

Lamentablemente estos lineamientos no reconocen como obligatoria la autorización de niñas, niños y adolescentes para el uso de su imagen en estas campañas, que sería lo ideal; sin embargo, obligan a los partidos y sus candidatas y candidatos o equipos de campaña a explicar y videograbar, en la lengua materna a niñas y niños entre 6 y 17 años, las explicaciones sobre su participación en las campañas, la propaganda o los actos políticos en los que se les esté invitando a participar, así como las implicaciones que haya.

Estos lineamientos y su manual también reconocen el principio de participación activa de las niñas, niños y adolescentes, donde las candidatas y candidatos de todos los partidos políticos procurarán integrarles en sus campañas, con propuestas, diálogos sobre los temas que les atañen y les interesan.

Será la primera vez que estos lineamientos se apliquen a nivel federal y también una oportunidad para demostrar que se está construyendo una ética política para mira por los más excluidos, donde las candidatas y candidatos, más que ver a las personas como votos, les vean como sujetos de derecho, les escuchen y elaboren propuestas con ellas y ellos, en este caso, con el 30 por ciento de la población, la niñez y la adolescencia mexicana.