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Nada para nadie

La elección presidencial se avizora como una competencia de tres tercios, con pequeñas variantes entre un puntero y le siguen dos candidatos | Ricardo Anaya

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Escrito en OPINIÓN el

Luego de la escandalera por las llamadas precampañas, la resultante entre los aspirantes presidenciales decepciono a Tirios y Troyanos. Es decir, que cada uno de los candidatos y sus respectivas coaliciones se quedaron prácticamente como habían iniciado la contienda.

Por eso, hoy la elección presidencial 1 de julio se avizora como una competencia de tres tercios, con pequeñas variantes en las que aparece un puntero y le siguen dos candidatos que disputan la segunda posición.

Lo curioso, sin embargo, es lo disparejo de la contienda.

¿Por qué?

Primero, porque existe un candidato que lleva 18 años en campaña, un aspirante que es conocido por casi el cien por ciento de los votantes y del cual todos saben todo. Todos saben que es Andrés Manuel López Obrador.

Segundo, porque el de Ricardo Anaya es el caso de un candidato que lleva dos años en campaña y millones de spots a su favor, a pesar de que se trata del aspirante con menos experiencia de todos los que están en contienda.

Y, tercero, el candidato del PRI, José Antonio Meade, que apenas lleva poco más 60 días en campaña y ya se coloca en posición de empate técnico con el segundo lugar.

No sirvieron las precampañas

Frente al escenario anterior, queda claro que las precampañas de poco le sirvieron al puntero, Andrés Manuel López Obrador, quien abrió las puertas de Morena de par en par para todo el que quisiera acompañarlo, sea político reputado o sea criminal confeso. Aun así, Obrador no logró rebasar su techo.

En cambio, el priista José Antonio Meade, quien carga el peor desprestigio en la historia del PRI, tampoco se desfundó en las precampañas, como muchos suponen y como otros especulan.

En realidad el de Meade es un “caso para la araña”. ¿Por qué? Porque si se toma en cuenta que el PRI vive su peor desprestigio, que el candidato apenas lleva 60 días en campaña y que arrancó prácticamente de cero, lo cierto es que su posición es casi un milagro.

Y en el caso de Ricardo Anaya, la alianza PAN, PRD y MC nunca consiguió la suma aritmética de las partes. Es decir que, sumados los votos históricos de PAN y PRD, nunca se trasladaron al fenómeno ganador que todos esperaban.

En pocas palabras, las tres colaciones y sus respectivos candidatos arrancarán la contienda formal en condiciones similares a las del inicio del proceso en octubre 2017.

Al tiempo.

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@RicardoAlemanMx | @OpinionLSR | @lasillarota