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¡Mariana vive!

¡Van a volver, las balas que disparaste van a volver; la sangre que derramaste la pagarás, Mariana que asesinaste no morirá! ¡No morirá!| Diana Avilés Quezada

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Escrito en HIDALGO el

¡Van a volver, las balas que disparaste van a volver; la sangre que derramaste la pagarás, Mariana que asesinaste no morirá! ¡No morirá!

Esta semana pensaba escribir sobre aquellas y aquellos que están contendiendo por algunas presidencias municipales en Hidalgo y sus peculiaridades, desde los ultrareligiosos, las y los que tienen a un familiar cercano en la contienda, hasta aquellos que se comprometieron con los derechos de las mujeres y al final pudieron más sus intereses políticos, estos últimos, de los peores, porque son los que te muestran una cara y luego te traicionan.

Sin embargo, para las votaciones aún faltan varios días y el día 14 de septiembre fue confirmada la terrible noticia de que el cuerpo encontrado el pasado 10 de agosto en el municipio de Chilcuautla, Hidalgo era el de Mariana Z. E., mujer joven desaparecida días antes en el municipio de Tlahuelilpan, en el mismo estado.

Ante tal suceso, me gustaría preguntar: ¿Consideran que no tenemos suficientes motivos para querer quemarlo todo? ¿Consideran que nuestra digna rabia no tiene fundamento suficiente? ¿No tenemos todo el derecho de estar enojadas?, todos los días matan a al menos 10 mujeres por motivos de género en nuestro país, no es normal, la violencia contra niñas, adolescentes y mujeres, no está bien.

De Mariana solo encontraron partes del cuerpo, asesinada y abandonada ¿tanto nos odian?, ¿qué no importan las condiciones en las que nos desaparecen y encuentren? Les importa e indigna más una pared, un inmueble, un vidrio o un monumento.

El terrible hallazgo sucede en el marco de protestas feministas por la exigencia de verdad, de trato digno a las víctimas y a familiares y de acceso a la justicia, además de garantía de no repetición.

Las mujeres mexicanas estamos hartas de recibir tan horribles noticias diariamente, estamos cansadas de salir de casa sin la certeza de regresar, y ya no estamos dispuestas a seguir viviéndolo; este país, las autoridades y la sociedad en general, nos deben la seguridad y la tranquilidad que nos han robado.

Exigimos el cese inmediato a la represión y criminalización de las manifestaciones de mujeres feministas, defensoras de derechos humanos y familiares de víctimas en todo el país, además, castigo a los culpables, acceso a la verdad y justicia para Mariana, para sus familiares y para las niñas, adolescentes y mujeres hidalguenses.