Las campañas siempre vienen aparejadas de propuestas viables y proyectos serios, pero también hay muchas propuestas absurdas o incluso ridículas. Se puede ver como un intento de ganar adhesiones a cualquier precio pero en algunos casos (como el de actual presidente de la República) llegaron al poder y es absolutamente imposible cumplir lo propuesto.
También existe el otro extremo, donde la propuesta ya es una realidad, un ripio del pasado o una vaguedad absoluta, enumeremos algunas divertidas.
- PRI: Mándame tu currículum… Esto no es una propuesta, es una orden o voz de mando. Ya ni siquiera es generar empleos es emplear a todos… ridículo.
- MC: “Apoyame Chigao” (sic)… Tampoco es una propuesta, es una orden con faltas de ortografía y ni siquiera da una razón.
- PVEM: Inglés y Computación para todos… Me suena, me suena… ¡Ah claro! Ese fue el lema de campaña con el que perdió Francisco Labastida en la elección del 2000. Sería más realista pensar en que todas las escuelas tuvieran la infraestructura mínima necesaria porque muchas, ni electricidad tienen.
- PES: “No hay progenitora”… Tampoco es una propuesta, es un acto cómico de Héctor Suárez… y toda su campaña es más una queja que una propuesta.
- PT: “Decidimos ser de izquierda”… esto ni siquiera lo entiendo bien, el comercial dice “decidimos ser la oposición, decidimos ser de izquierda”… de entrada el PT no decidió ser de oposición, lo decidieron los ciudadanos con sus votos.
- PRI: Campaña de Logros… ninguno es logro del PRI, ni el internet, ni la eliminación del cobro de larga distancia, ni los exámenes para las plazas de maestros. El tema de los maestros fue la reforma laboral, el internet y la larga distancia de la de telecomunicaciones y es más, varios de esos logros que presumen se hicieron a pesar del PRI porque inicialmente se opusieron. De los compromisos del PRI y de Peña baste recordar “rescatar el Acapulco tradicional”, el tren bala a Querétaro o el tren “transpeninsular”… sólo por mencionar algunos.
- En general “la ciudadanización”. En estas campañas se ha oído decir a muchísimos políticos “no soy un político”, “un ciudadano”, “un gobierno ciudadano”, etcétera. De algún modo no son mentiras porque todo político es ciudadano aunque no todo ciudadano es político, pero un ciudadano que ingresa a un partido político o busca un cargo de elección es un político.
Algunas muestras que retratan el color de las campañas. También es importante señalar que no sólo son propuestas ridículas, en muchos casos son campañas ridículas que van de jingles a videos de pena ajena, de adaptaciones muy mal logradas de canciones conocidas a una Rana René pirateada ilegalmente.