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Los desprecios a la comunidad LGBTTTI

La discriminación estructural sigue presente, que los desprecios hacían las poblaciones LGBTTTI son recurrentes | Rafael Castelán Martínez

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Escrito en HIDALGO el

Parece extraño, pero hoy más que nunca, la gran diversidad de pensamientos, opiniones y disidencias sexuales está más presente en la realidad  hidalguense, comenzando por una marcha del orgullo LGBTTTI que fue muy nutrida y , que desde hace más de 20 años es organizada por el colectivo Transgénero Hidalgo; pasando por las y los colectivos que realizan acciones en distancia, pero con la misma causa o quiénes se dicen ser disidentes de la disidencia y plantean otras ideas sobre la lucha por los derechos de las personas LGBTTTI. ¡Vamos! Hasta varias presidencias municipales están haciendo lo propio.

Estas acciones de visibilidad se deben a las luchas históricas, presentes, públicas y en lo oculto de activistas, colectivos y organizaciones de la sociedad civil. Lamentablemente también son vistas con desprecio, con homofobia, transfobia y lesbofobia que se manifiestan en omisiones, silencios o acciones aparentemente ingenuas pero discriminatorias. Tal es el caso de algunas publicaciones en redes sociales, donde se sabe que son referidas a la diversidad sexual, pero en los mensajes sólo se menciona la palabra “comunidad” o los silencios del gobierno del estado de Hidalgo que no se ha manifestado en ningún momento por los derechos de esta población; pasa lo mismo con nuestra Comisión de los Derechos Humanos, que no acompañó la marcha como a otras, ni ha realizado desplegado alguno por el mes del orgullo LGBT.

A nivel estructural hubo avances, al menos con la actual legislatura.  Las modificaciones a la Ley Familiar, al Código Civil, ayudan para que las personas trans que lo decidan cambien sus documentos de identidad sin mayor problema. También, gracias a las luchas de la sociedad civil organizada, colectivos y activistas, unas más cerca otras más lejos, se logró el matrimonio igualitario, para que gays y lesbianas principalmente, puedan casarse y así proteger sus intereses y acceder a derechos que sólo eran privilegios para las parejas heterosexuales.  

Un logro más fue, que en últimas elecciones hubiera candidaturas para esta población y otras en situación de vulnerabilidad, candidaturas que, en algunos casos no realizaron ni campaña proselitista con la causa LGBT u otras dónde no les permitieron abrirse a la ciudadanía asumiendo su identidad de género u orientación sexual distinta a la heterosexual, ya no hablemos de los presupuestos asignados para promover el voto, que fueron mínimos o inexistentes.

Pasadas las elecciones ya se ha visto quiénes ocuparán las curules en el Congreso para la siguiente legislatura por voto directo y aunque hubo una acción afirmativa para registrar candidaturas por representación proporcional, es decir candidatos a diputados o diputadas por plurinominales, estas acciones afirmativas no se tradujeron en alguna curul.

En las pluris, los partidos políticos en Hidalgo dejan una deuda con estos grupos y con la democracia, porque prácticamente todos los virtuales plurinominales son hombres, ¿Dónde está la paridad?, además que son los líderes de los partidos políticos y los pseudo artistas usurpadores de condiciones de vulnerabilidad;  ninguno presenta una discapacidad (al menos que la avaricia lo sea y esto ya es un insulto para las personas que si enfrentan la condición);  ninguna es indígena y ninguna ha manifestado una identidad de género distinta a la asignada o una orientación sexual distinta a la heterosexual.

Así de fácil, así de sencillo se evidencia que la discriminación estructural sigue presente, que los desprecios hacían las poblaciones LGBTTTI son recurrentes, con silencios, con acciones de conveniencia, con intereses individuales más que colectivos, con mezquindad política.

Por fortuna, en todo esto se abren algunas luces, algunas personas de Estado que han logrado su constancia de mayoría para el Congreso y algunas otras que se encuentran en el Ejecutivo,  que han mantenido congruencia con la garantía de los derechos humanos, con ellas sí se ha de trabajar, sí se han de llevar las agendas y esperamos que no nos defrauden, porque los colectivos, las organización y las personas activistas aquí seguiremos, aun cuando ustedes se vayan,  para seguir luchando por el reconocimiento de  nuestros derechos y de las poblaciones, que por quiénes cultivan la política, han sido olvidadas.