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Las trampas de la fe

Tristes días para México. | Adolfo Gómez Vives

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Escrito en OPINIÓN el

Luego de los magros resultados de la consulta popular del pasado 1o de agosto —en la que únicamente participó el 7.11 por ciento del padrón electoral— el presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, se comprometió a conformar una Comisión de la Verdad, a través de la cual se pueda “enjuiciar” a los expresidentes de la República, lo que de entrada prueba la inutilidad del ejercicio al que tanto empeño le puso el partido del presidente de la República.

Treinta días después, mediante oficio número MORENA/OIP/851/2021, el partido que encabeza Delgado Carrillo respondió a quien esto escribe que —luego de analizar su estatuto y la normatividad que regula a los partidos políticos— Morena “no cuenta con facultades y/o atribuciones para conocer sobre la información relativa a acciones oficiales en relación a la creación de Comisiones de la Verdad, respecto de probables delitos cometidos por ex presidentes de la República”.

El oficio de Morena, emitido en respuesta a la solicitud de información 2230000058521, prueba que ese instituto político no ha realizado ningún acto tendente a impulsar la creación de comisiones destinadas a esclarecer los hechos delictivos supuestamente ocurridos en el pasado reciente, a pesar de las afirmaciones en contrario realizadas por su presidente nacional.

El documento se esmera en precisar que las comisiones de la verdad son mecanismos “no judiciales”, lo que significa que —a los ojos del partido creado por Andrés Manuel López Obrador— se trata de actos de carácter político que no promueven la justicia, pues no tienen como objetivo la aplicación de sanciones penales contra los exgobernantes, ni buscan la reparación del daño que hubieren sufrido las víctimas, a pesar de la probable comisión de delitos que no prescriben por la acción del tiempo. De tal suerte que las promesas de Mario Delgado también forman parte del espectáculo creado en torno de la consulta que, como lo señalamos en este mismo espacio, fue pensado como elemento distractor frente a los grandes problemas nacionales.

En la misma vía engañosa, el senado de la República alcanzó consenso en torno de la pregunta que da sentido a la Ley Federal de Revocación de Mandato, que sustituirá a la inoperante Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos.

Y es que al no señalar en sus transitorios el hecho de que dicha norma sólo será plenamente efectiva para quien ocupe la titularidad del Poder Ejecutivo después de 2024 —por aquello del respeto al principio de no retroactividad de la ley— su contenido abrirá la posibilidad de su impugnación, por parte de los partidos que hoy son oposición, lo que le dotará de elementos a López Obrador para mantener el tema en la agenda pública en tanto se lleva a cabo la consulta que derivará en la continuidad de su mandato, al menos hasta 2024.

Ante el panorama circense que se avecina, algunos integrantes del Partido Acción Nacional tuvieron la “genial” idea de reunirse con Santiago Abascal, líder del ultraderechista partido español VOX, lo que de entrada ya les acarreó la crítica y el deslinde de panistas como Gustavo Madero y Roberto Gil Zuarth.

A las estrategias de engaño, por parte del presidente de la República y su partido, algunos integrantes del PAN, incluida su dirigencia, se esfuerzan por demostrar que carecen de estrategias e ideas para enfrentar el deterioro provocado por el actual gobierno, pero también que son poseedores de una vena fascista que ya no se esfuerzan en ocultar. Tristes días para México.