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La vacuna debe ser justa y equitativa pide el papa Francisco

La Santa Sede recuerda que las vacunas deben proporcionarse a todos de manera justa y equitativa, dando prioridad a los más necesitados. | Fred Álvarez

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Escrito en OPINIÓN el

En el mensaje navideño de Navidad -urbi et orbi- el papa Francisco nos recordó que "en este tiempo de oscuridad y de incertidumbre aparecen diversas luces de esperanza como el descubrimiento de las vacunas. Pero para que estas luces puedan iluminar y llevar esperanza a todo el mundo deben estar a disposición de todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados de todas las regiones del planeta. Y en una reciente Nota de la Santa Sede destaca la "responsabilidad moral" de someterse a la vacunación, y que de no hacerlo "podría aumentar seriamente los riesgos para la salud pública”.

Tiene razón el líder religioso

La nota vaticana titulada “Vacuna para todos. 20 puntos para un mundo más justo y saludable”, publicado el pasado martes 29 de diciembre es una recomendación avalada por el papa y elaborada por un task force, encabezado por el dicasterio para el Desarrollo Humano Integral (DSDHI), la Comisión Vaticana covid-19 y la Academia Pontificia para la Vida; dicho grupo abordan las problemáticas y prioridades que emergen en las diversas etapas del proceso de la vacuna, desde la investigación y desarrollo, hasta las patentes y explotación comercial, pasando por la aprobación, distribución y administración.

Este task-force se creó desde marzo pasado para afrontar las consecuencias económicas y culturales de la primera crisis verdadera del siglo XXI: el covid.19, así como abrir canales de debate para buscar fórmulas de cara a afrontar los futuros retos. El Papa encargó la puesta de este grupo al cardenal Peter K. A. Turkson,quien se acompaña por su adjunto, el padre argentino Augusto Zampini.

“Estamos agradecidos a la comunidad científica por haber desarrollado la vacuna en un tiempo récord; ahora nos corresponde a nosotros asegurarnos de que esté disponible para todos, especialmente para los más vulnerables. Es una cuestión de justicia. Tenemos que demostrar de una vez por todas que somos una familia humana”, dice de entrada, el cardenal Turkson en un comunicado de la Santa Sede.

El documento -la nota-, reitera el rol esencial que tienen las vacunas para vencer la pandemia, no sólo en lo referente a la salud personal individual sino para proteger la salud de todos, y recuerdan a los líderes mundiales que las vacunas deben proporcionarse a todos de manera justa y equitativa, dando prioridad a los más necesitados; instando a los países y las empresas a cooperar, y no a competir, entre sí.

La forma en que se despliegan las vacunas -dónde, a quién y por cuánto- es el primer paso que deben dar los líderes mundiales para comprometerse con la justicia y la equidad como principios para construir un mundo post-covid mejor ", subraya Zampini.

Le reitera a Elisabetta Piqué reportera de LA NACIÓN que elaboraron el documento de los 20 puntos para hacer una vacuna justa, que sane al mundo, donde se respondan preguntas sobre la vacuna tal y cómo se produce,"si es éticamente producida, quién la produce, quién la financia, porque si se compra con dinero público, tiene que estar para todos”.

"En cada parte de ese ciclo de la vacuna hay problemas políticos, económicos, legales y todos relacionados con temas éticos.Por eso proponemos un camino para que la vacuna sea justa y no injusta y para que llegue a todos y no solo a algunos. Porque la pandemia es un mal común que requiere de un abordaje de un bien común. Y la vacuna demuestra si somos una sociedad individualista o somos realmente hermanos y hermanas y queremos sanar a todos”, subrayó el sacerdote argentino, cercano al papa Francisco.

Están conscientes, de que, aunque la vacuna es “un invento producido por el ingenio humano”, y por lo tanto se puede someter “a la disciplina económica, lo cual permitiría compensar los costos de la investigación y el riesgo que han asumido las empresas”, pero sobre todo debe ser un“bien común”, al que todos tengan acceso, sin discriminaciones.

Dicen muchas cosas en el documento, que recomiendo leer completo.

PD: El grupo de trabajo que elaboró el documento vaticano con el aval del Papa han realizado desde hace meses varias acciones de apoyo a las iglesias locales para salvar vidas humanas, y sobre todo para ayudar a los más pobres.

Uno de las personas clave en la realización del grupo es el cura Augusto Zampini: “Mi tarea esencial es reflexionar sobre cómo responder al nuevo mundo que se viene, anticipar el futuro, que es tremendo, tener propuestas, porque vemos que los gobiernos no saben qué hacer, el mundo está desesperado y entonces no sólo queremos ayudar con palabras, sino influir para que todo esto al final de lugar a un mundo más saludable y menos injusto”, explicó en una entrevista el pasado mes de abril.

¿Quién es Zampini?

Es muy cercano al papa Francisco.

Nació en Buenos Aires en julio de 1969, y antes de ser sacerdote se tituló abogado en la UCA y trabajó en bancos y multinacionales.

Más tarde en 2014 fue ordenado sacerdote en la diócesis de San Isidro y después de formarse en teología moral en el Colegio Máximo siguió estudiando varias especialidades, una de ellas un master en Desarrollo Internacional en la Universidad de Bath, un doctorado en Teología en la Universidad Roehampton de Londres y otro post-doctorado en Cambridge.

Se convirtió en experto en teología moral vinculada con la economía y la ética ambiental, y desde 2017 tiene experiencia en el campo del ébola; ahora es el hombre clave en los temas post covid-19.