En la más moderna concepción republicana, los ejercicios denominados de participación ciudadana directa constituyen un gran clasificador de las democracias avanzadas del mundo. En efecto, mientras más mecanismos de acceso de las y los ciudadanos en la toma de decisiones fundamentales de los estados contemporáneos, más incluyentes y dinámicos son los regímenes y sistemas políticos que los promueven.
Nuestro país, está a tan solo 5 semanas de inaugurar, a nivel federal, una nueva etapa democrática toda vez que el próximo domingo 1º de agosto, celebrará la primera Consulta Popular nacional. Ese día la ciudadanía manifestará su opinión respecto a una pregunta aprobada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre acciones y actores políticos del pasado reciente.
Como lo dispone la Constitución Política, concretamente en su artículo 35, fracción VIII, la promoción, defensa y garantía de este nuevo derecho político electoral de las y los mexicanos está a cargo del Instituto Nacional Electoral (INE) que, desde hace meses ha desdoblado sus funciones para continuar con el proceso electoral en curso, el más grande que se haya registrado en nuestra nación, y llevar a cabo diversos trabajos para la planeación, preparación y desarrollo de los procesos y la normativa indispensable para llevar a buen puerto esta Consulta Popular a menos de dos meses de la pasada jornada electoral.
Entre los acuerdos adoptados por el Consejo General del INE, su máximo órgano de decisión, está lo correspondiente a la conformación del Plan Integral y Calendario de la Consulta Popular; Lineamientos para su organización; el Programa para la integración y capacitación de mesas receptoras de opinión ciudadana (casillas); el diseño e impresión de documentos y materiales respectivos; el líquido indeleble que se utilizará; la aprobación de extender, hasta el 1º de agosto, la vigencia de las credenciales para votar “2019” y “2020” que no hayan sido renovadas, entre otros.
En este sentido, un aspecto que el INE determinó y que constituye un elemento de vigilancia y credibilidad no sólo en procesos electorales sino también para este tipo de ejercicios ciudadanos, fue la emisión de una convocatoria a la ciudadanía interesada en participar como observadora en esta Consulta Popular.
La convocatoria está abierta desde el pasado 18 de junio y hasta el jueves 15 de julio será el periodo en el cual las y los interesados podrán registrarse en línea en el portal electrónico del INE, o bien, también podrán hacerlo de manera presencial en las sedes de las 32 Juntas Locales o en las 300 Juntas Distritales Ejecutivas del INE que se encuentran a lo largo y ancho del país.
Es importante referir que las personas acreditadas como observadoras electorales para el Proceso Electoral 2020-2021 pueden gozar de este derecho cuando manifiesten su interés mediante ratificación ante las instancias descritas del INE.
Es por ello que el INE hace un llamado a toda la población interesada en involucrarse como observador u observadora de este ejercicio de participación ciudadana para lo cual se aprobó la metodología de difusión y promoción de la participación ciudadana en esta Consulta Popular con la intención de que la población conozca todos los detalles de este mecanismo de democracia directa.
El INE ratifica su compromiso constitucional en la organización, planeación, difusión, cómputo y entrega de resultados con los más altos estándares de calidad en cada una de estas etapas. El INE cumplirá con su encomienda constitucional y legal de velar y garantizar que la ciudadanía participe libremente en este procedimiento inaugural de la vertiente directa de nuestra democracia.
En estos tiempos en que las libertades cívicas y políticas se manifiestan con más claridad, los gobiernos y congresos que las apoyan decididamente adquieren profundidad democrática y refuerza sus soportes de consenso social, legitimidad política y reconocimiento internacional, los ejercicios de democracia directa, como la Consulta Popular de agosto próximo son organizados de manera oportuna, imparcial, objetiva y profesional como lo hará el INE, solo resta que como en la elección del 6 de junio, sean las y los ciudadanos los que se apropien de estos mecanismos para incidir en las decisiones que nos conciernen a todos y todas.