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La final será AMLO-Meade

El PRI y sus partidos aliados llegan a la contienda con oxígeno suficiente para pelear de tú a tú con Morena. | Ricardo Alemán

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Escrito en OPINIÓN el

A pocos días de la elección presidencial son muchos los indicios de que la batalla final se dará entre Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade. Y los indicios no solo son producto de las poco creíbles encuestas –las cuales con el tiempo confirman el rezago de Ricardo Anaya–, sino del trabajo político de campo que están haciendo la alianza Todos por México y la coalición Juntos Haremos Historia.

Pero para entender el fenómeno, primero debemos entender por qué el fracaso y el consecuente rezago de Ricardo Anaya. Hoy queda claro que la suma de voluntades entre la izquierda del PRD y la derecha del PAN resultó un ejercicio fallido.

¿Por qué? Porque los simpatizantes, militantes y electores de cada uno de los partidos políticos que impulsan a Ricardo Anaya se quedaron en total orfandad cuando se les condicionó a votar por candidatos contra los que históricamente lucharon.

Por ejemplo, en el caso del PRD, una buena parte de su militancia fue obligada a buscar refugio en Morena. Nos referimos a los grupos extremistas y radicales de la izquierda, que nunca votarían por Ricardo Anaya en la presidencial. Por eso, cuando el PRD se retira de la plaza de la izquierda antisitémica, el espacio lo llena Morena.

De igual manera los panistas de la Ciudad de México buscaron otra alternativa cuando fueron obligados a votar por Alejandra Barrales, la candidata del PRD al gobierno capitalino. Por eso se produjo el impensable crecimiento del priísta Mikel Arriola.

Luego de la diáspora que provocó la alianza PAN, PRD y MC, lo cierto es que esos partidos sólo consiguieron el fortalecimiento de Morena y, paradójicamente la caída de la alianza que empuja a Ricardo Anaya.

Frente a esa realidad, la alianza que encabeza José Antonio Meade también quedó en desventaja. ¿Por qué? Porque de los dos grandes partidos de la derecha y la izquierda –PAN y PRD–, lo único que se consiguió fue una debilitada candidatura unipersonal, sin pies ni cabeza y de la que hoy nada quiere saber cualquier político serio.

De tú a tú

A pesar del cambio radical en el sistema de partidos, el PRI y sus partidos aliados llegan a la contienda con oxígeno suficiente para pelear de tú a tú con Morena. Y es que, le guste o no a muchos anti priistas, el Revolucionario Institucional es el único partido político en México con una estructura real en todos los rincones del país.

De esa manera, la polarización entre una propuesta radical, populista y regresiva como la de AMLO, y la oferta de cambio de José Antonio Meade, hicieron posible que al final de la contienda los indecisos se decantaran por la alianza PRI, Partido Verde y Panal.

¿Por qué? Porque al final de cuentas veremos una repetición de la lucha que se vivió al interior del PRI en la sucesión de Miguel de la Madrid. Es decir, el choque entre el viejo PRI que apostaba por mantener el estado de cosas –hoy representado por Morena–, frente al nuevo PRI, el que apuesta por el futuro.

¿Cuál de las dos expresiones del PRI convencerá, el 1 de julio, a los mexicanos?

Al Tiempo.

El milagro de Mikel

@RicardoAlemanMx  | @OpinionLSR | @lasillarota