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Fuga de capitales en tiempos del coronavirus

Los países más ricos y poderosos del mundo quedaron rebasados y con un mal manejo de la emergencia. | José Luis Pérez Canchola

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Escrito en OPINIÓN el

A consecuencia de la crisis sanitaria, millones de mexicanos se han sumado a la estrategia de “quédate en casa”, miles de contagiados se encuentran en cuarentena y varios cientos han perdido la vida. Por desgracia, esto apenas empieza.

Lo cierto es que al tiempo que el problema va en aumento, amenazando la salud y la vida de miles de personas, los dueños del dinero, los ricos y poderosos de este país andan muy activos, no pierden el tiempo. En pocas semanas, en medio de la pandemia, estos señores se han llevado al extranjero más de UN MIL MILLONES DE DÓLARES, motivados por la emergencia sanitaria y por la falta de confianza en el gobierno de la 4T. En el caso de los inversionistas extranjeros en bonos soberanos, según el Banco de México, estos ya se llevaron más de 166 mil millones de pesos, solamente en marzo. Y lo pueden hacer porque México es en América Latina el país más abierto a entradas y salidas de capitales extranjeros.

Estos “ganones” son los neoliberales nacionales y extranjeros, que entienden el desarrollo como sinónimo de crecimiento de sus empresas y de su riqueza personal. A esto se acostumbraron durante más de 30 años de política neoliberal, desde Miguel de la Madrid hasta Peña Nieto.

Para ellos lo que importa es el dinero y no las personas, lo que importa es que todo se pueda comprar y vender como simples mercancías, incluyendo la educación y la salud. Son los que promovieron la privatización de las empresas públicas, la entrada de las empresas transnacionales dueñas del mercado mundial; son los que promovieron la reforma educativa, la reforma laboral y la privatización de la industria petrolera, todo esto y más en nombre de la globalización, “…misma que no es otra cosa más que preparar al mundo para el disfrute de los más ricos”, como bien lo sentenció José Saramago.

Lo que ahora sucede con la crisis mundial del coronavirus, provocada o no, nos enseña que los países más ricos y poderosos del mundo quedaron rebasados y con un mal manejo de la emergencia. Esperemos que algo bueno resulte de todo esto. Tal vez se debilite el sistema capitalista mundial. Tal vez millones de pobres se empoderen en la defensa de sus derechos. Tal vez los gobiernos retomen las políticas de salud pública como políticas de Estado y no como un tema sexenal. Esperemos que así sea.

Pero no hay nada seguro. Como nos decía Valentín Campa, en la escuela de formación política en 1979, “No hay crisis que dure cien años, ni pueblo que aguante, pero al salir de una crisis, el mayor riesgo es caer en otra”. Evitar esto último, al término de la pandemia, será el mayor reto para el gobierno de la 4T; es decir evitar que el interés de la clase capitalista se siga imponiendo sobre el interés general, evitar la salida sin control de capitales, rescatar los bienes estratégicos de la nación y convertir al pueblo en el principal protagonista de la construcción del México post neoliberal.