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Esperanzas, triunfos y retos

El Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública reportó de enero a noviembre, 83 mil 913 niñas, adolescentes y mujeres víctimas de violencia | Diana Avilés

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Escrito en HIDALGO el

2020, un año que a su paso dejó perdidas, soledades, a unas personas más unidas y a otras más alejadas, pero también, al menos en mi caso, nos ha recordado el valor de la familia, el cuidado, el amor propio, el disfrute de quienes nos brindan su tiempo, su cariño y su espacio; además, ha dejado más claras las desigualdades que viven muchas personas en nuestro país.

Por un lado, la pandemia ha evidenciado que millones de personas no tienen garantizado el acceso a un trabajo digno, vivienda, salud, educación y otros mínimos vitales, para enfrentar una pandemia; y también, ha evidenciado que en este país existen quienes viven alejados de la realidad de la mayoría de las personas, entre ellos, aquellos que aprovechan la desgracia para seguir engordándose los bolsillos.  

Definitivamente me reconozco como una mujer distinta, más feliz, más clara en mis convicciones y deseos, pero, sobre todo, estoy completamente segura que por más que el mundo y algunas personas se empeñen en demostrar que no vale la pena seguir luchando, yo me aferro a la esperanza, a la libertad y a creer ¡Sí, a creer! en un mundo distinto, un mundo para todas y para todos.

Recordé también que hace un año, justo el 12 de diciembre, diputadas y diputados del congreso del Estado de Hidalgo nos negaron a las mujeres el acceso al aborto legal, seguro y gratuito hasta las 12 semanas de gestación, después de comprometerse, sobre todo la fracción morenista, y posteriormente abstenerse o votar en contra del derecho a decidir, dando la espalda a las hidalguenses que no están en condiciones de maternar o que no lo desean.

Aunado a lo anterior, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó de enero a noviembre, 83 mil 913 niñas, adolescentes y mujeres víctimas, 860 de feminicidio, 2 mil 567 de homicidio doloso, 52 mil 944 de lesiones dolosas y 15 mil 240 víctimas de violación sexual, por mencionar algunas cifras, sin antes recordar que no son números, son personas, son hijas, madres, hermanas, son niñas, adolescentes y mujeres.

Lo anterior, nos llevó a aferrarnos y comprometernos más con la causa, a caminar con las otras desde nuestras diferencias, sin romantizarnos, sumando en cada paso para la conquista de nuestros derechos, entre ellos, el derecho a decidir; definitivamente creo que el 2020 fue un año importante para la lucha feminista y para la exigencia de los derechos de niñas, adolescentes y mujeres en Hidalgo, México, América Latina y el mundo.

Todos los días conocí mujeres acercándose al feminismo y al activismo, sin duda tenemos un largo camino por recorrer, mientras tanto, sigamos formándonos, reflexionando, exigiendo el cumplimiento de nuestros derechos, pero, sobre todo, abiertas a la diversidad, a la crítica y a la construcción colectiva.

Por último, una de las mejores cosas sin duda, fue la aprobación de la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina, resultado de la lucha histórica de las mujeres en este país por decidir de manera libre sobre sus cuerpos y sus maternidades, echo que representa un triunfo para las mujeres feministas y augura la despenalización en toda Latinoamérica.

Me despido, no sin antes recordar la importancia de seguirnos cuidando, de no bajar la guardia ante la pandemia, porque, aunque ya hay luz al final del túnel, en el 2021 todavía tenemos que librar batallas, la de la covid, pero también, la de la violencia en contra de las niñas, adolescentes y mujeres.