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España, moción de censura

Soplan vientos de cambio, se asoman nuevos horizontes, ante ello, debemos exigir la instalación de mecanismos de control y rendición de cuentas. | Ulises Sandal

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Escrito en OPINIÓN el

La Constitución Española promulgada tras la muerte de Franco en 1978, contempla en el Título IV, artículo 113, la figura jurídica de “moción de censura”, instrumento o mecanismo a través del cual se puede exigir la responsabilidad política del gobierno, estableciendo para ello cuatro condicionantes. Primero, es el Congreso de los Diputados quien puede exigir la responsabilidad política del gobierno, mediante la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura. Segundo, la moción de censura debe ser propuesta al menos por la décima parte de los diputados, y habrá de incluir un candidato a la presidencia del gobierno. Tercero, la moción de censura no podrá ser votada hasta que transcurran cinco días desde su presentación (en los dos primeros días de dicho plazo podrán presentarse mociones alternativas). Por último, en caso de que la moción de censura no sea aprobada por el Congreso, sus signatarios no podrán presentar otra durante el mismo período de sesiones.

Este mecanismo constitucional es una herramienta democrática de avanzada, de acuerdo con el politólogo Daniel Zovatto, la moción de censura es un mecanismo de control y de rendición de cuentas que permite a los partidos de oposición, y eventualmente a algunos sectores que han formado parte de las coaliciones de gobierno, cuestionar y debatir algunas decisiones y actuaciones de los ministros.

En España, esta figura se había presentado ya en tres ocasiones, ninguna con éxito, por ello, resulta en suma trascendental, lo acontecido en ese país semanas atrás.

El secretario general del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), ahora presidente de España, presentó el pasado mes de mayo su moción de censura o desconfianza, a partir de los múltiples escándalos de corrupción que involucran al PP (Partido Popular) de Mariano Rajoy, otrora presidente del gobierno y de su partido político. Ello, a partir de una sentencia que emitiera la Audiencia Nacional, el pasado 25 de mayo, en el caso Gürtel por el que sentencia a 33 años de prisión al tesorero del PP por la operación de una contabilidad paralela a la oficial que condujo al lavado de dinero multimillonario en detrimento de la Hacienda pública durante casi 15 años, corrupción de la que se beneficiaron diversos funcionarios de aquel partido político y que condujo al presidente en funciones a declarar en calidad de testigo sobre dicho caso penal.

Mecanismo de control y rendición de cuentas

Resulta excepcional, la descalificación, en la sentencia de 1687 páginas, de la declaración vertida por Mariano Rajoy, pues el juez de la causa, considera que su testimonio es de “dudosa credibilidad”. Dicha sentencia es la base angular para que el opositor Pedro Sánchez Pérez-Castrejón, fundamentara la moción de censura, que finalmente destituyó a Rajoy en una votación de 169 en contra, una abstención y 180 votos a favor de la moción. En términos prácticos, no es otra cosa que la revocación de mandato por corrupción, ya sea directa o indirecta, con conocimiento de causa o con aquiescencia, en cualquiera de los casos, la moción de censura demuestra ser un mecanismo de control y rendición de cuentas que permite cualificar la democracia y el pluralismo.

La moción de censura se ha ido generalizando en América Latina, Argentina, Colombia, Uruguay, Ecuador, Panamá y Venezuela son ejemplo de ello. Lamentablemente, entre los países que no incluyen la moción de censura, ni otras reglas similares, se encuentra México.

En tanto, figuras jurídicas de alto valor democrático se tejen, se regulan y aplican alrededor del mundo. Aquí, vivimos con temor al escrutinio internacional de los organismos y tribunales, tímidamente incorporamos las candidaturas independientes y con mucho recelo, algunos candidatos a la presidencia de la República se pronuncian sobre la validez de los referéndums como herramienta directa de la voluntad del pueblo para legislar, sobre la eliminación del fuero o la revocación de mandato, para destituir a los gobernantes elegidos por insaculación.

Soplan vientos de cambio, se asoman nuevos horizontes, ante ello, debemos sin duda, exigir la instalación de mecanismos de control y rendición de cuentas, evitando con ello, la permanencia o nueva configuración de vicios y corruptelas que no han dejado prosperar a nuestro país.

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@UlisesSandal | @OpinionLSR | @lasillarota