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¿Es relevante seguir hablando de García Luna?

Es muy riesgoso obviar que las oleadas de información que recibimos a diario, son suficientes para entender lo que está sucediendo en México. | Ismael Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

Muchos son los sucesos que se han registrando en el país durante los últimos días, de tal suerte que los acontecimientos acaecidos en la última semana, parecen irse superado uno al otro.

La velocidad con la que se suceden los hechos, exige que realicemos un alto en el camino y profundicemos en cada uno de los temas acaecidos, esto con la finalidad de clarificar algunos detalles que nos eviten ser avasallados por la inmediatez informativa del día a día.

A una semana de la detención en Estados Unidos de Genaro García Luna, podríamos suponer que ya todo se ha dicho al respecto, pues en pocas horas, salieron detractores y algunos que otros defensores del otrora director de seguridad de México a emitir su opinión del caso.

Algunos aventurados, salieron a defender de alguna manera, la labor ejercida por García Luna durante su paso por los distintos cargos de seguridad que ocupó durante las administraciones de Fox y Calderón.

Y es que algunos columnistas, tal vez despistados, no pudieron evitar emitir un comentario débil y tímido al señalar frases como “presunto indiciado”, o algunas otras como “no podemos asegurar su implicación…” y otras tantas como “no sé si es culpable o no…”.

Lo cierto es que, independientemente de que esos columnistas que se expresaran sutilmente a favor de García Luna, hayan tenido o no, la oportunidad de estrechar la mano del exsecreatrio de seguridad, los hace parecer más “inocentes” que los santos celebrados cada 28 de diciembre.

Existen cientos de textos e investigaciones públicas, que desde que García Luna ejercía funciones como jefe máximo de la policía, lo señalaban a él y a sus allegados con vínculos con el crimen organizado.

Es decir, que quienes plantean la inocente pregunta de “¿en verdad nadie sabía nada?…” también escupen al cielo, pues las investigaciones de periodistas, analistas, articulistas y algunas áreas de seguridad y justicia, ya daban, desde entonces, testimonio de lo que ocurría con la guerra de Calderón que solo fue una cortina de humo para proteger y beneficiar a unos sobre de otros.

En su momento, esas voces fueron ignoradas, algunas calladas y otras más cooptadas. Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna, fueron los focos de atención de esas investigaciones.

Pero habrá despistados o incrédulos que se pregunten, ¿y por qué no los detuvieron antes? La respuesta es simple, estos personajes eran juez y parte, y la reciente detención en Estados Unidos, no fue resultado de tres días de averiguaciones.

A nadie nos gusta que la detención haya sucedido en Estados Unidos, habríamos preferido que nuestras autoridades hubieran detenido y juzgado a García Luna, pero la corrupción aún rampante en nuestro país lo impide.

Ahora, los mexicanos esperamos que se detenga a los altos implicados del gobierno estadounidense que se coludieron con García Luna. No por dispensa de Genaro, si no por respeto al pueblo de México.