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Enconada lucha en Morena

¿Más cambios en el gabinete? | Jorge Ramos Pérez

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Escrito en OPINIÓN el

No hay duda que la sucesión presidencial arrancó el mismo día de julio de 2018 cuando Andrés Manuel López Obrador ganó la presidencia de la República.

Pero los reacomodos entre los grupos de poder de la autodenominada 4T comienzan a hacer crujir las estructuras y, si el presidente no pone orden, puede descarrilar muchas de las pretendidas acciones de gobierno.

Por ejemplo, hay muchas versiones confirmadas por varias fuentes acerca de los roces entre importantes funcionarios obradoristas. Pero eso puede ser normal en cualquier organización o gobierno, lo interesante son los golpes bajos que se han comenzado a dar entre ellos.

La salida de Alfonso Romo de la Oficina de la Presidencia es apenas un botón de muestra. Si bien lo cacarearon como enlace con los empresarios, otros miembros del equipo presidencial hacían sus funciones porque a Romo no le hacían caso en Palacio Nacional y andaba extraviado de sus funciones.

Pero cuando colaboradores pierden espacios de maniobra, por incapacidad o pérdida de confianza de su jefe, otros son quienes ocupan esos espacios.

Por eso mismo es que en algunos estamentos cuatroteistas perfilan que haya más cismas dentro del equipo gobernante.

Porque esas reyertas de callejón en donde algunos atacantes lucen embozados también es porque están mirando al 2021 y, principalmente, al 2024.

Hay reacomodos. Algunos personajes relevantes comenzaron a decantarse por el ala “pura” o “ultra”. En cambio, los “impuros” o “moderados” siguen avanzando en una ruta hacia el 2024, pero ambas facciones intentando colocar afines en las 15 gubernaturas en disputa el año que viene... por lo que se necesite.

Se sabe que al menos uno de los grupos tiene manos metidas en otros partidos que aparentan ser opositores a López Obrador o en alguno de nueva creación.

Lo inquietante es que hay datos, que tienen ya en el gobierno federal, acerca de compañías peligrosas o de presuntos nexos con la delincuencia organizada de algunos personajes. Lo extraño es que en Palacio Nacional han llevado a cabo algunas acciones de contención, pero no para evitar que sigan operando políticamente.

También ha sido evidente cómo los suspirantes cuidan sus pasos, evitan la confrontación abierta, reciben dentelladas, pero se aguantan el dolor infligido. O de plano no retan a Palacio Nacional, a sabiendas de que hacerlo ahora es un riesgo total.

Por lo pronto este sábado quedaron registrados centenares de aspirantes a gobernadoras y gobernadores en Morena. Solo serán 15, con la exigencia del INE para que sean siete mujeres candidatas.

Sin embargo, en los nombres que finalmente queden se irán fortaleciendo “ultras” y “moderados”, en un pasito más por la ansiada candidatura presidencial del 2024.

Punto y aparte. Como se lo anticipamos aquí desde mediados de año, la alianza PAN, PRI y PRD va viento en popa. En el consejo nacional panista del fin de semana perfilaron al menos esa postura para 28 estados, por lo que ya irán haciendo cuentas para ver en qué distritos federales, locales, alcaldías y gubernaturas pueden caminar. Chihuahua no pasó porque el principal alfil, Gustavo Madero, se opone a una alianza así. Jalisco, Morelos y Tamaulipas tampoco querían ir de la mano de priístas y perredistas. Algunos se rasgan las vestiduras por esa alianza, pero no hay sorpresas: Morena va con el PVEM, que ha sido aliado en presidenciales con el PRI y con el PAN, y con el PES. Así que nada de qué espantarse. Así son y así se llevan. Todos.

Punto final. ¿Más cambios en el gabinete?

Pd. Ya publicada esta columna,’ el presidente López Obrador anunció la salida de Graciela Márquez Colin de la Secretaría de Economía, para dar paso a Tatiana Clouthier. Márquez va al INEGI, según dijo el propio presidente de México, porque necesita en ese órgano a alguien vinculado a su gobierno. Lo que eso signifique... ojalá no le hagan daño al INEGI. Y Tatiana, ¿es un guiño a la IP regia que se resiste a una gobernadora de Morena?