Este primero de julio se cumplieron dos años de la entrada en vigor del Tratado comercial entre los Estados Unidos de América, México y Canadá (T-MEC) en la temática laboral, y a consecuencia de ello ya son cuatro empresas vinculadas al ramo automotriz y de capital americano acusadas de posible denegación a la libre asociación y a la negociación colectiva.
i) General Motors en Silao, Guanajuato, en la que se determinó la existencia de denegación de derechos y se puso en marcha un proceso de reparación dando por concluido este sin llegar a un panel arbitral.
ii) Tridonex en Matamoros, Tamaulipas, en la que se determinó que no existía una denegación de derechos, sin embargo, se alcanzaron acuerdos entre las partes para lograr el respeto a la libertad sindical y contratación colectiva.
ii) Panasonic Automotive Systems de México en Reynosa, Tamaulipas en proceso de revisión motivado por una queja laboral.
iv) Teksid Hierro de México en Frontera, Coahuila, aún en revisión por parte de México.
¿Qué sucedió en Panasonic?
El 22 de septiembre de 2021 se realizó un proceso de legitimación del contrato colectivo de trabajo firmado entre la empresa Panasonic y el Sindicato de Trabajadores al Servicio de Panasonic Automotive Systems de México, afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), en el cual 888 trabajadores, que representan 60% de los agremiados que participaron en dicho proceso, votaron en contra de su propio contrato colectivo para darlo por terminado.
Como consecuencia de ello, el 22 de marzo de 2022 se firmó un nuevo contrato colectivo entre la empresa y el Sindicato Industrial Autónomo de Operarios en General de Maquiladoras de la República Mexicana, también afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), sin contar previamente con la constancia de representatividad.
Esta omisión significó una violación a la legislación laboral, agravado por el depósito de un contrato colectivo en una Junta Local de Conciliación y Arbitraje sin competencia para ello, por lo que al menos mil trabajadores realizaron en protesta un paro laboral denunciando que a sus espaldas se les había impuesto el convenio.
Debido a estas manifestaciones de reclamo, 50 trabajadores fueron despedidos sin ningún aviso. Se les dejó afuera de las instalaciones, a pesar de ello continuaron las protestas por el descuento de las cuotas sindicales, aun cuando habían decidido votar en contra de la legitimación del contrato colectivo de trabajo.
El 18 de abril de 2022 el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y de Servicios Movimiento 20/32 y diversas organizaciones en Estados Unidos presentaron una petición de revisión.
Días después, el 20 y 23 de abril, los trabajadores de Panasonic votaron para elegir al sindicato de su preferencia. Durante la elección se reportaron amenazas y altercados, a pesar de ello, concluyó la jornada con casi 75% de la plantilla laboral en favor del Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y de Servicios Movimiento 20/32.
El 18 de mayo de 2022, Estados Unidos a través del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida solicitó a México revisar si se estaba produciendo una denegación de derechos de libre asociación y negociación colectiva en ese centro de trabajo. De manera particular, el interés de la queja era saber si en la empresa se avalaba a un sindicato ilegítimo, y fue el 26 del mismo mes que México aceptó la solicitud de revisión.
Por su parte la Junta Local rechazó registrar el contrato colectivo de trabajo entre el Sindicato de CTM y Panasonic, pero no negó haberlo recibido, según el acuerdo que fue notificado el 3 de junio de 2022, lo anterior señaló, debido a que el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral era la autoridad competente para depositar los contratos colectivos de trabajo.
De manera paralela al Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y de Servicios Movimiento 20/32 anunció que estallaría una huelga el 9 de junio de 2022 en caso de no llegar a un acuerdo con la empresa.
Después de arduas negociaciones se logró un acuerdo que incluyó: i) aumento salarial; ii) pago de un bono por única vez sobre el salario anual; iii) la devolución de cuotas sindicales descontadas ilegalmente; iv) dos días de salario a aquellos trabajadores que hicieron paro por los descuentos de las cuotas sindicales; v) la creación de una Comisión de Verdad y Justicia para evitar repetición a sus derechos colectivos e individuales y vi) la reinstalación de los trabajadores, logrando de manera efectiva su reincorporación el pasado 1 de julio de 2022.
Este conflicto no solo logró recuperar un contrato colectivo negociado por la presión de los trabajadores sino el regreso de estos, que estaban despedidos y que se había advertido como imposible. El movimiento de Panasonic deja un precedente muy importante en favor de los trabajadores en este reavivado mundo laboral.