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En el delito de violación, la CDMX ocupa el lugar 30

Jorge Lumbreras Castro

Por
Escrito en OPINIÓN el

En el delito de violación, la CDMX ocupa el lugar 30 de 32 entidades federativas, es la tercera entidad con menor tasa de violación del país.

La violación es un acto reprobable en toda acepción posible al someter a las víctimas a una experiencia que vulnera radicalmente su libertad sexual, al generar daños físicos y psicológicos, al ser contraria a toda ética y premisa civilizatoria, y al lastimar a las personas que la sufren directamente al igual que a sus familias, comunidades y a la sociedad en su conjunto. El delito de violación constituye un desafío para el gobierno y la ciudadanía, diversos estudios coinciden en que este acto entraña una complejidad histórica, social y cultural como acto de dominio, subordinación, violencia y desestima de la condición de libertad y dignidad de las personas sobre las cuales se comete, en especial, al tratarse de mujeres, niñas y niños. El Código Penal Federal en su Título Decimoquinto, Capítulo I, y artículo 265, la define del siguiente modo: “comete el delito de violación quien por medio de la violencia física o moral realice cópula con persona de cualquier sexo” por lo que “se le impondrá prisión de ocho a veinte años”. La cópula es la introducción del miembro viril en el cuerpo de la víctima sea por vía vaginal, anal u oral, independientemente de su sexo”.

La violación es un delito grave que amerita la prisión preventiva y supone penalidades severas para quien o quienes la cometen;  el Código Penal para el Distrito Federal en su Título Quinto, Capítulo I Artículo 174, define la violación como “al que por medio de la violencia física o moral realice cópula con persona de cualquier sexo, se le impondrá prisión de seis a diecisiete años.” Hace no más de veinte años la violación se cometía en el contexto del silencio de las víctimas, en particular las mujeres eran sometidas a una doble victimización, incluso prevalecían percepciones en que se les hacía responsable de este acto; ser violentada sexualmente constituía, y en algunos espacios constituye todavía, un motivo de vergüenza, silencio y ocultamiento debido a prejuicios y valoraciones erróneas, propias de una cultura de la subordinación histórica y cultural.  

Sin embargo, los avances en la legislación que responden a Convenciones Internacionales, a los movimientos organizados de las mujeres, al compromiso creciente de los Estados por la protección de sus derechos y a la lucha por la igualdad de derechos en el marco del Estado democrático, y por tanto a la construcción de una sociedad fundada en la equidad de género, son factores que por uno de su lados hacen visible este y otros delitos, que permiten realizar políticas públicas para la inclusión plena al desarrollo de las mujeres, y desde luego para perseguir delitos que de manera particular pudieran afectarlas, es el caso de la violación, que en su mayores porcentajes se comete contra mujeres, niñas y niños. 

Las cifras sobre el delito de violación indican que la CDMX ocupa el lugar 30 de 32 entidades federativas, por tanto, la capital del país es la tercera entidad con menor tasa de violación en México, además habría de considerarse que en el último año en 21 de 32 entidades federativas se presentaron desafortunadamente incrementos en este delito.

Para la ciudadanía es importante conocer que, de acuerdo con análisis de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, las características del delito muestran que el 51.8% de su incidencia se presentó los días jueves, viernes y domingo; el horario de mayor incidencia fue entre las 12:00 y las 16:00 horas; y que en el 63.06% de los casos la víctima conocía a los imputados, mientras que en el 37% restante no. Es sustancia entonces comprender que más de seis de cada diez víctimas conocían a la persona o personas  que violentaron su libertad sexual. Todos los delitos referentes a la violación se cometen con algún tipo de violencia. En el 85 por ciento de los casos se utilizó la violencia física: con arma blanca el 58.8 por ciento de los casos; con arma de fuego en 32.4 por ciento, y en el resto se utilizaron otros tipos de violencias como amenazas, psicológica y emocional.

Cabe resaltar que el lugar donde ocurrió principalmente este delito fue en la casa habitación con el 34.7 por ciento de los casos; en vía pública el 25.9 por ciento y en transporte público el 11.6 por ciento de los casos. En estos lamentables eventos el principal modus operandi fue obligar y someter con el 55.6 por ciento, seguido del engaño con el 10.6 por ciento y robo 10 por ciento; además se utilizó alcohol y droga para someter en el 5 por ciento de los casos. Esto datos permiten establecer políticas públicas para hacer frente a este delito y a la vez permite a la ciudadanía considerarlos para pensar y actuar preventivamente ante este delito.

Basados en esas cifras existen diversas estrategias; entre las acciones que despliegan las autoridades y sociedad civil se encuentran: realizar campañas de cultura de prevención para fomentar la cultura del respeto y equidad de género, colocar botones de pánico en autobuses y taxis, colocar alarmas vecinales al interior de las casas difundiendo su uso con integrantes de la familia, establecer el programa “Viajemos Seguras” con que se busca la prevención de delitos sexuales en transporte, así como la campaña “Prevención y atención al delito sexual en las juventudes de la CDMX” por mencionar algunas. Con ello se logró una disminución de 61 por ciento en este delito. Si se revisa este patrón por cada una de las delegaciones políticas se obtiene que los reportes por delegación muestran que todas se encuentran por debajo de la tasa nacional.

Entre los resultados en esta materia están que de enero a agosto de 2017 un total de 24 personas fueron detenidas en flagrancia; se consignaron y vincularon a proceso a 34 personas y la Procuraduría General de Justicia presentó casos y medios de prueba suficientes para lograr que el Poder Judicial dictara 18 sentencias condenatorias, mientras otros procesos están en marcha. La acción conjunta del Gobierno de la Ciudad de México y de la sociedad civil logró reducir el delito de violación en todas las delegaciones.

Sin embargo, es sustancial y estratégico mantener los esfuerzos, avanzar en una cultura de paz, equidad de género, inclusión y respeto; es  central terminar de romper moldes culturales que objetualizan a la mujer, desterrar prejuicios que niegan su condición plena de libertad y decisión, y mantener el perfeccionamiento de las instituciones de seguridad pública, procuración de justicia e  impartición de justicia. En violación ninguna cifra por baja que sea puede ser vista de manera positiva, empero, es necesario trabajar para reducir cada vez más su incidencia. La CDMX es la tercera más segura para las mujeres frente a este delito, pero se enfrentan desafíos en otras áreas para lograr garantizar su dignidad, libertad, elección y decisión de manera integral.  

Dr. Jorge A. Lumbreras Castro | Académico de la FCPyS - UNAM

jorgelumbrerascastro@gmail.com