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El poder de la autonomía para rendir cuentas

Las resoluciones de los OCAs de transparencia y datos personales han impulsado la apertura de casos de impacto. | Marina San Martín

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Escrito en OPINIÓN el

El poder que no es limitado lleva necesariamente al abuso y a la arbitrariedad, afirmaba Montesquieu, desde el siglo XVIII, en la teoría de la separación de poderes tradicionales: ejecutivo, legislativo y judicial.

Cuando el poder se distribuye entre distintos entes, incluyendo a los órganos constitucionales autónomos (OCAs), se establece un equilibrio de fuerzas y de control recíproco que acota su ejercicio ilimitado, empleando mecanismos de coordinación para lograr una articulación y operación armónica del engranaje del Estado, del que todos forman parte.

Los OCAs se han creado para atender funciones estatales específicas que, por su importancia social, han requerido de una instancia especializada e independiente, neutral y transparente, que complemente y eficiente el trabajo institucional en beneficio de las personas.

Algunos organismos fungen de balanza entre diversos actores, y otros son guardianes de derechos humanos, como los garantes de transparencia y datos personales, gracias a los cuales ha sido posible resguardar la privacidad y conocer información pública, útil para decidir y para facilitar otros derechos.

Las resoluciones de los OCAs de transparencia y datos personales han impulsado la apertura de casos de impacto como temas ambientales, condonaciones y cancelaciones de créditos fiscales, violaciones graves a derechos humanos, posibles hechos de corrupción, y muchos otros relevantes.

Para que los OCAs sigan cumpliendo con su función protectora, es fundamental garantizar su autonomía, pues es la que asegura su actuar libre, conforme a sus propias normas, sin sujeción a una autoridad superior. Al ser un componente de control, favorece la rendición de cuentas, lo que impulsa la participación ciudadana y genera confianza, fortaleciendo al Estado.

La autonomía conserva los balances en el poder; mientras se mantenga intocada, los equilibrios no se alteran. Para que los OCAs, como los de transparencia y datos personales, cuenten con ella plenamente, se debe asegurar que la tengan en lo orgánico, normativo, presupuestal y técnico; así como, que adopten sus determinaciones con independencia e imparcialidad, para lo cual son clave los perfiles y procesos de designación, la duración de los cargos, y el régimen de inamovilidad e incompatibilidades.

Es muy importante distinguir entre el significado de la autonomía de dichos órganos, respecto de revisar y afinar su funcionamiento para optimizarlo, porque las mejoras que se deban implementar, no se lograrán sometiendo su actuar.

Los OCAs de transparencia y datos personales deben perfeccionar su operación y desempeño, como lo deben hacer todas las instituciones, sin que ello implique ceder en su autonomía.

Por el contrario, ésta debe consolidarse, porque es un instrumento muy poderoso que debe hacerse valer, una forma de hacerlo es a través de la toma de decisiones libre, con temple y conocimiento y, como sostuviera Weber, con ética de la responsabilidad.