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Dime qué memes compartes y te diré quién eres

O de violencias virales que “nos divierten”

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Escrito en OPINIÓN el

En Internet se da un fenómeno muy curioso que es la potenciación de nuestra humanidad, sea compasiva o atroz. Esta semana, hubo noticias aterradoras relacionadas con violencias de género. Es decir, lo que tristemente hay que semana tras semana: violaciones, desapariciones y feminicidios impunes. El caso de la niña de 11 años en Neza es desgarrante, así como el de la madre de CDMX que decidió matar a sus hijos y después suicidarse porque perdió la custodia, misma que quedaría a manos del padre de estos, un violador que había sido denunciado previamente y cuya denuncia, como muchas en caso de violación y violencia intrafamiliar, fue ignorada. Tuvimos además las noticias de las represiones en Tepoztlán y contra las normalistas de Cañada Honda. ¿Pero sabe usted cuál fue la imagen que más se compartió y viralizó en muchas redes? Esta:

Esta foto, que una persona tomó sin saber bajo qué condiciones estaba sucediendo la situación, se “subió” a las redes y causó indignación. Se habló sin conocimiento de causa, acerca de la “igualdad de género” (así, entrecomillado) y se criticó fuertemente la actitud de la señora sentada. Al parecer ese fue el tema importante e indignante, las violaciones, asesinatos e injusticias, qué. Total, las redes son para puras cosas livianitas, indignarse por lo pequeño, que además no sabemos cómo pasó, ni tenemos el contexto completo, y que, desde mi perspectiva, no tiene que ver con igualdad de género ni con el feminismo: no le veo a la señora sentada un letrero que diga que es feminista.

Dime a qué noticias de la red le das importancia, qué tan confiables son tus fuentes, qué decides compartir y cuestionar, y te diré quién eres. Lo mismo pasa con tus memes.

Sabemos que los memes son el pan nuestro de cada día. Los vemos desfilar a todas horas en los timelines de nuestros contactos, en la actualización de noticias de nuestras diferentes redes sociales y las carpetas de nuestros teléfonos móviles están invadidas por los memes que mandan nuestros amigos y familia a través de los chats del Whatsapp. Guardamos los que más nos gustan, los volvemos a enviar cuando son muy buenos; los compartimos, nos dan muchos likes, y luego, esos memes circulan nuevamente, en otros muros, en otras cuentas, en otras mentes.

Sin ahondar en conceptos teóricos, ni nada parecido, entenderemos al meme como una unidad de transmisión cultural. ¿Eso qué significa? Que la información que usted transmita en un meme, se replicará y replicará al infinito, llegará a personas de todas las edades y estratos sociales. El mensaje al que usted decidió darle like o “me divierte” y que después compartió, se quedará en la mente de las personas por mucho tiempo. Esas personas lo transmitirán a otras y así sucesivamente. 

Sí, sí, bueno. Los memes son vistos por la mayoría de nosotros como una válvula de escape de una realidad a la que nos cuesta enfrentarnos cada día. Pero ¿se ha puesto a pensar en las razones por las cuáles decide compartir un meme? ¿Y los efectos que eso genera en una sociedad como la nuestra? Por ejemplo: ¿ha llegado a compartir en sus redes sociales notas de las que no tiene ni la menor idea de cuál es la fuente, ni de qué contexto salieron, pero usted la comparte porque sabe que tendrá muchos likes? ¿Es usted de los que comparten imágenes como la que inicia este texto sin la menor información del contexto real de la foto mas que lo que vio en el muro de alguien más compartió? De la misma manera, en el caso de un meme, compartirlo sin tener la menor la idea o conciencia de lo que se está transmitiendo, es caer en el mismo error. El meme, aunque así lo parezca, no es cualquier cosa.

¿Qué puede convertirse en meme? Cualquier cosa que se pueda viralizar y se nos pueda quedar “pegado” al pensamiento. Puede que no hayamos entendido el contexto, origen o trasfondo del meme que estamos viendo, pero la frase se nos quedará grabada: ¿cuántas expresiones usamos a diario que tienen su origen en un meme? Entonces, imagínese que yo, fuera un adolescente que abre su cuenta de Facebook por vez primera, y las primeras publicaciones que aparecen en mi timeline tienen memes de este tipo:

   

Probablemente no me dé tanta risa de entrada, quizá en casa me hayan enseñado que cosas de este tipo no son graciosas, pero cuando vea los comentarios de mis amigos, la cantidad de likes y shares, se me hará fácil compartirlo y decir que es sólo un chiste. Esa práctica, se me volverá una costumbre y no sólo eso, los discursos de los memes, los llevaré a mis palabras, y a mis acciones, que a su vez influirán en las palabras y acciones de mis compañeros de escuela o trabajo, familiares y amigos que compartan conmigo la diversión del meme en cuestión. Así, en el caso específico de estos memes, irán configurando mis ideas sobre las mujeres y las personas afroamericanas, sobre todo si no tengo información al respecto y me quedo con lo que me da el meme, es decir, risa.

Esta no es una opinión anti-memes, sino todo lo contrario, aquí escribe una gran entusiasta de este tipo de expresión. El llamado es a que, como en todo, nos hagamos responsables de todo lo que subimos, compartimos y laikeamos. ¿Sabía usted que muchos de los crímenes de odio que suceden en estos tiempos se alimentan y justifican en estas expresiones? ¿Usted cree que el conductor que violó y asesinó a una niña de 11 años en Ciudad Neza no compartía, descargaba y seguía páginas de memes pedófilos y machistas y tenía decenas de memes en su móvil?

Ojo que aquí no se está diciendo que los memes sean responsables de estos hechos atroces, lo que se sugiere es que por sus características y maneras de difusión pueden estar formando parte de una estructura violenta que nadie se cuestiona porque “sólo es un chiste” y porque es muy fácil sólo compartir en Internet. Pensemos en los memes que buscan hablar mal del feminismo. ¿Le informan realmente lo que es o sólo lo desacreditan comparándolo con el machismo? ¿Sabía usted que el feminismo nunca estará a favor de que lo violen, ni se reirá de ello, ni buscará quitarle los espacios políticos que ha conseguido, ni buscará justificar, ni perpetuar que le violenten por ser hombre y por lo tanto no tiene nada que ver con el machismo que ese sí viola y mata? ¿No lo sabía? ¿Pues cómo se informó acerca del feminismo? ¿A través de memes?

Internet, las redes sociales y los memes tienen un gran potencial de expresión, información e incluso de cuestionamiento al poder. Pero si usted, señor usuario, usa estas herramientas sin responsabilidad, ética o de manera ignorante, usted, sí usted, está contribuyendo al reforzamiento de toda una estructura de desigualdad, discriminación y menosprecio por el otro, acciones todas que desembocan en injusticias cotidianas o en crímenes de odio.

@AleCaligari