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Derechos humanos y empresa: del respeto al activismo

Ser una marca activista significa no sólo concentrarse en las tareas habituales de marketing, sino trabajar por la transformación de la empresa global. | Jaime Rochín

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Escrito en OPINIÓN el

El respeto a los derechos humanos no sólo corresponde al Estado, también es responsabilidad de todas las empresas. De igual forma, esta visión de la empresa se está convirtiendo rápidamente en práctica común que favorece la relación con la comunidad y la productividad. También ahorra costos importantes, ya que cada vez mas, los gobiernos desarrollan planes nacionales de acción sobre empresas y derechos humanos.

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha comenzado a debatir sobre la necesidad de nuevas iniciativas y normas respecto de la responsabilidad de la cadena de suministro con referencia a los Principios Rectores de la ONU sobre derechos humanos y empresas.

Un número cada vez mayor de empresas están haciendo compromisos explícitos para respetar los derechos humanos en todo el mundo, como las más de 9,000 empresas que han firmado los Diez Principios del Pacto Mundial de la ONU, las más de 340 empresas que han publicado una política de derechos humanos o el creciente número de empresas que están reportando de manera puntual su desempeño en derechos humanos;

Hoy en día, las principales normas internacionales de sostenibilidad están ampliamente alineadas con los Principios Rectores de la ONU, incluyendo:

• Los lineamientos de la OCDE para empresas multinacionales,?

• La Norma ISO 26000 sobre responsabilidad social,

• El Marco Internacional Financiero de Sostenibilidad para Corporaciones y Normas de Desempeño

En el caso de México, es necesario conocer y aplicar con perspectiva de género y de derechos humanos la Norma Oficial NOM 035-STPS-2018, sobre factores de riesgo psicosocial en el trabajo: identificación, análisis y prevención; entre otras muchas medidas.

Sin embargo, el respeto no basta. En el campo de los derechos humanos, la obligación de respeto es necesaria pero insuficiente; también existe la obligación de promover y defender estos derechos; aquí es donde la empresa se transforma en activista.

En el mundo, las empresas se están moviendo en lo concerniente a la responsabilidad frente a la sociedad, debido en gran parte a las exigencias de las personas consumidoras que se preocupan cada vez mas por el deterioro del medio ambiente, la explotación infantil y otras calamidades del sector que antes pasaban desapercibidas.

En México, por ejemplo, son cada vez mas las empresas que abrazan un activismo por la igualdad y no discriminación: como cada año, alrededor del 8 de marzo muchas empresas se manifestaron por los derechos de las mujeres (muchas veces con mensajes superficiales o estereotipantes), lo mismo sucederá alrededor del mes de junio a favor de la comunidad LGBT; pero si estas acciones no son consistentes con las políticas internas de la empresa, pueden resultar no sólo inútiles, sino contraproducentes.

Es necesario entender que el activismo empresarial debe ser auténtico y por ello en primer lugar interno; hace mas 70 años, Eleanor Roosevelt, lo señaló con claridad: “Los Derechos Universales comienzan en los lugares pequeños, cerca de casa; tan cerca y tan pequeños que no pueden verse en los mapas del mundo. Sin embargo, son el mundo de la persona individual; el vecindario donde vive; la escuela o universidad donde estudia; la fábrica, granja u oficina donde trabaja. Tales son los lugares donde cada hombre, mujer y niño busca igualdad de justicia, igualdad de oportunidades, igualdad de dignidad sin discriminación. A menos que estos derechos signifiquen algo ahí, tendrán poco significado en ningún otro sitio. Sin una acción ciudadana coordinada para hacer que se respeten cerca de casa, buscaríamos en vano el progreso en el mundo a mayor escala”.

Ser una marca activista significa no sólo concentrarse en las tareas habituales del profesional del marketing, sino que además se debe trabajar por la transformación de la empresa global. Las personas detrás de las marcas necesitan convertirse en activistas, o directamente serlo con plena convicción. Cuando una marca se convierte en activista, ésta es cuestionada, debe dar explicaciones, se magnifican los defectos y errores; si la marca es auténtica, los hechos hablarán por si mismos generando un efecto multiplicador en la cohesión social.

#HagamosComunidad