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Demonios en la cabeza

"Entre los deportistas hay episodios de ansiedad, depresión y trastornos sicológicos que tienen origen en la vida de cada uno"

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Escrito en HIDALGO el

Ninguna noticia de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 tiene resonancia en todo el mundo como el retiro de la gimnasta norteamericana Simone Biles, argumentando que era por su “salud mental”.

El impacto fue mayor porque hace unos meses otra estrella, la tenista Naomi Osaka, japonés que tuvo el privilegio de encender el pebetero olímpico, manifestó la misma razón para alejarse del torneo de Roland Garros, en Francia.

“Tengo demonios en la cabeza”, escribió Biles en sus redes sociales, dejando en claro que no pensaba repetir la hazaña de hace cinco años, cuando se consagró la mejor gimnasta del planeta… y quizá de la historia.

El sufrimiento de Simone comenzó cuando se enteró que la Olimpiada no se realizaría en la fecha programada sino hasta a un año después.

Fue a un rincón del área de entrenamiento a llorar sin consuelo.

La postergación de los Juegos, por la pandemia, representaba para ella más tiempo bajo la presión de todo su entorno y acabó quebrándola en la rondas clasificatoria del All Around, después de un impresionante pero titubeante ejecución en salto de caballo.

Biles, afroamericana de origen pobre, tuvo una infancia difícil. Nació con secuelas por las adicciones de su madre a las drogas; la adoptó su abuelo y la gimnasia fue su refugio. Por desgracia, decenas de niñas que integraron la selección de Estados Unidos fueron abusadas por el médico del equipo. Ella jamás ha profundizado sobre el tema.

Cualquiera pensaría que en su mente no hay espacio para inseguridades. Ahora sabemos que no es así. Ni tampoco es la única.

¿Qué pasa en la cabeza de una campeona mundial y olímpica?

“Entre los deportistas hay episodios de ansiedad, depresión y trastornos sicológicos que tienen origen en la vida de cada uno; también cuando no pueden manejar situaciones de alto estrés o la exigencia de perfeccionismo”, apunta Magaly Zerón.

Especialista en psicología deportiva, esta profesional hidalguense revela que muchas veces los sicólogos no son aceptados por los propios atletas o su entorno; sin embargo, está convencida que Simone Biles sí comprende el tema cuando habla de salud mental. “Es algo que conoce y, desde luego, lo estuvo trabajando”.

Destaca que se puede apoyar a los deportistas desde esa trinchera pero nunca se les puede obligar a competir, “ya que puede tener una consecuencia emocional severa, aunque a veces no se quiera ver ni admitir”.

Más allá de los demonios con los que cada atleta lidia, Zerón insiste:

“Hay que darle toda la importancia  a la preparación sicológica. Total atención antes, durante y después de la competencia. Debe ser algo continuo e integral”.

No se sabe si la estrella de la gimnasia mundial volverá frente a los reflectores en Tokio 2020. Tampoco si Naomi Osaka tendrá arrestos para reaparecer en las canchas de tenis.

La realidad es que ambas pusieron sobre la mesa la discusión de lo vulnerable que puede ser un “súper atleta”.

REMATE

Magaly Zerón Ávila es originaria de Zapotlán. Campeona nacional de judo, además de medallista centroamericana, panamericana y Premio Estatal del Deporte. Estudió psicología en la UAEH con posgrado en la UNAM. Actualmente dirige su consultoría del deporte y alto rendimiento, trabajando con figuras como Paola Longoria, multicampeona internacional de raquetbol.