Main logo

De exigencia de justicia, represión de manifestaciones y próximas elecciones

Ningún acto en el ejercicio del legítimo derecho a la manifestación, justifica la violencia y el uso excesivo de la fuerza por parte del Estado | Diana Avilés

Por
Escrito en HIDALGO el

Tantas cosas han pasado en estos últimos días y nombraré al menos tres que considero nos pueden dar para reflexionar el contexto de nuestro estado y cuestionarnos, el uso excesivo de la fuerza en la manifestación de las y los pobladores de San Salvador por parte de la policía estatal, los resultados de las elecciones a diputaciones federales y locales, y el desafortunado caso de la muerte violenta, posible feminicidio de la médica Beatriz en el municipio de Progreso de Obregón.

De inicio, me gustaría recordarles que ningún acto en el ejercicio del legítimo derecho a la manifestación y a la propuesta, justifica la violencia y el uso excesivo de la fuerza por parte del Estado; han olvidado que su labor está en resguardar nuestra seguridad y nuestra vida, incluida la de las personas que defienden sus comunidades, exigen mejores condiciones de vida y se organizan para hacerlo. Lo acontecido el pasado 1 de junio, además de ser evidencia de pésimas decisiones ante la situación, también evidencia la falta total de formación y de protocolos de actuación de la policía estatal.

Es muy grave, sobre todo porque dudo mucho que las y los policías hayan actuado por cuenta propia, evidentemente alguien dio tan lamentable orden (cadena de mando) que resultó en personas heridas y otras más en procesos judiciales, incluidos elementos de la policía estatal, como si la responsabilidad fuera únicamente individual. Posterior a esto, un grupo de organizaciones defensoras de derechos humanos, activistas independientes, personas académicas y población en general, solicitamos mesas a gobierno del estado para dar seguimiento a esta situación, así como para revisar o en su caso, generar protocolos de actuación con los más altos estándares en materia de derechos humanos y hasta el día de hoy, no se ha obtenido respuesta.

Los lamentables hechos sucedieron unos días antes de las pasadas elecciones, lo que generó una ola de críticas y señalamientos que evidenciaban algunas características del acontecimiento, el municipio es gobernado por un partido de oposición al ejecutivo estatal, es parte del Valle del Mezquital, pueblos originarios que históricamente han sido señalados y estigmatizados por la defensa de sus usos y costumbres, entre otras más.

Y ya entradas en elecciones, hubo participación muy significativa y los resultados favorecieron mayoritariamente al partido Morena, lo que no fue tan raro, pero que al menos para las mujeres y nuestros derechos, parece no significar tanto, no llegaron tantas aliadas que pudieran hacer realidad algunas de las deudas del legislativo, por ejemplo, el aborto legal; y lamentablemente regresan unos cuantos antiderechos. Sin embargo, nosotras seguiremos insistiendo. Y hablando de antiderechos y deudas, pésima la participación de algunas y algunos diputados salientes en la comparecencia de la fiscal de delitos de género, evidenciando su ignorancia (y la de sus asesoras y asesores) sobre los temas y sin morderse la lengua por todo lo que quedaron a deber a las hidalguenses durante su periodo en el congreso, pero abanderando sin al menos una leída, un tema tan delicado como lo es el feminicidio.

En fin, volviendo al tema de las elecciones, los comicios 2021, son un ejercicio rumbo al cambio de gubernatura el próximo año, ¿será que a Morena y partidos aliados en el estado les alcanzará para quitar uno de los últimos bastiones del PRI? Sobre todo, cuando necesitan una figura fuerte, a la altura de los retos del estado y por lo menos ahora, no se ve a nadie de manera clara que logre articularles; interesantes cosas vienen en los próximos meses y en definitiva, espero que no sean tan violentas como el asesinato del presidente de Zapotlán y los enfrentamientos recientes en Cuautepec.

Por último, me gustaría utilizar este espacio para sumarme a las exigencias de familiares, comunidad y población hidalguense en general, por el esclarecimiento de  la muerte violenta, posible feminicidio de la médica Beatriz en el municipio de Progreso de Obregón, así como señalar nuevamente, el trato inhumano que el propio gobierno municipal y algunos medios de comunicación han dado al caso, es una vergüenza y urge atender tan lamentables acciones, sin olvidar la dignidad humana, los derechos y la perspectiva de género.