Por
Escrito en
OPINIÓN
el
Cuando la Muerte lo encontró,
Trump muy devoto parecía,
pues postrado de rodillas
veladora tras veladora encendía.
“Para quién es tanta veladora”,
le preguntó por sorpresa la Flaca.
“Para usted Poderosa Señora”,
respondió el de la Casa Blanca.
“Necesito de su ayuda”,
le dijo el tuitero mayor.
Tras lo cual la pálida muerte
puso cara de estupor.
“Para mantenerme en el poder,
aún perdiendo la votación,
necesito que al tal Biden
se lo lleve ahora al panteón”.
En las noches frías de noviembre,
se ve a Trump tras la Catrina correr.
La Muerte se lo llevó por tramposo
y por no saber perder.