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Beisbolistas fenómenos

Dos muchachos de 24 años de edad lo hacen en este momento: Julio Urías y Víctor González, quienes son lanzadores en los Dodgers de Los Ángeles | OMAR PÉREZ DÍAZ

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Escrito en HIDALGO el

A mediados del Siglo XX, el beisbol era el deporte más popular en México, muy por encima del futbol. Nuestro país presumía de una liga profesional poderosa y figuras como Beto Ávila, quien triunfó en las Grandes Ligas de Estados Unidos.

Desde aquellas épocas hasta la actualidad, un total de 130 peloteros aztecas cumplieron ese sueño americano y sólo 17 jugaron la Serie Mundial.

Dos muchachos de 24 años de edad lo hacen en este momento: Julio Urías y Víctor González, quienes son lanzadores en los Dodgers de Los Ángeles. Hoy, pueden ser campeones en la batalla que libran contra Tampa Bay.

Se ve muy fácil pero ambos hicieron grandes sacrificios para alcanzar esta oportunidad.

Julio nació en Culiacán y cuando era niño le detectaron un tumor en el ojo izquierdo que puso en peligro sus ilusiones; sin embargo, el empeño de su papá, quien trabajaba como intendente en una escuela, lo sacó adelante preparándolo ante la adversidad.

Mike Brito, el más famoso scout de los Dodgers, afirmó hace siete años: “Urías es el próximo “Toro” Valenzuela; ¡lanza la pelota a 95 millas por horas!”. Y sí, el pronóstico se cumple.

Víctor también ha derramado lágrimas. Llegó emocionado hace cuatro años a Los Ángeles pero una lesión en el brazo izquierdo lo puso al borde del retiro.

“Salía llorando de los juegos porque no podía lanzar strikes”, recuerda. Si no hubiera sido por Julio, su gran amigo, casi regresa a su natal Tuxpan, Nayarit, creyendo que no servía para el beisbol.

En el bando de Tampa Bay también hay un pelotero que está en trámites para ser el mexicano 131 en Grandes Ligas.

Randy Arozarena nació y se hizo beisbolista en Cuba pero hace cuatro años, ante la muerte de su papá, decidió huir de la isla en una balsa. Durante ocho horas, junto a su hermano, navegó las aguas del atlántico hasta llegar a Yucatán.

Ahí demostró que tenía un enorme talento. Pasó de los Venados de la Península, a los Mayos de Navojoa y hasta los Toros de Tijuana. Los Cardenales de San Luis le dieron su primer contrato en Grandes Ligas pero lo negociaron con Tampa para este 2020, donde se ha convertido en el novato revelación. Es un espectáculo al bat.

En su camino, Randy tuvo una hija en México y ya comenzó el proceso de naturalización.

Si esto fuera futbol, Urías, González y Arozarena estarían jugando la final de Champions League; sin embargo, estamos ante “simples” beisbolistas. Tres beisbolistas fenómenos.

REMATE

En el año 1952, el actor Adalberto Martínez “Resortes”, protagonizó la película El Beisbolista Fenómeno. La historia es sencilla: un vagabundo por casualidad se convierte en un extraordinario pitcher, al que apodan “Bola de Humo”, ídolo de multitudes. Fue un éxito de taquilla.