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Alquimistas de la pasión

La radiodifusión hidalguense perdió a uno de sus locutores más emblemáticos de las últimas dos décadas: Juan Manuel Larrieta | Omar Pérez Díaz

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Escrito en HIDALGO el

El tiempo y la tecnología nunca podrán apagar la voz del alma.

Esta semana, la radiodifusión hidalguense perdió a uno de sus locutores más emblemáticos de las últimas dos décadas: Juan Manuel Larrieta Espinoza.

Manolo actualmente dirigía Grupo ACIR Pachuca; sin embargo, su desarrollo frente a los micrófonos se dio en la Ciudad de México y, especialmente, en la señal de Publimedios Deportivos donde abrazó un oficio muy especial: narrador de futbol.

Entre 1994 y 2003 fue una de esas voces que nos emocionan, que nos hacen sentir como si estuviéramos en el estadio, presenciando un partidazo, vibrando con jugadas y goles.

(Manolo Larrieta. QEPD)

Esa magia, digna de alquimistas, es un arte que el escritor portugués Pablo Coelho describe en una de sus obras como una labor insólita: transformar metales comunes en oro.

Y sí, Manolo Larrieta era uno de esos hombres que logran hacer de un encuentro aburrido y sin chiste una batalla épica, digna de recordarse por siempre. En la capital del país describió cientos de partidos de Primera División pero fue hasta su regreso a la Bella Airosa cuando le tocó gritar los goles de los Tuzos del Pachuca.

Atestiguó el despegue del cuadro blanquiazul hasta el firmamento del balompié azteca, siguiendo una dinastía de profesionales que le dieron brillo a la Cuna del Futbol Mexicano con sus narraciones.

En ese selecto grupo de alquimistas de sentimientos están comunicadores como don José Guadalupe Marines, pionero y testigo de mil batallas en el Estadio Revolución Mexicana durante más de tres décadas (60’s, 70’s, 80’s y 90’s).

(José G. Marines. QEPD)

Fue don José referencia para otros radioescuchas que luego se atrevieron ante los micrófonos y lo impredecible del balón: Ernesto Martín Contreras, José Agustín Mejía, Gerardo Hernández Amador, Alejandro Torres, Eliseo Torres, Noé Escorza, Rigoberto López, Arnulfo Martínez, Enrique Ibarra y Rafael Lizardi cubrieron el espectro radial en el cambio de siglo.

Viajando con todo y antenas, luego celulares, hasta estadios y plazas recónditas; escalando cerros para lograr una buena señal de audio; escondidos bajo una sombrilla del sol o los vasos de cerveza que les lanzaban aficionados contrarios.

(José G. Marines y Agustín Mejía)

En mejores condiciones, una nueva generación se abre paso en este nuevo milenio, donde los medios tienen una diversidad ilimitada pero siguen necesitado de esa dinamita que sale del alma, pasa por los pulmones, el corazón, la garganta y explota en con el grito de ¡gooool!

Ahí están Jabel Marines, Nahum Olvera, Nacho Domínguez, Jimmy Trejo y los más jóvenes Fito Garmuni y Daniel Garnica, todas voces hidalguenses que se meten en el gusto de la afición al futbol.

Hay quienes apuestan que los robots terminarán reemplazando a las personas en muchos oficios; no será el caso de los narradores de futbol, quienes hacen alquimia en su profesión: transformar un simple juego en nuestra más grande pasión.

REMATE

Descanse en paz Manolo Larrieta, quien dedicó más de tres décadas de su vida al quehacer de la comunicación y la radio en Hidalgo. Su legado queda en el reconocimiento de sus radioescuchas. Un abrazo para su familia.