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Acoso sexual en Telmex II

Más de una década ha pasado desde que Lorena y Norma denunciaron situaciones de hostigamiento sexual y laboral en Telmex. | Leonardo Bastida

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Escrito en OPINIÓN el

“Telmex es responsable de violencia y discriminación de género, acoso sexual y laboral, violación a los derechos humanos. Urgente. Vacuna contra impunidad y funcionarios corruptos” son las frases inscritas en una manta sostenida por dos mujeres en la entrada de las oficinas principales de Teléfonos de México. El mensaje llama la atención y las personas se detienen a leerlo, porque, además de las palabras, la lona contiene la foto de Carlos Slim, propietario de la empresa de telecomunicaciones y una de las personas más ricas del mundo.

A pesar de la contingencia sanitaria por covid-19, Norma y Lorena viajaron desde Irapuato, Guanajuato y Guadalajara, Jalisco, respectivamente, para denunciar que la empresa no ha respetado sus derechos humanos y laborales por años, a pesar de haber denunciado irregularidades y situaciones de acoso, tanto sexual como laboral, por parte de algunos directivos.

Más de una década ha pasado desde que Lorena y Norma denunciaron estas situaciones de hostigamiento sexual y laboral al interior de sus centros laborales en Teléfonos de México. Ambas han interpuesto varias acciones judiciales para lograr que sus derechos sean reconocidos, pero en ninguno de los dos casos han recibido respuestas satisfactorias, pues la propia empresa ha implementado acciones para negárselos y evadir las resoluciones favorables a ellas, entre otras, las compensaciones económicas derivadas de las afectaciones sufridas por carecer de un pago por años a pesar de que por ley, les corresponderían salarios caídos. 

En el caso de Norma, recién se le ha notificado la reinstalación de su plaza de trabajo. Una noticia que debería alegrarle. Sin embargo, como hemos documentado, (Acoso sexual en Telmex I), no es tan buena tomando en cuenta ciertos antecedentes como que por 19 años ha buscado justicia después de haber sufrido acoso sexual por parte de Luis Alberto Cañas, le han otorgado la restitución en tres ocasiones previas, pero una vez que se presenta a trabajar, a los dos o tres días se le impide el paso, volviéndose a dar la obstrucción para el desempeño de su labor y obtener una remuneración por su trabajo.

Por eso, esta vez, duda que las cosas cambien y quiere obtener una garantía de que la escena no se repetirá. Más bien, ahora exige que se le reconozcan estos 20 años en los que no ha podido laborar y pensionarse, pues antes de los hechos, ya había trabajado por tres lustros, por lo que, actualmente, sumaría 35 años de servicio.

Trastorno de ansiedad o depresivo mayor es el diagnóstico recibido por Lorena, quien, por ahora, se considera con menos capacidad para poder llevar a cabo sus actividades profesionales como lo hacía anteriormente. Ese ha sido el resultado de 12 años de pugna por que le quitaron el empleo de manera súbita e injustificada.

La razón por la que fue despedida es que denuncio actos de acoso sexual en su contra por parte de personal gerencial de la sede, y posterior acoso laboral, ante la negativa de ceder a las presiones sexuales. Por eso, este jueves, durante la protesta, explicó que ante las constantes dilaciones procesales injustificadas, deficiencias y errores u omisiones en la cuantificación de sus prestaciones que ha realizado la autoridad en su contra ha interpuesto varios juicios de amparo.

Ella interpuso una demanda judicial por acoso, y que a pesar de tener que seguirse de oficio, se permitió su prescripción por que no hubo acciones de respuesta. También una demanda civil por daño moral, pero la propia empresa protegió a Francisco Javier Ortega Castañeda y Alfredo Palafox de la misma, además del robo de una parte de las pruebas, cuya reposición fue complicada por la negativa de la empresa telefónica para otorgar copias. 

A raíz de su diagnóstico de ansiedad y de depresión, está pugnando para que, por sus años de trabajo, se le otorgue una pensión, por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social, pues aunque le restauren su plaza laboral, no está en condiciones de desempeñarla en su totalidad. 

Estos son dos casos punta de lanza en cuanto a abusos cometidos en contra de mujeres al interior de Telmex, pero como señalaron Norma y Lorena, existen otros similares, que por diversas causas, no pudieron sumarse a la protesta, pero que acontecieron en diferentes puntos de la República, y se encuentran en la misma situación, están plagados de impunidad a nivel corporativo y judicial, y de violencias de género.