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A la persona a quien más dañé | Parte 4

Todos en algún momento hemos buscado cerrar ciclos con una expareja, un familiar, amigos, etc; sin embargo, es imposible cerrarlo | Antonio Alcaraz

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Escrito en HIDALGO el

En esta cuarta y última parte, te comparto dos consejos prácticos que me ayudaron a salir del atolladero en el que me metí y así, comenzar un proceso de sanación, después que me hice daño en muchos aspectos.

1. UN ACTO DE PSICOMAGIA

Este acto sencillo de psicomagia es del loco de Alejandro Jodorowsky, uno de mis autores favoritos. Lo hice el año pasado cuando experimenté una decepción sentimental. Te recomiendo hacerlo cuando te resulte difícil expresar un agravio: 

“Cava un hoyo en la tierra, acerca tu boca a él y confiésale lo que te pasa. Pon ahí una semilla y vuelve a rellenar el hoyo con su tierra”.

En mi caso, no vociferé nada. Escribí una carta que posteriormente enterré en el hoyo y, en lugar de una semilla, sembré un racimo de azaleas. Para hacer este ejercicio, me acompañó una buena amiga, quien también lo practicó. De nada sirve el conocimiento si no se comparte.     

2. LOS CICLOS NO SE CIERRAN, SE PURIFICAN

Todos, absolutamente todos en algún momento hemos buscado cerrar ciclos con una expareja, un familiar, amigos, personas, algún centro de trabajo o hasta un lugar que nos trajo malos momentos.

Sin embargo, es imposible cerrar un ciclo, pues una vez que tienes un contacto con una persona, un lugar o situación, ese contacto ‘por mínimo que sea’ impacta tu vida física, energética y mentalmente.

Por ello, la siguiente técnica que te comparto es muy poderosa y ayuda a liberarnos. La encontré en el volumen 1 del libro “La Montaña” de Ricardo Perret; desde luego recomiendo leer. Respetando la esencia del autor, le agregué la cuestión de la relajación:

Para purificar las espirales con cualquier otro ser humano con el que hayas tenido contacto y con quien sientas que las emociones están contaminadas, tienes que abrir tu campo de visualización:

1. Cierra los ojos, respira profundamente unas cuatro o cinco veces. Una vez relajado dirás mental o expresamente las siguientes palabras imaginando que cada nivel (espiritual, corporal y mental) representa un lado del triángulo:

a) Nivel Espiritual

Gracias por todo lo que fuiste conmigo.

Gracias por todo lo que yo fui contigo.

b) Nivel Corporal

Gracias por todo lo que sentí y experimente contigo.

Gracias, por todo lo que sentiste y experimentaste conmigo.

c) Nivel Mental

Gracias por todo lo que hice y pensé contigo.

Gracias por todo lo que hiciste y pensaste conmigo.

2. Una vez dicho esto, vas a encerrar el triángulo en un círculo con estas palabras:

De ti para mí, así todo tuvo que ser.

De mí para ti, así todo tuvo que ser.

Espero de corazón que estos tres métodos te puedan servir, así como a mí me ayudaron en su momento.

GRACIAS