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La carta de una madre a su hija víctima de feminicidio

“Nuestra familia ha sido agredida porque no me he detenido en alzar la voz en la búsqueda de justicia”.

Escrito en NACIÓN el

Irinea Buendía no se ha descansado desde el 2010. Su hija Mariana fue asesinada por un policía judicial del Estado de México, que en ese entonces era su esposo.

Las autoridades calificaron la muerte como suicidio, descartando la culpabilidad del uniformado Julio César Hernández Ballinas.

Sin embargo, la exigencia de justicia por parte de Buendía ha dado frutos. El caso fue reabierto, el feminicidio señalado y el culpable en la cárcel a la espera de sentencia.  

Ahora, a más de siete años del feminicidio e Irinea convertida en un símbolo de la lucha contra la violencia de género, la madre le escribe una carta a su hija.

En la misiva describe las agresiones que se han intensificado en contra de ella y de su familia.

“Nuestra familia ha sido agredida porque no me he detenido en alzar la voz en la búsqueda de justicia”.

Buendía detalla que las agresiones aumentaron desde que cambiaron al asesino de Mariana de penal.

“Ahora el feminicida sigue teniendo su red de apoyo, poder y control en la zona oriente […] parece que están más protegidos los derechos del asesino que los nuestros”.

La familia Buendía, relata Irinea, se ha tenido que desplazar de su hogar por el riesgo que corren.

“Nuestra familia ha sido agredida, hostigada y seguida en múltiples ocasiones. Somos objeto de agresiones físicas, difamación, amenazas de muerte y fabricación de delitos en nuestra contra”.

Irinea Buendía reconoce el apoyo que el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) le ha dado, así como las incompetencias de las autoridades.

Añade el logro que significó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) reabriera el caso, sobre todo cuando lo hizo el día que Mariana cumplía años.

Sin embargo, lamenta que las recomendaciones de la SCJN no se estén cumpliendo.

Dichas recomendaciones son:

1.- Investigar con perspectiva de género y debida diligencia;

2.- Sancionar a las y los servidores públicos que incurren en irregularidades que obstruyan el acceso a la justicia;

3.- Reparar el daño realizado por las autoridades, e impulsar un cambio cultural a partir de la adopción de medidas progresivas específicas, para modificar patrones culturales y fomentar la educación y capacitación del personal en la administración de justicia.

“Observo que muchos casos de muertes violentas de mujeres, incluidas aquellas que parecen haber sido causadas por motivos criminales, suicidio y algunos accidentes, no se investigan con perspectiva de género para poder determinar si fueron o no feminicidios”.

Esto más, precisa Buendía, cuando según el INEGI, en el Estado de México son asesinadas cuatro mujeres al día.

“Cuando se investiga la muerte violenta de una mujer, las instituciones de procuración y administración de justicia deben realizar sus investigaciones con perspectiva de género y derechos humanos. Debe implementarse un método y protocolos para verificar si existió una situación de violencia o vulnerabilidad en la víctima por razones de género”.

Irinea reitera su compromiso con las organizaciones no gubernamentales y la lucha contra la violencia de género.

“En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, hago un llamado de auxilio para que tu feminicidio no quede impune y para que las autoridades salvaguarden mi vida e integridad física, así como la de toda nuestra familia”.

Irinea Buendía termina su carta con un llamado a las autoridades para que volteen a ver todos los casos de feminicidios y no sólo los que trasciendan a través de los medios y redes sociales.

“Hoy, alzo mi voz por todos los feminicidios, no nada más por el tuyo, exhorto al Gobierno Federal, a la Secretaría de Gobernación, al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodista, y al Gobierno del Estado de México para que a la brevedad posible le den la atención debida a nuestro grito de auxilio”.

“Las mujeres estamos en una situación muy grave y seguimos en constante riesgo, exigimos acceso a la justicia y justicia, porque el mensaje que les siguen mandando a los hombres misóginos, perversos, violentos, cobardes y asesinos, es que pueden asesinar a una mujer y no pasa nada.”