El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que valida el acuerdo del Instituto Nacional Electoral (INE) para evitar la sobrerrepresentación de los partidos en el Congreso, beneficia al sistema político y la legalidad, así lo consideraron expertos entrevistados por La Silla Rota, quienes además advirtieron que esta medida tendrá repercusiones importantes durante el segundo trienio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Este martes, magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral avalaron, por unanimidad, el acuerdo que el INE aprobó en marzo, con el objetivo fue frenar la sobrerrepresentación de partidos y coaliciones en la Cámara de Diputados. Su principal argumento fue que la coalición mayoritaria de Morena, con sus aliados –el Partido Verde, del Trabajo y Encuentro Social–, rebasó la ley en cuanto a su porcentaje de representación, cuyo límite es 44 % y cuando hoy ostentan 67%.
Los magistrados consideraron que el acuerdo del INE ayudará a una adecuada asignación en el número proporcional de legisladores, en proporción con cada partido político con apego a los resultados de la jornada electoral del 6 de junio. Señalaron que esto no se contrapone con los convenios de coalición entre partidos.
Federico Berrueto, analista político y columnista de Milenio, explicó que esta decisión tiene como objetivo evitar un fraude a la ley, en la integración del Congreso. “Me parece que de una vez se tiene que entender que la ley es la que debe prevalecer”, dijo.
“Buena parte de la opinión pública compró la idea de que vivíamos en la ilegalidad. El partido en el gobierno generó la sensación de que había una embestida a la ley. Y lo que estamos viendo es que este país sigue siendo un país de leyes y eso fue lo que acreditó el INE y después el Tribunal”, destacó.
Fernando Vidal Romero, profesor investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), aseguró que la decisión del Tribunal Electoral dejó en claro que “no era tan fuerte ese control que parecía que el Ejecutivo tenía sobre el Tribunal. Y esto es una buena noticia, sea quien sea el presidente, no sólo López Obrador”.
LOS NÚMEROS
Un comparativo de datos oficiales de la Cámara de Diputados muestra cómo Morena y sus aliados han conseguido obtener más del 60% de la representación de este. Entre 2018 y 2021, Morena pasó de tener 247 curules, al inicio de la 64 Legislatura, a 256 a dos días de que cierre el último periodo ordinario de la misma.
Lo mismo sucedió con sus aliados, como resultado del intercambio de legisladores entre ellos e, incluso, con las bancadas del PRI y el PRD. El Partido del Trabajo creció de 29 a 47 legisladores, gracias a los aliados pequeños, pues el partido Verde, que llegó con 16 legisladores, hoy sólo tiene 11. Mientras que la bancada de Encuentro Solidario que tenía 31, ahora sólo tiene 20.
Javier Martín, coordinador de la Licenciatura en Derecho en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), subrayó que la Constitución señala que ningún partido puede tener más del 8% de sobrerrepresentación, de acuerdo con la votación que haya obtenido en la jornada electoral. “Después de la Reforma de 2007, el régimen de coaliciones se ha utilizado para burlar ese tope constitucional, sucedió en 2012, en 2015 y en 2018”.
Precisó que, en las últimas elecciones federales, el presidente ganó la elección con 57 % de los votos, mientras que la coalición sólo alcanzó 45.9 %. No obstante, durante la asignación de curules los cuatro partidos se quedaron, en total, con el 64.7%.
“Es hasta 16% arriba del tope de su votación. Eso ya había pasado antes entre el PRI y el Partido Verde, aunque no a esos niveles. La causa general por la que esto ocurre es porque los partidos políticos presentan candidatos cachirules”, dijo.
Ejemplificó con el caso del propio dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, que llegó a San Lázaro postulado formalmente por el PT, aunque pertenecía a Morena. “Se convirtió en el coordinador de esa bancada y hoy es el presidente nacional del partido, pero fue por esta estrategia”, consideró.
EL IMPACTO QUE VIENE
Con el respaldo del Tribunal Electoral al INE, Federico Berrueto y Vidal Romero interpretaron que el actual proceso electoral se apegará, en estricto sentido, a las leyes electorales, evitando que Morena y sus aliados, PT y PVEM para el proceso electoral, consigan una sobrerrepresentación que rebase el límite constitucional.
Con base en su experiencia en encuestas, Berrueto adelantó que, contrario a lo que Morena afirma (tener entre 44% y 46% de los votos del electorado), podría sólo alcanzar 36% de votos el próximo 6 de junio. “Esto quiere decir que Morena no tendrá mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, independientemente de la decisión del INE”.
El efecto alcanzaría a sus aliados: el Partido Verde y el Partido del Trabajo. “En la elección del 2018 ganaron muchos distritos, pero en ésta se prevé ganen pocos. Será muy difícil que en alianza los tres alcancen la mayoría absoluta”, estimó.
Desde 1994, todas las administraciones federales se han visto afectadas por los resultados de las elecciones intermedias pues, generalmente y sin importar el partido que gobierne, no les favorecen. Esto significa que, en los últimos tres años de cada sexenio, el partido en el poder atraviesa escenarios difíciles para avanzar sus reformas importantes.
“Se le está descomponiendo mucho el panorama al presidente y creo que esto es bueno por la salud democrática del país. No es sano que alguien gane todas, todas, sea quien sea”, afirmó Fernando Vidal Romero. No obstante, consideró, los últimos tres años de la gestión de la 4T cumplirá con la regla de no ser favorables para su proyecto.
“Quizás, el presidente ya entendió que no le va a ir muy bien en las urnas y por eso está adelantando muchos aspectos de su agenda legislativa. Al no tener mayoría en el Congreso se abrirá la puerta a la negociación con otras bancadas para aprobar asuntos como los presupuestos anuales”, adelantó Barrueto.
Romero advirtió que, probablemente, Morena “no sería la aplanadora que es hoy” y estimó que la falta de capacidad del presidente López Obrador para negociar, puede abrir otro escenario adverso para continuar con sus reformas.
LA AUTONOMÍA VS EL PODER ABSOLUTO
Este mismo martes, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) avaló la presentación de una acción de inconstitucionalidad contra la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, la misma que crea el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut), que entregará los datos biométricos de los ciudadanos.
Sobre el tema, Berrueto consideró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación “deberá resolver con claridad y acierto” el tema, dando el ejemplo de autonomía con el Poder Ejecutivo, como ya lo hizo el Inai y el propio Tribunal Electoral.
En su columna para El Financiero, Enrique Quintana aseguró que la decisión del Inai deja como manifiesto la independencia organismo, por encima de quienes han sugerido la desaparición de los órganos autónomos, es decir, el propio presidente López Obrador.
“El Inai no se dejó presionar. La decisión del pleno del Inai fue unánime y se presentaron ocho argumentos para solicitar que la Corte declare inconstitucional esa reforma, que van desde la violación al principio de la no retroactividad de las leyes hasta la violación de los acuerdos suscritos por México en la Convención Interamericana de Derechos Humanos, pasando por la violación al derecho de protección a los datos personales”, aseguró.
Por su parte, Fernando Vidal Romero consideró en este tema, pese a las declaraciones del presidente quién acusó la incursión de Telcel en este tema, “se vale que, si alguien no le gusta algo, lo haga y diga”.
MJP