A medida que millones de familias enfrentan requisitos y formularios médicos para el regreso a la escuela este mes en Estados Unidos, la controversia en torno a las vacunas crece de nuevo, posiblemente con aún más fervor. Así, el sentimiento antivacunas está cada vez más presente en Estados Unidos, con padres preguntando a otros si vacunan a sus hijos, publicó el diario The New York Times.
Elizabeth A. Comen, oncóloga que ha tratado a pacientes por cánceres relacionados con el virus del papiloma humano que una vacuna ahora puede prevenir, responde enfáticamente: “Absolutamente”.
El sentimiento antivacunas se ha estado construyendo durante décadas: mensajes en internet con rumores y desinformación; la reacción violenta contra Big Pharma; un enamoramiento con las celebridades que da crédito especial a las declaraciones antivacunas de actores como Jenny McCarthy, Jim Carrey y Alicia Silverstone; y ahora, la retórica contra la ciencia de la administración Trump.
Los integrantes que componen la llamada resistencia a las vacunas provienen de grupos dispares e incluyen libertarios antigubernamentales y padres que creen que los médicos no deben dictar decisiones médicas sobre los niños.
Sigue siendo cierto que mayoría de los padres estadounidenses tienen a sus hijos vacunados.
Para enfermedades altamente contagiosas como el sarampión, la tasa de vacuna para lograr la inmunidad de rebaño, el término que describe la tasa óptima para proteger a toda una población, generalmente se considera del 95 por ciento.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades descubrieron que la tasa de vacunación para la inyección de sarampión, paperas y rubéola (MMR, en inglés) en niños cursando el preescolar en el periodo de 2017-2018 se había reducido a nivel nacional al 94.3 por ciento, el tercer año consecutivo cayó.
Siete estados informaron tasas para la vacuna MMR que fueron mucho más bajas, incluyendo Kansas en 89.1 por ciento; New Hampshire, 92.4 por ciento.
Casi todos los estados tienen al menos un grupo antivacunas.
"Las vacunas son víctimas de su propio éxito", dijo Offit, uno de los inventores de una vacuna contra el rotavirus, que puede causar diarrea severa en niños pequeños.
AJ