El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi no se hablan desde hace cinco meses y eso no ha cambiado en medio de la peor crisis de salud pública por el coronavirus covid-19 que enfrenta Estados Unidos en un siglo, que ya ha matado a más de 7,400 personas y dejado sin trabajo a 10 millones.
El presidente y la líder de la Cámara de Representantes hablaron por última vez el 16 de octubre, cuando Pelosi le apuntó con su dedo a Trump durante una acalorada discusión en la Casa Blanca. Pelosi se fue furiosa de la reunión y la relación entre ambos terminó de romperse cuando la cámara baja dispuso un juicio político de Trump meses después.
De acuerdo con el diario La Razón de EU, ni siquiera la pandemia del coronavirus logra amortiguar el odio visceral que sienten mutuamente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la demócrata Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes -gran instigadora del “impeachment” fallido-. Y todo parece indicar que, pese al acuerdo para aprobar un paquete de 2.2 mil millones de dólares para combatir la propagación, la nueva batalla no ha hecho más que empezar.
Si Pelosi criticaba “su incapacidad para entregar a tiempo la ayuda que la gente necesita, que fue letal”-, este lunes el presidente aseguraba:
“Es triste. Creo que es una cachorrilla enferma. Tiene muchos problemas”. El mandatario hacía estas declaraciones en una entrevista en la cadena de noticias Fox News. “Es una desgracia para su país, para su familia. ¡Qué declaraciones más horrorosas!”, añadía.
Trump ha indicado que Pelosi no ha tenido en cuenta la decisión que tomó de restringir desde enero los vuelos desde China y ha asegurado que si no se hubiera hecho, habría habido tantas muertes “como nunca se habían visto”.