Un amor de verano cuando era adolescente lo marcó para toda su vida. Nathaniel Hall tenía 16 años cuando conoció a un chico veinteañero en quien confió. Sin embargo, lo contagió de VIH. Era la primera vez que tenía relaciones sexuales.
Y tuvo que mantener su diagnóstico por 14 años.
"Me dijo que había sido examinado y que su salud estaba bien... A los 16 años realmente no tienes la capacidad de desafiar eso", publicó la BBC Mundo.
Todo sucedió en el verano, detalla Hall, en la transición entre la escuela secundaria y la universidad, un romance de verano, por así decirlo. Luego tomamos caminos separados.
“Me diagnosticaron con VIH y cuando le conté, recibí mensajes de sus amigos, que eran mayores que yo, diciéndome que yo era solo un niño tonto, que me lo estaba inventando y cosas peores que eso”, recuerda y afirma que lo que realmente quería era que se hiciera la prueba y que recibiera el tratamiento necesario para que no se lo transmitiera a otra persona porque la mayoría de las infecciones provienen de pacientes que no saben que tienen el virus.
Pero nunca supo si realmente lo llegó a saber. “Me dijo que había sido examinado y que su salud estaba bien... A los 16 años realmente no tienes la capacidad de desafiar eso”.
Después de abusar del alcohol y las drogas y darse cuenta de ello decidió escribir una carta a sus padres y hermanos.
“Me tomó una tarde escribir todo lo que quería decirles. Me dije a mí mismo que no necesariamente tenía que enviarla, que solo necesitaba escribir y luego ver cómo me sentía al respecto. Lo hice de esa forma porque muchas veces antes había intentado contárselo y nunca pude.
Su madre fue al día siguiente a verlo y charlaron. Su gran preocupación era que estuvieran molestos porque no se lo había dicho y porque les había ocultado algo tan importante.
Y ella le dijo:
"Estoy molesta porque mi hijo estuvo luchando con esto durante tanto tiempo por su cuenta".
AJ