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Christopher Landau, el abogado que debuta en la diplomacia

Landau, el recientemente nombrado embajador de EU ante México, no es diplomático de carrera; se ha destacado más por su trayectoria de abogado constitucionalista

Escrito en MUNDO el

Christopher Landau, el reciente designado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, embajador de Estados Unidos ante México, no es diplomático de carrera, como sí lo era su antecesora, Roberta Jacobson. El abogado constitucionalista ahora diplomático, es hijo de George Landau, quien sí fue embajador de carrera.

El 19 de mayo, durante la participación de candidatos al puesto ante el Senado estadounidense, Landau dio un discurso y recordó que es hijo de inmigrantes. Ese día compartió que su padre huyó de Austria en 1938, luego de llegada de los nazis. Llegó en barco a Colombia, sin hablar una pizca de español.

Ahí fue la conexión con América Latina, aseguró en su discurso. A su llegada al país sudamericano, su padre tuvo dos objetivos: sacar a sus padres de Austria, y que él mismo consiguiera llegar a Estados Unidos.

A los tres años de su llegada, su padre consiguió sacar a sus padres que se quedaron a vivir en Colombia hasta el final de sus vidas y él obtuvo un empleo en la empresa de elevadores Otis y se fue a vivir a Nueva York en 1941, meses antes de que ocurriera el bombardeo japonés en Pearl Harbor y que detonó la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial.

Después de concluir la guerra, su papá se unió al Ejército en tareas de inteligencia y obtuvo la ciudadanía en 1957. Después se convirtió en embajador de Paraguay (durante una parte de la dictadura de Alfredo Stroessner), Chile (que estaba bajo el mandato del general Augusto Pinochet) y Venezuela.

Christopher Landau reconoció ese día que él no podría estar ante el Senado sin las oportunidades que Estados Unidos, y en especial el Servicio Exterior, le brindaron a sus padres.

El nuevo embajador de Estados Unidos ante México, de 55 años, se ha destacado más por su trayectoria de abogado constitucionalista.

Nació en Madrid, España en 1963. Se trata de un abogado constitucionalista y de apelaciones, socio del despacho de abogados Quinn Emanuel Urqhart & Sullivan desde el año pasado, firma que tiene representación en 25 países.

Landau fue un destacado estudiante de leyes, y en su trayectoria académica destaca que asistió a la American School en Asunción, Paraguay y su título de abogado constitucionalista lo obtuvo en la Facultad de Derecho de Harvard.

Además, ha destacado como profesionista en la materia. En 1993, ingresó como asociado al despacho Kirkland & Ellis y dos años después de convirtió en socio.

Está casado con Caroline Bruce Landau, quien lo acompañó en su primer mensaje en México y a quién él beso de manera cariñosa antes de hablar. Son padres de Nathaniel y Julia, de 18 y 12 años.

En su curriculum destaca que fue asistente del juez Clarence Thomas del tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia, y después también trabajó para el mismo Thomas y Antonin Scalia, en la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos. Ambos jueces están considerados como de tendencia conservadora, y Thomas es recordado porque su llegada a la Suprema Corte estuvo precedida por una acusación de acoso sexual por parte de una abogada, pese a lo cual fue votado a favor por el Senado en lo que ha sido la votación más cerrada de la historia.

En 2017 el presidente de la Suprema Corte de Justicia lo designó miembro de la Conferencia del Comité Judicial de Asesores sobre Reglas de Apelación.

El nuevo embajador llega a ocupar el cargo que Jacobson dejó vacante desde mayo del año pasado, cuando renunció. En marzo pasado Trump lo designó, en mayo fue ratificado y cinco  meses después llega a México, ya que debió ser ratificado por el Senado estadounidense el pasado 1 de agosto y el lunes pasado Landau rindió protesta.

En su discurso pronunciado en el Senado cuando aún se analizaba si era votado o no, Landau expresó que sería un gran honor convertirse en embajador de México y construir puentes ente Estados Unidos y América Latina. Recordó que estudió en Latinoamérica y y ahí se graduó, y que estaba destinado a unirse al servicio exterior. Irónicamente fue su padre quien lo urgió a ir a una escuela de leyes y tener una licenciatura.

Habló sobre su carrera en el ámbito legal y afirmó que tiene una trayectoria de 30 años, donde ha tenido oportunidad de armar y argumentar casos ante la Suprema Corte de Justicia, en cortes federales y estatales de apelación, lo que le ha dado un profundo respeto por las normas legales, la importancia de resolver disputas civiles, y la dignidad de la individualidad. En caso de ser confirmado, prometió llevar esas pasiones a México.

Además delineó lo que serían los tres focos de su gestión: salvaguardar la soberanía del país y preservar la legalidad en la frontera, que consideró un trabajo duro que implica a varias agencias, por lo que fomentaría la cooperación con las autoridades y población de México.

Otra prioridad es la protección de la población de su país, del azote de las drogas que afecta a ambos países.

La tercera prioridad es enfatizar la importancia de la relación económica con México y espera trabajar para la aprobación del tratado y promover el comercio justo y reciproco.

A su llegada a México este 16 de agosto reconoció ante medios de comunicación que México es un socio y siempre lo será de Estados Unidos, y agregó que si cada uno de los países está bien, recíprocamente el otro lo estará. Aunque su español es fluido, casi sin acento, prometió mejorarlo para ser recordado como alguien “que sí habla como los nuestros”.  

MJP