Usuarias de redes sociales cuentan cómo fueron los matrimonios de sus abuelos, donde ellas tenían sueños pero fueron obligadas a casarse y tener relaciones sexuales

La unión institucionalizada entre los hombres y las mujeres ha cambiado a lo largo del tiempo. La tradición según la cual el matrimonio tenía que ser aprobado por el estado santificado por la Iglesia es una novedad de apenas 2 mil años de antigüedad.

La voluntad de las mujeres era ignorada. Si un hombre había puesto el ojo en ella, ya no podía escaparse. ¿Cuántas historias no conocemos así al respecto? Tan solo nuestros abuelos o bisabuelos, ¿cuántos años de diferencia se llevaban?

En una publicación de Facebook por Guerrex Army recopilaron diversas publicaciones de usuarios que relataban la forma en cómo se casaban sus abuelas y cómo sus sueños se vieron frustrados.

“Me enteré que mi tatarabuela tenía 13 años y mi tatarabuelo 40 años cuando se casaron. Ella contó en su noche de bodas que quiso dormir con él hasta que pasaron meses. Somos fruto de violaciones”.

“Mis abuelos tenían la misma edad. Sin embargo, mi abuela no quería casarse. Quería ser monja e ir de misionera por el mundo. Mi bisabuelo (padre de mi abuela) le forzó una cita con mi abuelo. Este la voló. Quedo embarazada de mi tío y la obligaron a casarse”, dice otro usuaria.

Léanlo.

Publicado por Guerrerxs Army en Miércoles, 27 de mayo de 2020

Según El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cerca de 60 millones de mujeres que hoy tienen entre 20 y 24 años fueron obligadas a casarse antes de cumplir la mayoría de edad. Ahora los matrimonios forzados son reconocidos como una violación de los derechos humanos en numerosas tratados internacionales y en documentos supranacionales. Aunque son ilegales y son considerados una forma de violencia de género se siguen sometiendo a las mujeres.

¿Cuántas historias más no conocemos así? Mi abuela quería ser enfermera. Pero mi abuelo la vio, le gustó y pidió su mano. Ella tenía 15 años y el 23. ¿Ahora, cómo veríamos estos hechos?

A lo largo de los años las mujeres hemos sido sometidas, primero por contratos sociales y después a través de la cultura, donde nos cuentan historias de Disney donde necesitamos ser salvadas por un príncipe azul, el cual nunca ha llegado.

Para el antropológico y filósofo Claude Lévi-Strauss el matrimonio trataba de asegurar estructura social o de un fenómeno universal.

¿Por qué se formalizaría por primera vez la relación entre hombre y mujer? Probablemente, como control social de la pareja y con el objetivo de desarrollar un contexto que favoreciese la crianza de niños, y con ella, la conservación de estructuras sociales superiores (familias, grupos social) establecidas alrededor del matrimonio. 

Ahora las mujeres no queremos sostener ninguna estructura social que violente contra nuestros derechos sino crear una que respete la vida de todos y todas. Sin chantajes ni manipulaciones sobre el amor romántico, donde una mujer no es nada si no se casa o tiene un hijo, ya bien lo dijo Simon de  Beauvoir "ser mujer es una construcción social". Así que es momento de construir nuestras propias historias.