Que el legendario Zapata fuera pintado con zapatillas, desnudo y en una pose afeminada causó conmoción a la familia, “es una aberración”, expresó Jorge Zapata, nieto del revolucionario. La obra fue creación del pintor chiapaneco Fabián Cháirez.

Los familiares amenazaron con demandar. Sí, hay registros que el revolucionario fue bisexual, pero no afeminado. ¿Qué fue lo que ofendió a la familia? ¿Qué la imagen viril de Zapata se viera femenina y erotizada? “El punto es que hubo una deconstrucción de la heteronormativdad de nuestros héroes”, comentó Raúl Díaz Ochoa, especialista en estudios de género.

La heteronormatividad es entendida como el sistema de creencias o suposiciones de que todas las personas son heterosexuales o que la heterosexualidad es el estado predeterminado o "normal" del ser humano.

Otra de las críticas sobre la reacción de los familiares de Zapata fue la de Antonio Marquet quien escribió en el blog Elegebeteando: “Qué doloroso es notar que para esos descendientes suyos lo más valioso de un héroe de la talla de Zapata sea su virilidad. Para ellos, su ancestro es un bigote. Unas botas. Un sombrero. La tierra y la libertad eso no importa… La Revolución tampoco. Solo lo macho importa. Lo único por lo que vale la pena luchar es por la hombría… que las torcidas vayan a las más sórdidas mazmorras”.

Así es, ¿por qué no han alzada la voz cuando le han quitado las tierras a los campesinos? ¿Se han sumado a sus luchas?

La molestia de los familiares nos deja ver un discurso de masculinidad hegemónica que giró en torno a la construcción de Zapata como héroe nacional, en esa construcción histórica no se permiten otras interpretaciones que afecten el rol en la historia, nos comentó Eduardo Luciano Tadeo, investigador sobre masculinidades.

“Presentar a un Zapata fuera de esos cánones históricos, la familia lo ve como una afectación a su propia imagen. El cuadro detona un diálogo que no ha sido contemplado en la construcción de la historia mexicana que es la diversidad, las diferentes expresiones de género o sexualidades, parece que tocar ese tema hace vulnerable al propio Estado mexicano”, comentó Luciano Tadeo.

¿La imagen de Zapata le pertenece a alguien?

En entrevista con Raúl Díaz, especialista en estudios de género, comentó que Emiliano Zapata es más que una persona, se ha convertido en un símbolo pop que ha sido apropiado por la sociedad mexicana. En este sentido, un usuario de Twitter pregunta ¿por qué los familiares no se molestaron con la comparación de Speedy González y Zapata y si con la pintura de Cháirez?

En las sociedades “hay una apropiación de los símbolos, pensemos ¿qué pasa con la Virgen María?, en otros lados es Fátima. En el caso de Zapata, si la comunidad LGBTI se lo quiere apropiar ¿por qué no hacerlo? ¿Hasta dónde podemos apropiarnos de los símbolos? Si las vírgenes se apropian, si los santos se apropian, es comprensible que un héroe se busque ser apropiado”, señaló Díaz.

Sobre el tema, Díaz agrega que, si en Colombia se les ocurriera vestir de trans a Simón Bolívar, pasaría lo mismo que en México, así que debemos preguntarnos “¿los héroes no pueden ser símbolos de las personas que no encajan en la heteronorma ¿El arte debería estar gobernado por lo políticamente correcto? Esta es la pregunta de fondo ¿vamos a normalizar el arte?”, cuestionó el experto.

En este sentido, Antonio Marquet escribió: “Ahora resulta que los héroes son propiedad familiar. Que los herederos son los dueños. Y que velan no porque sus ideales y sus luchas se hagan realidad, sino que luchan por que su hombría permanezca incuestionada”.

El cuadro pertenece a la colección #ZapataDespuésDeZapata y se exhibe en el Museo del Palacio de Bellas Artes, entre otras obras. La polémica inició cuando el Institito Nacional de Bellas Artes (INBA) utilizar el cuadro de Cháirez como promoción de la obra.