Con el proyecto The Blue Box, la especialista de la Universidad de California Irvine (UCI), Judit Giró Benet, se convirtió en la ganadora internacional del premio The James Dyson Award 2020

The Blue Box se trata de un dispositivo capaz de identificar el cáncer de mama a través de analizar una muestra de orina. “Lamentablemente una de cada ocho mujeres será diagnosticada con cáncer de mama a lo largo de su vida, todos conocemos alguna que lo ha sufrido. por lo que sin duda necesitamos una mejor solución para detectarlo”,dijo a El País

Judit Giró inició su proyecto en 2017, inspirada por la capacidad de los perros de detectar el cáncer a través del olfato. Los primeros pasos de la creación de The Blue Box los dio durante la etapa final de su formación en ingeniería biomédica. Por las mismas fechas su madre fue diagnosticada con cáncer de mama, lo que la motivó a prestarle más atención a la prevención de la enfermedad. 

La prevención, el objetivo de The Blue Box

La prevención es precisamente el objetivo de The Blue Box, favorecer la prevención facilitando un diagnóstico confiable y sin dolor, radiación o necesidad de salir de casa. La manera en que funciona es sencilla, se introduce una muestra de orina en el interior de la caja durante dos minutos y la inteligencia artificial detecta si se padece cáncer o no. 

El dispositivo aún se encuentra en fase de desarrollo y se prevé una espera de tres a cinco años para su comercialización, de acuerdo con la creadora, la intención es que se encuentre en la mayor cantidad de hogares posible. Su costo será diez veces menor que lo que cuesta realizar una sola mastografía. 

“La mastografía salva muchísimas vidas, pero supone una exposición a la radiación y por eso se hacen el mínimo de veces posible y se evita en personas jóvenes. Además es muy cara e implica perder la mañana yendo al hospital, lo que supone un inconveniente respecto a los compañeros de trabajo masculinos”, explicó Judit.

Giró buscará en el futuro utilizar The Blue Box para prevenir otros tipos de cánceres e incluso otras enfermedades, lo maravilloso de la inteligencia artificial es que no se sabe dónde están los límites, afirma.

 

Con información de: S MODA