Hidalgo (la Silla Rota).- El año más violento, con mayor incidencia delictiva en Hidalgo desde que inició la guerra contra el crimen organizado en el sexenio del expresidente Felipe Calderón –renombrada, posteriormente, “estrategia militar”– fue 2017, con 43 mil 963 ilícitos, un promedio de 120 al día. Dos multihomicidios, con 15 víctimas –dos de ellas menores de edad–, la ejecución de un presunto exenlace de Los Zetas con el gobierno y 21 feminicidios están entre éstos.
La cifra de delitos del fuero común ocurridos los doce meses anteriores supera 6.48 por ciento el registro más violento en la historia del estado: 2010, con 41 mil 110, con base en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En aquel periodo, no obstante, el Ejército, la Policía Federal y la Procuraduría General de la República (PGR) aceptaban la presencia de los Zetas, liderados por Heriberto Lazcano, oriundo de Apan, Hidalgo, y avecindado en la colonia El Tezontle, en Pachuca. Ahora, sin embargo, las autoridades estatales no atribuyen los crímenes a cárteles del narcotráfico, desterrados, según la PGR, desde 2012.
En 2017, el SESNSP cuantificó 716 carpetas de investigación por homicidios, 200 del tipo doloso, cuando en 2010, que tenía el récord de criminalidad, documentó 385, y 134 dolosos. Esto representa un crecimiento de 85.97 por ciento.
No obstante, cada carpeta puede contener más de una víctima, confirmó la fiscalía estatal, la cual reconoció que por las siete mujeres y cuatro hombres encontrados degollados en una casa en el fraccionamiento Villa los Milagros, el 13 de julio, y por el hallazgo de cuatro más en un domicilio en el barrio de Nacozari, el 19 de diciembre, ambos en el municipio de Tizayuca, iniciaron dos carpetas, una respectivamente, aunque involucra 15 muertes.
Entre los casos del último año está el de José Augusto Vera Pacheco, el 13 de mayo. Apodado El Pino, estuvo recluido siete años en un penal federal acusado de fungir como enlace entre cuerpos de seguridad y el cártel de los Zetas durante el sexenio de Miguel Ángel Osorio Chong.
Asimismo, el del expresidente de Nopala de Villagrán Hermilo Bravo Leal, quien fue baleado afuera de su domicilio particular en la calle 16 de enero el domingo 29 de octubre.
En el año recién concluido también se denunciaron 14 mil 400 robos, 3 mil 725 con violencia y 6 mil 184 lesiones, 5 mil 106 dolosas. De éstas, 139 fueron con arma de fuego y 169 con arma blanca.
Asimismo, 133 extorsiones y 21 secuestros. Esta última cifra no supera los 35 de 2010, atribuidos por el entonces secretario de Seguridad de la entidad, Damián Canales Mena, al otrora brazo armado del Cártel del Golfo, Los Zetas.
Después de 2017 y 2010, los años con más ilícitos en la historia del estado desde que el Secretariado tiene registro 1997 –incluidos los de la guerra contra el narcotráfico– son 2008, con 37 mil 755; 2013, con 34 mil 435; 2009, con 33 mil 810; 2016, con 33 mil 754, y 2014, con 31 mil 826.
A estos le siguen 2007, con 31 mil 518; 2011, con 30 mil 228; 2012, con 29 mil 367, y 2015, con 27 mil 504 delitos denunciados.
El procurador Ramiro Lara Salinas dijo en entrevista que no tienen identificadas organizaciones criminales que operen en la entidad. En el caso de los asesinatos registrados, también en los primeros días de 2018, argumentó: “Por la naturaleza misma del delito de homicidio, evidentemente su realización tiene que ser violenta, salvo los homicidios culposos”.
Desde 2013 cárteles del narcotráfico no aparecen en el listado que elabora el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia por su presencia en Hidalgo; no obstante, el 31 de octubre de 2015 la Policía Federal detuvo, en un operativo, a Ciro González Pérez, El Puchini o Z-37, jefe regional de Los Zetas en San Luis Potosí, Guanajuato y el norte de Veracruz –colindante con Hidalgo– que se refugiaba en Pachuca.
21 días, multihomicidio, quemado y ejecutados
Con el cuerpo quemado de la cintura para arriba y las manos atadas a la espalda fue encontrado en un paraje entre San Buenaventura y Cantera de Villagrán, en Tepeji del Río, un cadáver el día 14, uno de los crímenes ocurridos en los primeros 21 días del año, entre los cuales está la ejecución de cinco personas, entre ellas dos menores, en un domicilio en la localidad de El Damhú, el 4 de enero.
El asesinato del exedil de Mixquiahuala, de 76 años, y el de su hijo Miguel Ángel Licona Pérez, de 41, y el de Carlos Ortega Reyes, exregidor del municipio de Cuautepec, se suman a los crímenes del primer mes.
Los restos de los primeros fueron localizados en la sala y en una habitación de su vivienda en calle Leona Vicario, esquina con Allende, en el centro de aquella demarcación; mientras que el segundo, a bordo de un vehículo en la localidad de Santa Rita. En ambos casos la ejecución fue con armas de fuego.
El día 21, además, en un canal de aguas negras en Alfajayucan fue hallado sin vida un menor de seis años que había sido reportado como desaparecido.