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Estranguló a su expareja, la escondió en un tambo y se hizo pasar por ella

El presunto responsable inició su proceso legal, aún está a la espera de la vinculación a proceso

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- Después de estrangular a su expareja, Daniel M. F. puso el cuerpo inerte de Catalina en un tambo de plástico grande y color grisáceo, lo colocó en un rincón de la recámara donde la víctima dormía, en el Barrio de San Clemente de la capital hidalguense. Para no ser descubierto, tomó simplemente el celular de quien fue su compañera de vida por 11 años y así, se hizo pasar por ella, enviando mensajes de texto a familiares.

Las tres hermanas de Catalina narraron al Ministerio Público adscrito a la Fiscalía para la Atención de los Delitos de Género en Hidalgo, que mientras su familiar vivió en unión libre con Daniel, fue víctima de maltrato físico y psicológico, de constantes moretones en los brazos, de adjetivos como “loca” y reiterados celos solo por saludar a los vecinos del barrio.

Hace cinco años, Catalina fue golpeada tan “fuerte” por Daniel, que decidió separarse e iniciar un proceso legal para obtener la patria potestad de su hija e hijo, ambos menores de edad. Solo así, el hoy acusado de feminicidio abandonó el hogar ubicado en el callejón Agustín del Río, en el barrio alto de San Clemente.

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Desde aquel momento y hasta el pasado 1 de octubre de 2019, la situación cambió, a las 11:11 horas de aquel martes Tania recibió un mensaje del número de su hermana Catalina.

“¿Te puedo decir algo sin que te enojes?”, leyó Tania, para continuar con la lectura de un presunto mensaje escrito por Catalina en donde avisó que viajaría a Querétaro o quizá a Monterrey con una nueva pareja de nombre Aldair, quien supuestamente le pidió que no llevara a sus dos menores.

A las 11:25 se envió un nuevo mensaje para el grupo de WhatsApp familiar del celular de Catalina en el que ella pedía disculpas por irse, “perdónenme, mi pareja no quería que les dijera, perdónenme todos”. En el mismo texto también solicitó que sus “dos ositos” (hijos) se quedaran con su expareja, Daniel, argumentando que él era el padre.

Desde ese momento y de acuerdo con la relatoría que el Ministerio Público realizó en la audiencia inicial del imputado por feminicidio, la familia de Catalina dudó, pues “ella amaba a sus hijos”, y, además, no permitiría que se quedaran bajo el resguardo de Daniel, por los problemas que vivieron mientras fueron pareja.

Con sospechas, los familiares acudieron a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) a interponer la carpeta de investigación 12-2019-13316, pues Catalina no aparecía y los mensajes no correspondían a su redacción, incluso, de acuerdo con lo manifestado por los familiares no utilizaba palabras como “ositos” para referirse a sus hijos, más bien, eran palabras de su expareja, Daniel.

EL CELULAR DE CATALINA

Desde el 1 de octubre y tras los mensajes, la familia de Catalina comenzó la búsqueda, su hermana Tania fue al domicilio del Barrio de San Clemente, al interior, ya estaba Daniel quien había cambiado las chapas de la casa y quien no permitió el acceso a los familiares.

Fue hasta el siguiente día, el miércoles 2 de octubre, cuando de nueva cuenta los familiares regresaron al domicilio para investigar el paradero de Catalina, lugar de donde salió a temprana hora Daniel.

Eran las 7:40 horas cuando al ver movimiento María de Jesús, otras de las hermanas de la víctima, pidió auxilio de una policía adscrita a la Secretaría de Seguridad de Pachuca para que detuvieran al imputado, tras relatar que Catalina estaba desaparecida.

Tras el llamado, tres policías detuvieron a Daniel y al revisar sus pertenencias encontraron un teléfono de la marca T-móvil gris con negro, dispositivo cuyas características eran similares al de Catalina, aunque la expareja lo negó, bastó una llamada para corroborar que se trataba del dispositivo.

Los municipales se trasladaron al domicilio de Catalina y la encontraron sin vida, en un bote de plástico, justo en la recámara en la que dormía.

FUE EL ÚLTIMO EN VERLA

De acuerdo con la perito que realizó el examen, cuando la mujer fue hallada la mañana del 2 de octubre tenía entre 24 y 36 horas desde que fue privada de la vida, el dictamen arrojó que la causa de muerte fue asfixia por estrangulación, hecho que ocurrió entre las 3:00 y 15:00 horas del 1 de octubre de 2019.

El dictamen de causa de muerte es una de las pruebas que presentó el Ministerio Público durante la audiencia inicial del imputado, quien se presentó en la sala tres de los Juzgados Penales de Control, Juicio Oral y Ejecución de Pachuca, con una sudadera azul, pantalón vende militar y botas amarillas.

La Fiscalía también presentó las copias certificadas de las actas de nacimiento de los hijos de Catalina, una data de 2008 y otra de 2011, además de los testimonios de tres familiares y los policías que realizaron la detención.

El Código Penal del Estado de Hidalgo en su artículo 139 BIS menciona que "comete el delito de feminicidio quien por razones de género prive de la vida a una mujer", cuyas sanciones van de los 25 a 50 años de prisión y multas de 300 a 500 Unidades de Medida de Actualización (UMA).

Por tal motivo y por las pruebas que presentó el Ministerio Público, se consideró que el imputado privó de la vida por razones de género, porque los policías de Pachuca localizaron el cuerpo, mismo que los familiares identificaron que correspondía al de catalina, quien tenía dos hijos y que durante su relación en unión libre existió violencia física y psicológica.

Asimismo, la Fiscalía para la Atención de los Delitos de Género indicó que Daniel, quien presuntamente realizó el ilícito, era la única persona con la que Catalina tenía problemas, él fue también el último que vio a la víctima con vida.

Desde su detención por los policías municipales y hasta la vinculación o no a proceso que se realizará la siguiente semana, permanecerá recluido en el Centro de Readaptación Social (Cereso), ya que fue parte de la media cautelar que le dictó el juez de control Ciro Juárez González.

SUMAN 13 FEMINICIDIOS EN LA ENTIDAD

Las numerarias del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), muestran que, del 1 de enero al 31 de agosto, se contabilizaron 638 ilícitos por feminicidio.

De los cuales, 13 corresponden a Hidalgo; 2 se realizaron con arma de fuego y dos más con arma blanca, mientras que los 9 casos restantes no fueron especificados por el SESNSP.


emh