PACHUCA.- Yoloxóchitl Alvarado estaba esperando en la entrada del local con un vestido blanco, que resaltaba su piel morena, estaba sentada con una joven a la que enseña a bordar, su cabello corto caía sobre su cara cuando volteaba a la tela, me vio y me saludó.
La chica se fue y pasamos a una mesa, el local de comida estaba fresco, uno que otro grupo de amigos disfrutaba de la comida y compañía, a pesar de ser un local pintado de negro había un ambiente familiar, entonces empezamos la entrevista.
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Yolo es su marca de ropa con bordados mexicanos hechos a mano, el proyecto se desarrolló en Pachuca, pero con la esencia de varias partes del país. Fue un proyecto que inició con el pasatiempo de hacer sus propias prendas.
EL INICIO DE UNA AVENTURA
La aventura comenzó porque quería escribir un libro acerca de los usos y costumbres de su región, Yoloxóchitl, o como le dicen sus amigos Yolo, es originaria de la huasteca baja de Veracruz; pero esto “se convirtió como en algo más”, pues ella se quedó a vivir en las comunidades, hasta tres meses.
Su objetivo era aprender su modo de vida y posteriormente fueron los textiles lo que llamó su atención, cómo los elaboraban y el bordado.
Soy bordadora desde que tengo uso de memoria y comencé a interesarme a aprender cada uno de los bordados, primero de mi región, después de mi estado y me pasé a otros estados, hasta llegar a diferentes partes del país” contó Yolo.
DE UNA IDEA A UN PROYECTO
Yolo llegó a Hidalgo porque su familia materna es de la bella airosa, era común para ella y sus hermanos pasar algunos años en Veracruz y otros en Pachuca, y ahora en su vida adulta llegó a la ciudad porque “quería desarrollar algo y en mi comunidad todas las oportunidades son muy escasas”.
La marca empezó porque Yolo fabricaba ropa para uso personal, y las personas que veían sus prendas querían ropa similar, “ellos me decían ¡qué padre! ¡yo quiero algo así!” entonces ella hacía pedidos mínimos, pero sin mucho interés.
Como yo hacía todo el proceso, desde la confección hasta el bordado y lo demás, era muy tardado, entonces no le tomaba mucha importancia, era un pedido en el que tardaba de tres a seis meses en entregar”
No era algo que ella tomara enserio, contó que después le llegó la idea de hacerlo más formal, su idea iba dirigida a un negocio en el que pudiera auto emplearse y a personas que ya conocía, quienes tenían esa necesidad de empleo.
YOLO DEL CORAZÓN
Yolo, para empezar, soy yo, soy Yoloxóchitl, el significado de Yolo (Yolotl) en náhuatl es corazón y nuestro lema es que hacemos las cosas con amor y de corazón, entonces está relacionado, además en un nombre que tiene origen en mi lengua materna y sonaba cool, y siento que a todo mundo se le queda Yolo, Yolo, Yolo …” externó acerca del nombre de la marca.
Yolo trabaja con artesanos del Istmo de Tehuantepec, la sierra nororiental y norte de puebla, la huasteca alta y baja de Veracruz, la zona de Totonacapan y las altas montañas del mismo estado, en Querétaro en la zona Purépecha parte de San Juan del Río, Chiapas, con mazahuas del Estado de México y en Hidalgo con la región Otomí Tepehua, en Tenango de Doria.
Espinal, punto de cruz, hilván, pepenado, puntos de relleno, plisados, punto en pata de gallo, tenangos, tejidos de la zona del totonacapan, tejidos en gancho y telares de cintura son las técnicas con las que crean las historias sobre la tela.
Estas (las técnicas) se repiten en varias culturas, la diferencia es la cosmogonía, las iconografías y la cosmovisión de colores”
MÁS QUE TELA ES EL ALMA
El objetivo principal, “aparte de que no muera el proyecto”, bromeó mientras acomodaba su cabello, es que se dé a conocer, no solamente los textiles, sino su forma de vida a través de estos.
No solamente serían una prenda para vestir o un accesorio, queremos que nuestras prendas cuenten una historia y aparte de eso cuenten un modo de vida y contagie ese modo de vida”
Desde la perspectiva de como aman y respetan la naturaleza, como conviven en armonía con la tierra, hasta como llevan valores en su vida son parte de las representaciones que imprimen en sus bordados.
Una de las cosas más interesantes que he notado es que en la lengua hñahñú no existe la palabra odio, si buscas como decirlo, solo encuentras disgusto o rechazo, esa es una forma de vida que puedes contagiar a través de las historias que vas contando”
Yolo compartió que ese tipo de detalles son los que quieren transmitir con el arte que están haciendo; y que eso mismo enamore, que haga que los clientes quieran usar sus productos, confesó que esto es una doble intención.
Los diseños de la marca van desde prendas tradicionales de cada región hasta diseños contemporáneos que trabajan sobre bocetos, estos se manejan sobre los estándares de la moda que surgen por temporadas.
HISTORIAS DE AMOR
Hay historias de vida en el camino de Yolo “y la mayoría son trágicas”, pues son personas que tienen varios trabajos para sobrevivir y no son remunerados de manera justa, “pero al final tú ves que el artesano es feliz con lo que hace”.
Yoloxóchitl aseguró que los artesanos están fastidiados del coyotaje, estos son quienes llegan a comprar el producto bordado barato y lo revenden a precios elevados.
En un foro una compañera dijo que están cansados porque trabajamos en el campo y bordamos, a veces no ganamos nada, pero lo seguimos haciendo, y no lo hacemos por dinero lo hacemos porque nadie más lo hace y porque nos gusta, pero queremos que se aprecie”
Expresó que los artesanos sienten la obligación moral para seguir haciendo prendas, “es algo muy bello porque hacen mucho honor a la frase de: por amor al arte”
No les estamos vendiendo una prenda o un trapo o un bordado, les estamos vendiendo una parte de nuestra alma, nuestro corazón, nuestra vida, esto va más allá” con esto invitó a no regatear las artesanías.
Un textil mexicano, bordado, hecho a mano no es sólo un producto de comercialización, es un producto de ceremonia, de espiritualidad o de bendición, tiene muchos significados, no es sólo la parte material, también tiene un trasfondo espiritual.
emh