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Yael salió a la escuela, 8 años después su madre sigue buscándolo

Su madre afirma que 9 fiscales han investigado el caso desde que se denunció su desaparición, ninguno de ellos ha dado con los responsables

Escrito en VERACRUZ el

Desde la desaparición de Yael Zuriel Monterrosas Jiménez el 1 de septiembre del 2012 nueve fiscales regionales se han ocupado de su caso, ninguno de ellos tiene avances sobre las investigaciones.

Las pruebas que su madre Ana Lilia Jiménez Sandoval aportó para dar con los presuntos responsables de su desaparición fueron perdidas por negligencia de los ministerios públicos que en un inicio atendieron el caso.

Sin embargo, ella no para de buscarlo desde hace 8 años, recorriendo predios con fosas clandestinas y caminando con la fotografía de su hijo en diversas ciudades de Veracruz para encontrarlo.

“Ya han pasado nueve fiscales y hasta la fecha no se ha podido hacer nada, porque toda la información de los culpables desapareció y no les pudieron hacer nada”, declara resignada Lilia.

La desaparición de Yael Monterrosas se suma a las 2 mil 75 personas desaparecidas del 1 de enero de 2018 al 31 de junio de 2020 en Veracruz, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación.

La cifra fue suficiente para que Veracruz ocupara el lugar número cuatro, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).

Del mismo modo, en el documento de Búsqueda, identificación y registro de personas desaparecidas, publicado este 13 julio del año en curso señala que, Veracruz se encuentra entre los estados con más fosas clandestinas con 173.

Mientras que en el Registro Nacional de Fosas Clandestinas y Cuerpos Exhumados el Informe histórico de 2006 al 30 de junio de 2020 se reportaron un total de 3 mil 978 fosas y 6 mil 625 cuerpos exhumados en todo el país.

DESAPARICIÓN DE YAEL

Transcurrían las primeras horas del sábado 1 de septiembre del 2012, Lili como todos los fines de semana se había levantado temprano para preparar el desayuno de su hijo Yael, por el trabajo de Lili esos días eran los únicos en los que podían desayunar juntos, ella nunca se imaginó que ese sería el último.

La mañana transcurrió normal como cualquier otra, Yael se metió a bañar mientras su madre cocinaba, se arregló como solía hacerlo, con bastante gel para acomodarse “sus cabellitos parados” y perfumarse, narra Lili.

“Yo no sé si él ya sabía que no iba a regresar o si iba a hacer otra cosa, porque me dejo su gorra y su cinturón favorito”, comentó Lili con la voz entrecortada.

Aún recuerda que su hijo tomó una mochila de mezclilla y le dijo que iba a ir al centro por sus libros, después iría al centro comercial para ver si podía conseguir trabajo de “cerillito”, para ayudar a su madre con los gastos de la casa.

“Ahorita vengo gordita”, fueron las últimas palabras que Yael le dijo a su madre antes de salir de casa.

Yael desapareció alrededor de las 10 de la mañana en el municipio de Ixhuatlancillo, se dirigía a las instalaciones del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA) a recoger unos libros para poder hacer su examen y así concluir sus estudios.

Al momento de su desaparición contaba con 15 años y estaba terminando la secundaria en el sistema abierto.

Pasaron las horas y Yael no llegaba, la preocupación y angustia empezó a invadir la mente de Lili, en aquel entonces ella y sus hijos no contaban con celular para comunicarse, solo le quedaba una última esperanza, que Jael estuviera en Ciudad Mendoza con su hermana mayor.

Al siguiente día Lili fue hasta Ciudad Mendoza para ver si en la casa de su hija se encontraba Yael, pero no fue así, el lunes 3 de septiembre empezó la búsqueda con sus amigos más cercanos y su novia, pero tampoco estaba con ninguno de ellos.

Desesperada se dirigió a un ciber para dejarle un mensaje a través de sus redes sociales, ella por temor en ese momento no interpuso una denuncia por la desaparición de su hijo, ya que en aquellos años se especulaba entre la población que a los jóvenes los raptaban para que sirvieran a los cárteles.

El martes 4 de septiembre Lili volvió a ir a ciber para ver si su hijo se había comunicado, ella recibió los mensajes donde supuestamente Yael le decía que estaba trabajando en Puebla como vigilante y que no se preocupara ya que él muy pronto se comunicaría con ella. 

Lili aportó las pruebas al Ministerio Público para que realizaran la investigación sobre su desaparición, pero por negligencia de los funcionarios todo lo que ella aportó se perdió de los archivos.

UNA GUERRA DE 14 AÑOS QUE DEJO MILES DE DESAPARECIDOS

Desde los inicios de la guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón en el 2006 el estado de Veracruz se convirtió en epicentro de las luchas entre los cárteles de la droga, que se prolongó durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Según datos de diferentes asociaciones civiles que buscan a personas desaparecidas, se tenía registro que en el año 2011 cerca de 75 mil personas en su mayoría jóvenes habían sido reclutados en todo el país para trabajar en estos grupos de organizaciones criminales.

Mientras que, en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), registró entre 2006 y 2016, la desaparecieron 681 personas en toda la entidad. Al igual que se contabilizaron al menos 4 mil 685 asesinatos.

Dejando una gran ola de violencia, deuda y narcotráfico que se prolongó en el gobierno de dos años que encabezó Miguel Ángel Yunes Linares, obligando al gobernador Cuitláhuac García Jiménez a que asumiera el compromiso de erradicar los casos de desaparición de personas como una crisis humanitaria.