TUXTLA GUTIÉRREZ.- Al menos dos caravanas migrantes provenientes de Honduras ingresarían a territorio chiapaneco, una el próximo 10 de diciembre y otra más —la más nutrida con 10 mil personas— para el 15 de enero de 2021, de acuerdo con información proporcionada por activistas y organizaciones no gubernamentales de Tapachula.
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Aunque se habla que la pobreza y la violencia son los principales factores por los que la gente huye de sus países centroamericanos, desde hace al menos un mes se agudizó el flujo incluso en la capital de la geografía chiapaneca pero ahora tras ser azotados por eventos como huracanes.
Según Yaneth Gil Ardón, directora de la Casa de la Mujer Migrante, AC, los huracanes “Eta” e “Iota”, más la contingencia sanitaria por la covid-19, han agravado la salida no solo de sus connacionales salvadoreños, sino de personas de Honduras y Guatemala que buscan refugio porque sus tierras están anegadas.
De hecho, se estima que solo en la nación hondureña hay entre dos y cuatro millones de damnificados.
Por su parte, Alfredo Mendoza Reséndiz, encargado del comedor Santo Domingo ubicado en la parroquia del mismo nombre en esta ciudad tuxtleca, explica que de las más de 120 personas que atienden a diario, al menos 50 son migrantes, situación que se incrementó en las últimas tres semanas.
SERVICIO SECRETO CUBANO MUEVE CARAVANAS
En entrevista vía telefónica, Luis García Villagrán, activista y director general del Centro de Dignificación Humana, AC, sostuvo que por desgracia estas caravanas son “alentadas” por entes con intereses políticos, y en los últimos tiempos hay una incesante injerencia del Servicio de Inteligencia Cubano.
“Pero hay que reconocer que ahora hubo huracanes muy poderosos, lo que facilita que la gente sea captada con más facilidad, y qué mejor que salir en estos momentos”.
En México, destacó que hay tres grupos cubanos con mucho poder, uno de ellos el que comercializa drogas y otro el de aparentes indocumentados de esa nación (gente del Servicio Secreto de Cuba) que se encargan de inhibir la migración y comprobar la corrupción.
Es decir, estimó que es un plan para estancar la migración cubana, y por ello esos grupos se han diseminado no solo en territorio mexicano, sino en Panamá, Nicaragua, entre otros, para saber cuántos cubanos arriban a Tapachula, “tienen una radiografía completa del narco, de todo”.
De acuerdo con él, la última caravana fue organizada por esas agrupaciones de la isla caribeña, la cual fue detenida por las autoridades de Guatemala.
Pero Villagrán tiene datos más “agudos”: desde que comenzó la pandemia, en marzo, el flujo migratorio aumentó, es decir que a diario ingresaban a Tapachula cerca de 120 a 150 personas, la mayoría del Triángulo del Norte, cifra que bajó hasta 50 u 80 al día, sobre todo en momentos críticos de la covid-19.
Sin embargo y basado en datos oficiales, solo en noviembre el ingreso a esta ciudad fronteriza del sur alcanzó entre las 200 o 300 personas migrantes cada 24 horas, “soy testigo, yo los veo, lo compruebo, puedes ir a Migración, a la Comar, es demasiado”.
ACNUR Y COMAR
Esta semana, la organización Hospitalidad y Solidaridad AC y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) inauguraron el primer albergue del país dedicado a la atención y acompañamiento de personas refugiadas y solicitantes de asilo en Tapachula.
De acuerdo con el ACNUR, hay un incremento del número de personas que llegan a esta ciudad de la región Soconusco en búsqueda de protección como refugiados.
De hecho, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) reveló que más del 60 por ciento de las 36 mil solicitudes de asilo que ha recibido el país en 2020, se concentran en Tapachula.
De nueva cuenta, Luis García Villagrán aclaró que ya no es posible permitir el saturamiento de migrantes en esta frontera, “pero las autoridades de la 4T manejan esto de forma inteligente, y lo vemos con la inauguración de este albergue que inauguró hoy el ACNUR”.
Para él, esta noticia es terrible porque se le quita el presupuesto a otros albergues existentes.
“Además, este espacio que echan andar hoy representa una cárcel; todo es un movimiento bien calculado”.
Lo que no se ve, revela, son los abusos, la venta de visas y la deportación de esa gente, como ocurrió hace poco con cerca de mil 500 infantes de Honduras que estaban en la Estación Migratoria Siglo XXI. “Pero hay organismos como la CNDH que no hacen nada, no dicen nada, ni siquiera con los abusos que ocurren con la militarización de la franja fronteriza”, concluyó.