TULA DE ALLENDE. – Han pasado tres semanas desde que el río Tula inundó las calles del municipio, pero los pobladores del fraccionamiento Rancho Chapultepec denunciaron que en las calles de la colonia todavía hay lodo, escombros y aguas negras, por lo que exigen a las autoridades limpiar; aunque ya se han organizado para desinfectar las vialidades por su cuenta.
De acuerdo con Ixchel Monroy, habitante de este fraccionamiento, los pobladores se han juntado para realizar jornadas de limpieza en esta zona de municipio y otros lugares afectados como San Lorenzo, La Malinche, San Marcos y El Carmen, pero carecen de agua suficiente para retirar el lodo que se formó a partir de las inundaciones.
Es algo inhumano, en todas las recomendaciones nos dicen que desinfectemos nuestras casas, pero las calles siguen con lodo (…) Entendemos que los bienes materiales por recuperar aún no se gestionan, pero exigimos limpieza, sabemos que las ayudas o dinero se van a tardar, pero si nos podrían dar el servicio de limpieza”, dijo.
Adicional a la suciedad en las calles, la pobladora de Tula indicó que el único parque que hay en el fraccionamiento se convirtió en una zona para depositar los desechos que salieron de las casas; sin embargo, dijo que, aunque el escombro ya fue retirado, nadie regresó a desinfectar.
“Todos los desperdicios los echaron a un parquecito, quitaron los escombros, pero sigue el charco de agua, el parque sigue encharcado, sigue el lodo con toda la porquería y son olores que no se pueden soportar. No desinfectaron el parque, sigue enlodado”.
Al igual que las calles, la habitante narró que desde las inundaciones del 6 y 7 de septiembre todos los días son de limpieza en las 115 casas que conforman el fraccionamiento.
El trabajo aún no se acaba, todo está muy sucio, todavía hay un desastre y lo peor es que todos tienen miedo de que se vuelva a inundar”.
De acuerdo con Ixchel, a raíz de la inundación los vecinos se han unido para intentar desinfectar su fraccionamiento por cuenta propia ante la omisión de las autoridades; sin embargo, indicó que la red potable es insuficiente para las maniobras, por lo que necesitan pipas de agua que actualmente no pueden costear.
EN REUNIÓN, SOLICITARON AGUA PARA LIMPIAR
La habitante de Rancho Chapultepec, fue una de las pobladoras que el domingo 26 de septiembre acudió a un encuentro vecinal con los regidores Miguel Ángeles Arroyo y Vanessa Santizo Figueroa, que al final concluyó con la huida de uno de los dos asambleístas.
El objetivo de la reunión era exponer las inquietudes de los colonos con respecto a la limpieza y para solicitar pipas de agua que actualmente no pueden pagar debido a la situación económica de la región.
Lo que exigíamos era limpieza porque el foco de infección es tremendo, no limpian las calles, lo que pedíamos eran pipas para limpiar las calles de la colonia, solo queremos que nos escuchen”.
Sin embargo, indicó que la reunión no concluyó debido a que la regidora Vanessa abordó su vehículo y salió del fraccionamiento sin dar ninguna solución, mientras que el asambleísta Arroyo ofreció llevar tres pipas que el lunes 27 de septiembre usaron los colonos para limpiar sus vialidades.
“La regidora se echó a correr porque le preguntamos cuándo, o sea fechas exactas, pero ella no soportó la presión y se fue de una manera muy grosera dejando solo al otro regidor y él de su bolsillo se comprometió a pagar las pipas”.
Asimismo, expresó que los pobladores del fraccionamiento Rancho Chapultepec no agredieron ni retuvieron al regidor Miguel y tampoco lo obligaron a recorrer la colonia a pie.
CENSOS
Los pobladores de esta región de Tula indicaron que cada que solicitan información sobre apoyos les indican que es necesario censar los daños de los inmuebles; sin embargo, estimaron que son alrededor de ocho censos los que ya han realizado autoridades de diferentes órdenes de gobierno y aun no hay una respuesta.
“Nos dicen que necesitan listas de daños, pero ya lo tenemos porque ya han pasado a hacer censos, han sido como ocho censos a ver daños y todo eso y no hay respuesta aún”.
Al respecto, el delegado en Hidalgo de Programas del Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno, informó que este martes iniciaría un censo de daños al patrimonio de las familias damnificadas.
La contabilización se registró en 18 localidades de seis municipios en Hidalgo como parte del Plan de Apoyo a Personas Afectadas. En el caso de Tula, se estimó un padrón de 2 mil 200 damnificados.
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